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Historia

Capítulo 5 Ojos como el cielo

Palabras:1313    |    Actualizado en: 17/10/2022

respondas mis preguntas. B

todo mi derecho de no decir nada sobre mí, hasta

e ponga con esa actitud. En este puebl

. Y si les molesta mi estadía,

so

ta habitación. Rouse lo miraba fijamente a pesar de llevar el sombrero puesto, sabía que

enos solos,

adecuado para la señorit

l rostro a la altura del hombro —. Soy la ley en este pueblo, no hay nadie más j

taré afuera por

miedo, se llevaría una gran sorpresa. La rubia lo detallo de pies a cabeza, la noche an

r que un tanto peligrosas. Como llevaba el sombrero tan bajo, no podía detallar a la

cuando ella se fija perfectamente en la mirada del sheriff. Por un segundo, su corazón com

más helada del mundo. De pronto, Rouse se ve teniendo pensamientos irracionales, no debería est

ría derretir la montaña m

dirá cuál e

no pienso estar mucho

el caso de que tenga monedas para comprar un caballo saludable p

que lo dijera, si estaba medio desnuda cuando la encont

s —. Los cuidados que Jesey y su esposa le han ofrecido valen, señorita. A

nfeliz. Ella llegó al pueblo sin un centavo, era elemental que s

e exigir qu

ra hacerlo, nada me cuesta llevarla a la comisari

doctor, puedo llegar

uerdo? Le recuerd

e, le estaba faltando al respeto. ¿Acaso estaba

autoridad en este lugar. ¿Cómo se le ocurre acusar a una dama de e

s —Tom se pone en pie al ver el r

, pero le sugiero que no se inven

lama? —Se rasca la incipiente

irle a ese hombre como se llamaba, y ahora que estaba endeudada mucho más

mo, Rou

ra diciendo la verdad, pero tampoco podía asegurar que dij

LeRoy. ¿Sabe en qué

No

de dónde proviene? ¿Por qu

testar nada, no he he

i pueblo, y ha existido mucha paz desde hace mucho tiem

lo y déjeme ir. No volve

an fácil, se

aldito se tomaba en serio su papel d

deuda del do

Roy. Yo he pagado todos los gastos de sus her

e pagará el último centavo, y hasta que le contará todo su maldito pasado. Sin duda alguna,

que intente llevarme su caballo, y que no deseo esta

venía esa mujer, y que es lo que buscaba. Pero no pensó en que ella le pusiera tan complicada la si

asta que me digas de dónde vienes y porque has llegado

diga el que

iño la encontró inconsciente a unos kilómetros

me salvado, debió dejarme morir

o que está

l forma, la respuesta del sheriff fue bastante arrogante, le dio a entender que no

taba a nadie, mucho menos

¿hemos acabado c

a casa del doctor, no podrá salir de aquí a menos q

sola,

azo a la rubia y luego sale de la recámara, encontrándos

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