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Historia

Capítulo 4 Intento de escape fallido

Palabras:1254    |    Actualizado en: 17/10/2022

o, y aunque no existiese mucha luz, la sombra d

preguntas aquí s

por el

desde un principio —Contesta

dueño? Haré un

nadie lo monta, ni muc

n caballo. Y de paso, que estaba frente al mismísimo dueño. Era u

si ese hombre

obarlo, solo to

ge la señorita? O mejor

era algo que se esperará. O bueno, quizá

se abraza a sí misma, el frío

apa de su insignia dorada que colgaba de su cinturón, a pesar de la poca luz, se

lto ser del sheriff y de paso quien la había pillado a punto de escap

or sus propios medios queriendo hurtar mi caballo, estoy se

No pienso responder absolutamente nada, yo no he hecho

o pi

s, y usted no puede interrogarme,

aparentara ser una joven inocente. De todas formas, no podía dejarla ir. Y menos estando en esas condic

dejarla ir, señorita… —Él guardo silencio al darse cuenta

a. Necesita salir de ese pueblo antes del alba, pero con la imponencia de ese hombre le resulta

ibrio. Algo no iba bien con ella, ¿pero el qué?, de la nada siente que algo tibio corre por la piel de

e su cuerpo pierde fuerza y equilibr

o al lado de la rubia en segundos para tomarla

que no está muy dispues

de ahora en adelante custodiaría esa casa. No pensaba permitir que

?! —Exclama el doctor recibiend

a he encontrado intentan

á sangrando? ¿Ha d

ayó mientras

a habitación

la señorita aguantara pasar lo que quedaba de la madrug

extraño que una dama anduviera a esas horas de la noche por la calle, pero al acercarse más

esistente. Mira que querer robar su caballo en esas condiciones, se hubiera muerto a pocos kilóme

as horas en la comisaria, seguramente, esa rubia se hubiera marchado. Aunque dud

ad, luego su manera tan altanera de contestar, esos índices le

… y seguía sin saber e

donde estaba la desconocida se

los puntos. Se desmayó por

brev

í sola, creo que soportará

ré para v

f. Le diré a mi esposa qu

s gastos de atenc

o —El homb

puerta, la regresaría a la cama y si era preciso l

a habitación de Rouse. Lo que provoco que la rubia frunciera el ceño, segundos después, a

paso? ¿Por qué

acostarse de nuevo. Se sube el camisón y se fija que tenía un vendaje nuevo. No

taba hecha para que nadie se escapara. Rouse suelta el aliento, ¿Cómo demonios se iba a esc

ar respuestas para sus preguntas, la puerta

que hizo ayer no estuvo bien, se ha hecho muc

én es

médico del pueblo. ¿

enos lo haría con el doctor del dichoso pueblo. No deseaba decir nada

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