img LA CASA DE LOS PLACERES.  /  Capítulo 4 3 CAPÍTULO. | 80.00%
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Historia

Capítulo 4 3 CAPÍTULO.

Palabras:4719    |    Actualizado en: 27/08/2022

erca de alguien en particular. Una de mis principales dudas eran si

n cuanto el relo

os pasillos, va

ento, y tanto fue así que las alarmas de mi c

te algo est

visando sus teléfonos, porque había algún tipo de chisme que se

laban los demás. Y ahí fue cuando comencé a escuchar todo. Empecé a o

tiempo que me sobraba e iba a investigar de que se trataba aquellos "rumores". Emmelyn me detuvo apenas me vio dirigiéndome al último salón de la institución, me miró p

—puso su man

es algo acerca de mí, debería ir a ver.

é la voz de la profesora

ir con la profesora hasta uno de los salones principales.

eriedad absoluta. — Usted sabe que nuestra institución no permite que estos ru

ella me interrumpió

petable y no podemos darnos el lujo, de albergar a personas con ciertos antecedentes... —dijo sin cambiar sus expresiones, esta tomo un ce

stratégicamente tomadas de mí, y no solo eso, eran fotos de

ese duda de que se trataba de mí en las fotografías. Y

o lo noté... Mientras más fotografías pasaba menos entendía la situación, Y e

ad... en esta foto... —mi tono de voz cambió. Sentía como si tuviese una rana en la garganta. El cont

nto, desde que llegué hasta que me fui, no había nadie más... pero en aquellas fotografías había un hombre,

ostenía mi cara, como si intentase acariciar mi mejilla, rozando mis labios. Esta imagen provoco que llevara mis manos mis labios en intento por recordar aquella situación, ¿

le? ¿Quién era

ndole una apariencia más definida a sus músculos. Estaba semidesnudo, únicamente llevando unos boxers ajustados de color negro y un par de guantes

a una capucha que le permitía ocultar su cabeza por completo. Su marcara era... muy particular. Una faz blanca como si fu

ontraba las palabras para explicar tod

ted, y que además está en compañía de lo que parece ser un trabajador sexual dentro de las i

rsona de estas fotografías sea yo, y

mite... —me inte

servicios de ningún acompañante. Nunca lo he hecho... —le asegure llegando a l

sta es una situación delicada y que su just

do que yo no hice nada con nadie, solo fui a un hot

ión publica los ve como un punto de referencia para solicitar servicios de prostitución. ¿Y usted espera que de

er a eso, la situación se tor

ción ejemplar a cada estudiante para que tengan la oportunidad de volverse grandes profesionales en el rubro. Y siempre trabajamos para ayudar en la medida de lo posible a nuestros estudiantes para que su experiencia sea satisfactoria. Pero existen los limites, exigimo

tros mejores éxitos. —se acercó para poner su mano en mi hombro en señal de consuelo. — Puede que no tengamos muchas cosas en común, y realmente no es de mi incumbencia el cómo inviertas tu tiempo fuera de la universidad o cuales sean tus

—seguía firme en de

mo baldazo de agua fría para mí. — Los altos directivos de la universidad me han pedido que me

unté aun a pesar de que sabía exa

e ha estado cursando hasta el día de hoy quedan anulados de forma indefinida. Ya no podrá volver a ser admitido para ingresar en nuestro programa educativo en el futuro

er ante mi escandalosa situación, ellos simplemente estaban comportándose como cualquier institución mundialmente conocida lo haría, no les importaba per

ompostura para levantarme de l

volteara a ver. Su semblante serio e imperturbable había cambiado a uno que refle

spalda para poder finalme

sueños, y más que eso, había sido incriminad

azón

tivo a

ción que pudiera ju

razón, sin

ierda aplastada por el zap

a mi vida era el trabajar en aquel restaurante donde me sentía menos discriminado por mi o

entes que en mi cabeza no paraban de sonar l

ra estás jodido, Daniel. —me miré en el espejo. —Nunca puedes hacer

mi vida se arruinaba por un simple rumor. Y ahora, mil preguntas me estaba haci

a Ta

za del universo y quería su ayuda. Más aún en este mo

é su voz a travé

su nombre con un to

¡Recórcholis! —gritó. — ¡Estás triste, amigo! ¿Qué mierda acaba d

saron. —di

e nuevo. — ¡Ya voy para

ientemente

estaba ahí. Caminó rápido hasta donde estaba, y me abrazó tomán

abrazo que

quien n

egar que necesi

ojos no pudieron resis

e susurró en el oído mientras c

tema, ¿quieres? —expr

omates como hacían en los viejos

oso. —respondí

o me gusta.

o Londres. —me crucé de brazos. — No te expulsaron por aparentemente pagar por obtener favores sexuales. Y sobre todo no fuiste pers

no había nada en mi cuerpo que indicase que ese sujeto había hecho algo conmigo... sino hizo nada entonces que era lo que quería. Mis cosas también estaban intactas, ni mi

acercó a mí. — No fue tu culpa, ¿está bien? —puso sus manos sobre mis hombros. — Trata

