l de mi ha

dres de pie en la puerta y encendiendo la luz, sus rostros er

ba la cara con angustia y lloraba

tan horrible, esta simple, dulce y amable hermanita ¡tan ho

sólo oyó el zumbido de su cabeza, ¡no podía oír nada! ...... ¿Por qué? Papá, ¿por qué me has pegado? ¿Por qué me miras con tanto

rtaba, a nadie

golpeaste? Nunca he visto una

e, por Dios, está hinchado!

s culpa mía, he dicho algo equivocad

yor! ¡Te mira como si todos en la familia le debieran

, déjalo, papá ..

es, tu cara está

eran peores que la paliza que había recibido, comenzó a encogerse, poco a poco, encogiéndose gradualmente en una bola, cada vez más pequeña, sus palmas temblorosas

¡ojalá ...... no te tuviera como hija!—

te tan viciosa! Es decepcionante para mí .

....— Estas fueron las palabras de Elma ...... Ento

De repente, sin poder soportarlo, Gloria salió de la cama y corrió al baño con los pies

que había vomitado, y se congeló en su camino. Era rojo, rojo y pu

bultada que su sentido del gusto se perdió, ni siquiera podía saborear el dulzor del pescado ......

.. vomitando sangre? El sabor

el lado hinchado de su cara, se sentiría tan cómoda, realmente cómoda ...... las lágrima

oco a poco en sus huesos y, poco a poco, en

a terminado ...... ta

bañera ...... y el suelo frío y paralelo al suyo. Cuando todo lo que tenía delante se aclaró, Gl

sorprendentemente pálida y espantosamente blanca. Sus pálidos labios estaban débilmente teñidos de sangre, y sólo después de moverl

agullado ...... para decir lo feo que era, y cuando se lo tocaba, era un desastre ardiente ...... Aunque papá nunca se habí

insoportable. Al salir del cuarto de baño, volvió a su dormitorio, sujetando el marco de la puerta, sólo para encontra

baño y retrocedió unos pasos, luego miró a Gloria con suspicacia en

ra en la pared, l

a su gran cama y cayó de cabeza, metiendo la cabeza en la alm

n esta casa, incluso ...... volviendo a dormirse así... Lucía pensó en el desastre que acababa de ver a Gloria y preguntó en voz baja con

a de la almohada y miró a Lucía con una débil súplica inconsciente en los ojos: —No

dichado sino horrible, todo él estaba muerto como si acabara de pasar por una calamidad, la mitad de su cara

sto, y tanto la señora como el maestro le llevaron personalmente compresas de hielo a la segunda joven y le

, pero en ese momento comprendió la diferencia y se compadeció de Glo

bultada que su sentido del gusto se perdió, ni siquiera podía saborear el dulzor del pescado ......

.. vomitando sangre? El sabor

el lado hinchado de su cara, se sentiría tan cómoda, realmente cómoda ...... las lágrima

oco a poco en sus huesos y, poco a poco, en

a terminado ...... ta

bañera ...... y el suelo frío y paralelo al suyo. Cuando todo lo que tenía delante se aclaró, Gl

orprendentemente pálida y espantosamente blanca. Sus pálidos labios estaban débilmente teñidos de sangre, y sólo después de moverlos

ullado ...... para decir lo feo que era, y cuando se lo tocaba, era un desastre ardiente ...... Aunque papá nunca se había tr

insoportable. Al salir del cuarto de baño, volvió a su dormitorio, sujetando el marco de la puerta, sólo para encontra

baño y retrocedió unos pasos, luego miró a Gloria con suspicacia en

ra en la pared, l

a su gran cama y cayó de cabeza, metiendo la cabeza en la alm

esta casa, incluso ...... volviendo a dormirse así... Lucía pensó en el desastre que acababa de ver a Gloria y preguntó en voz baja con cier

a de la almohada y miró a Lucía con una débil súplica inconsciente en los ojos: —No

sdichado sino horrible, todo él estaba muerto como si acabara de pasar por una calamidad, la mitad de su cara

anto la señora Maria como el maestro Henry le llevaron personalmente compresas de hielo a la segunda jo

s, pero en ese momento comprendió la diferencia y se compadeció de G