d de los exámenes de la semana próxima los golpeó. Había sido divertido un día de desconectar
arse, y se despidieron a la tarde,
bía usar. Tendría que ir con su ropa y disculparse con el desagradable de su jefe. La idea de estar en falta no le agradab
iría que estab
que quizá podria usarlos ocasionalmente cuando se encontraran, aunque siempre había priorizado la comodidad y no era fá
cómodo de tela delgada con elástico en la cint
, como siempre, y se encon
s? ¿Dónde está su un
la lavadora y no pude lavarlo - min
su trabajo. Este lugar tiene una estéti
Viniendo del sujeto más d
, mañana
x mientras preparaba las botellas de licor y buscaba el hielo. Estaba recordando
ba tragos del bar en el horario de más clientela, y luego oficiaba de "DJ". No era un mal tipo, pero
estaba avanzada y su jefe era demasiado tacaño para encender el aire acondicionado a la temperatura corre
escarse un poco. Estaba en e
su j
ausenté del salón
me
es... ¿
que llevas un sostén
regunta muy fuera de lugar. Creo que
meloso -Noté que es blanco, queda bien con tu tono de piel. Lástim
to la habitual autocensura de su jefe, que se limitaba a roces e insinuaciones. Leyó en su mirada de lobo hambriento que esta vez
ía llamado de ese modo -Ambos somos adultos, este puede ser un buen revolcón para los dos, y tu situación
ra a mi puesto de trabajo- el hombre volumin
lo hagas difícil. S
ra darse cuenta que el baño se acababa en apenas dos pasos
echando la confusión y arrancó la camisa y el sujetador. Manoseaba sus pechos, los chupaba y mordía frenéticamente. Todo olía tan mal, ella sintió unas náuseas profund
o! ¡Ayud
te del sostén en su boca mientras una mano se metía por sus bragas y los asquerosos y gr
ble, la posición fue perfecta para elevar la rodilla y gol
or en la facilidad con que su jefe rompió su ropa s
sa rota, nadie le prestó atención. Fue a buscar a Steve, que poniendo música a tod
iendo fuer
o en shock. Tal vez unos pocos minutos, la músic
había disparado uno de sus ataques de migraña
á primero debía ir a un hospital a que la atendiera
ien. Ni siquiera le tomarían la denuncia. No desconocía que su jefe tenía contactos con
or en su cabeza, sintiéndose a
escuch
pero no pudo, en su l
de quedó su móvil?. Claro, estaba en