? ¿Buscaras al tipo que se metió conmigo mientras dormía por el internet? Por dios

ía en mi...—sonríe- Aun tengo algunos

ablas? ¿En qué estás pen

fotos a la profesora a su ce

lo miraba dudoso mient

ortante, casi como si me dijera que no me preocupara. Seguidamente se esfumo

quello que había ocurrido. Trataba de investigarlo a pesar de que yo, no

upaba de sacar una buena calificación en mi examen de italiano y ahora ya no queda nada eso. Ya no podría volver a ver

yo? Nunca eh sido el chico más popular, y apenas gano lo justo para mantenerme a mí y al departamento, que ga

apaz de percibir a aquella presencia en aquel momento. Pero era inútil, su tacto fue imperceptible para mí. Como si hubiese sido un sueño. ¿Todo esto será p

e no va a pasar... —abracé mis pi

s de haberse enterado de aquella novedad cuando les conté sobre mi g

y la situación pasó a mayores que hasta la mayoría de mis familiares; in

milia dejó d

orando tu piel y entrando en tu interior hasta quedarse atorado,

nde salía con él y su esposa, y me hizo sentir mal. Ya que era una de las tantas fotos famil

endí perfectamente po

ambién su

n supe lo que se s

ién me consideraron

No aguanté durante esos años de mi adolescencia las burlas, humillacio

donde salía únicamente yo. Todo lo que estaba en mi cuarto lo metí en mis maletas

conocen su nombre; y él fue quién me acogió en su casa hasta que las cosas se calmaran un poco. Estaba cansado, molesto y confundido. No entend

consiguiera un trabajo lo suficientemente bueno como para mantenerme y comp

ratar en un restaurante. "Los restaurantes rara vez te toman en cuenta." Escuch

cidido a formar parte de nosotros, es un honor para mí recibirt

tiéndome un poco caliente en el área d

de que al jefe le caerás muy bien. —me tomó de la mano y la puso sobre su m

ejé de ella para después acercarme y abrazarla. — Le agradezco mucho por recibirme con su ge

l jefe le encantará mucho saber que estarás por empezar aquí e

caba también para otras empresas o univer

era una de esas personas que s

marero. Había ciertas cosas que un hombre con preferencias homosexuales debía de tener en cuenta a l

estaba empezando a trabajar allí; me recibió t

tido ante mí tanta amabil

hizo el gesto de que al saberlo; sabía bien que no perjudicaría a mi entorno laboral ni a mis nue

a chica me hizo salir de mis pen

s de trabajar aquí, con ustedes. —me recosté de la

onsiderado como el mejor empleado

ue siempre me hace destacar? —me acerqué a

ia su muñeca con suavidad sin dejar de mirarme. — ¿Cuál es tu

ié mi nuca. — ga

que yo dije. — Interesante

lla negó sin quitar la

óbica, amiguito. —soltó mi hombro y se dio la vuelta para continuar trabajando. — Mantente ocupado, c

uré de tal forma que, de manera automática; m

la rutina. Era algo que sabía llevar con absoluta tranquilidad. Y además de todo eso, llevaba una reputación que hasta mi

ustaba mencionar y destacar. Por supuesto que no todos se sen

.

profundamente dormido en el sofá. Había olvidado todo

dar por el bi

ue el responsable de aquel rumor que terminó siendo espa

nté del sofá al escuchar u

mé por la ventan

—dejó un paquete y u

el interior del departa

día. —hace un gesto

dando de rodillas ante la caja y miré el sobre, parecía que alguien se tomó la molestia

ingún nerviosismo o molestia, si no los recogía alguien más lo haría, y los metí al interior de mi departamento. Los dejé sobre la mesa y a

de los primeros papeles. Se habían tomado también el dere

lguien se ha dignado en jugarme una de esas bromas de mal gusto? Suspiré tras a

e decían lo

aniel L

iara L

o, para mi más

so, cariñoso y ú

scrito está carta con tanto

ida de manera independiente, pero, quiero que sepas que... te he extrañado mucho hijo mío, esp

stado igual d

es algo que no debamos discutir ahora, debido a que; por

hijo. ¿Podrías perdonarme? Aunque sea, escríbeme por este medio si todavía sientes que es necesario que tu

o muy bien

s perdonarme, y tambi

o de la familia. Ruego por tu perdón Dani, mi Dan

orgullo, siempr

perdonaré y si hace falta, te aceptaré. Ya qu

os estamos condenados a los ojos de la iglesia, pero al final solo dios puede juzgarnos. Espero tu respuesta hijo mío. Tu padre y yo te hemos obsequiado algo porque, en vista de la situación; y ya que no podem

verte en la ciudad, y ver c

ecidí traer a este mundo para que enfrentara las consecu

eso y lo demás

eo de mi vida en hacerte sent

ue me concedieras el deseo de poder saber q

ido, hi

ama con todo

tame

a Lem

ter, In

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