e obtener de

e LeRoy —Niega —. Jesey, nece

a capaz de esc

dónde viene. Presiento que está ocultando muchas cosas importantes, y

un pueblo tranquilo. La gente ya anda comentando sobre la forastera, quizás es mej

í hasta que yo lo diga —El sheriff toca la punta

niente para todos es que esa

e momento, la señor

reía que esa muchacha solo traería desgracia, pero el sheriff era quien tenía

…

le dice su voz interior, había escuchado hablar sobre él. Y también acerca de la tranqui

r de muchos a los alrededores. Incorruptible, y eso ameritaba un serio problema para los bandidos, no

llegaría. De hecho lo evito numerosísimas veces, ese hombre no era catalogado por darle buenas bienvenid

las buenas, no sin antes de que le

ea! —Musita

la ventana, era imprescindib

…

comisaria, cuando por la calle se encontró con un pequeño niño. Era qu

rto que ha encontrado a una

—Le contesta si

o lo

que te daré una buena tunda

í, ya

io que todos estuvieran al tanto sobre la llegada de esa mujer, pero después se ocuparía de acallar los rumores. N

comisaria, salud

días,

n pie —. La noche est

los prisioneros, pero déjal

enseg

jidos, junto con una cuantiosa recompensa en la parte baja. Revisa uno por uno, pero hasta donde recordaba

s gustaba saltarse las leyes. Y por una extraña razón, sospechaba que la señorita LeRoy era una d

nte en su pueblo, pues ya debía de darse por vencida de que no continuaría con su vida de libertinaje. Y si es

orajido. Pero era consciente de que todos eran hombres, le iba a tocar mandar a pedir el nuevo listado de bandidos

ff? —Harry le pregunta al

l nuevo listado de bandid

e Tombstone llegará en ese tiempo, al menos un día de viaje

partas de una vez. Necesit

erdo, s

caballo, y no v

ff. Saldré

de que se le presentará algo. Era lo bastante astuto como para no dejar que lo mat

…

conseguiría levantarse. Estar todo un día postrada en un camastro no era su ideal salida de allí

o pudiera hacerlo, al menos tratar de pagarle al maldito del sheriff, de esa manera verse librada de

ue le quedara, y también le sugirió que no se levantara debido a las heridas en su cuerpo. Pero Rouse no estaba dispuesta a dejarse vencer p

es de mi gusto —Mascu

lesto que el imbécil del sheriff la estuviera viendo desnuda. Ya tenía

ento. Así que se vistió con lo que podía usar, no era lo mismo utilizar cor

Era un vestido de criada algo manchado, no era el que solían utilizar las mujeres de sociedad. Rouse suelta el aliento, toma las botas va

sa y tratar de buscar la manera de hacerse

a se abre, dejando pasar al mismísimo Tom Wesley

de cree