itado de la boda de forma meticulosa, compartirían mesa con sus padres y una tía, hermana de su madre quien siempre tenía curio

s miradas de los solteros del lugar y uno que otro hombre casado, -a uno que constantemente golpeaban bajo la mesa con la punta

e a su oído, ella solo torció sus labios en desaprobación, cuando giró su ro

s grosero.—luego desvió la mirada hacía el padrino, y A

voy a consentir que te acuestes con el padri

sas palabras cada vez que me invitaste a este tipo de eventos y hacías tus escapadas dejándome por ahí, sola y en la mano con

na jovencita a la que se le

sonrió —Dicen que los treinta

a mesa principal de los novios—Deben de bailar la primera pieza como marido y mujer, luego se reúnen mis padres con ellos en la pista, para luego c

ión.—Comeré pastel. Romperé la di

a voz de una mujer saludando, al verla, ocultó su sorpresa. "

iera verla por completo, él por educación, se puso de pie de un movimiento y bajó

r un beso en su mejilla, —Hace mucho q

historia de ella, Andrea O'Neill había perdido la virginidad con él si mal no recordaba el primer año de universidad. Y por lo úl

qué la pillaron escuc

—extendió su mano para saludarla, Andrea aceptó su mano

erto, —Andrea le hizo un gesto

no de la de ella y puso una sonri

%. —Andrea mi

a verdad, sin duda B

e eso, es po

lgo confundida por el comentario.—Eres la primera mu

hizo extraño que los dos no tuvieran un lío sexual entre ellos

ño y diminutivo bolso de brillantes, y se la extendi

eta antes de que los ded

ego Andrea se despidió d ellos cuando el micrófono cob

pero alcanzó a desviar la mirada, metió sus dos dedos en la pajarita para poder aflojarla un poco al sentir calor. ¿Pero que era lo que le estaba pasando? su imaginación había volado al i

salir de sus pensamientos. —Tienes que b

ismo antes de mirar de manera fugaz hacia s