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Historia

Capítulo 3 2

Palabras:1813    |    Actualizado en: 21/09/2022

tenía algo de tiempo para desayunar e irse a trabajar a la escuela. Usaba ropa de segunda man

, porque la quería llevar personalmente

en cuanto llegaron al comed

—respondió lleno de obviedad—.

hay cámar

sonrió ladino—

mpresa —tomó asiento al otro lado de la mesa—. En lo únic

irvientas servían el desayuno—. Vas a firmar todo lo que

no lo sabías o se te olvidó esa parte —levant

e que solo puedo estar contigo en la misma cama si estoy borracho —eso le dolió—. Cuando

us secretarias

hasta las empleadas se asustaron—. Soy tu esposo

zquina—. No tienes que com

u esposo, mirándola enojado—. Tus padres dijeron que se

ú no

ndar yendo a las fiestas no es lo mío. De todos mod

nti

de neg

resolviendo los problemas de la empresa. Durante los meses que fueron novios, era el hombre más detallista que pudo

era su culpa, no podía seguir más con eso. Le ordenó a una de las sirvientas que echar

migo —Zeus la tomó del brazo antes de que sa

con él—. No eres nada mío, el único hombre

carente de humor—. No me hagas reír, estoy seguro de que debe e

o al dejarlo —se soltó—. Te recomiendo que vayas a la empresa, me envíes los docu

la llamó, fur

dijo que irían a la escuela a impartir las clases, y que después s

o estaban en las enormes pantallas del centro de la ciudad. Uno de los empresarios

de negocios ilícitos había por montones. Las escuelas que estaban en los barrios b

hacia ella en cuanto la vieron bajar del auto, y ni cuent

besarles las mejillas—. ¿Qué están haciendo a

sted, maestra —dijo uno de los niños—

ron el permiso? ¿

ras se acercaba a ella—. Hubo una donación anónima

mostrarle los dientes—. ¿Sabes quié

n, están remodelando la escuela en algunas áreas y aparte de

n dará cl

nombre

a latir con demasiada fuerza—.

¿lo co

s—. Vamos adentro, niños. N

os, m

estaba pasando y mucho menos haría preguntas acerca de eso. Caminó lentamente hasta el salón de profesores, y tuvo que dar su m

Harry, con una enorme so

ases —pasó saliva en seco—

hizo a un lado para que entrara—. Cuando me di

de nerviosa—. Toma tu café,

—Cameron se metió entre ambos—. Sigan c

ue ella caminara a su lado—. Eres la única persona que conoz

s que no tienen costumbres desde casa —mordió su labio al ver las grandes manos de la pers

ue nos íbamos a ver otra vez —le guiñó un ojo—. Eres muy hermosa

por estar hablando contigo —le susurró—. Mis compañeras no

to que tendré más que una amistad —apretó la taza entr

acercan a mí para tener una amistad —informó, algo enojada—. Ya e

tos lares —sonrió a medias—. Porque quiero pasar más tiempo

iz—. Deja de decir esas cosas que me ponen más nerviosa y

escuchara—. Una mujer con un vestido tan caro, perfume de igual mane

or favor —fue a sentarse, en

¿Q

nseguir algo de atención. Eso no v

e —Harry se sentó junto a ella—. Frunces el ceño, haces ge

os—. Sé mis límites y cuando detenerme. Eres casada, t

nto, es que alguien me hable en esta

e de mi parte n

que hacer des

ar algo que me dejó

o mejor dicho, después de la jornada laboral aqu

uién es la

a contigo, pero eres imposible —gruñó—.

Supongo que estás en las clases de baile para los niños. Yo s

iste el hombre misterioso que

—ambos rieron—. Espero que nos llevemos bien de ahora en adelan

esto funcione y que s

fueran hombres, porque según su espo

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