img Una noche con el Ceo  /  Capítulo 10 Cárcel de oro | 23.81%
Instalar App
Historia

Capítulo 10 Cárcel de oro

Palabras:1312    |    Actualizado en: 22/11/2022

a, esto era demasiado para ella, incluso podia decir que estaba abrumada. Hana solo estaba parada, viéndolos atónita, nunca pensó que necesitaría tanta ropa, sentía que un

ensó que eso sería todo, era mucho más ropa de la que po

endas de ropa. Hana abrió sus ojos en demasía, al v

sombro, por lo menos se llevaría

río y

ión la ropa, toda la ropa era hermosa, la verdad es que ni ella misma pensaria que podria verse bien en alguna prenda tan fina como esa. Pero se detuvo tocando un vestido de flores color azul, era el tipo de tela que usaba en el club solo que esta era mucho m

tar como poco a poco las mejillas de la rubia se tiñeron de rojo. Eso sí que era algo nue

total desconocida, en los 5 años que tenía trabajando para él, jamás le conoció ninguna relación, ni siquiera un amorío, solo prepagos, de las cuales ni siquiera se interesaba en preguntar su nombre y no era que Hana fuera algo serio, porque aun así tenía que ver con solo sexo, según Santoro, pero era distinto, ella era lo más cercano a algo preciado para él. Por qué ni siquiera un amigo podía decir que le conocía a excepci

o. Como iba caminando de un lado a otro escogiendo lo que más le pareciera idóneo, c

ciento de la lencería era de ese material. Hana no supo que decir, boqueo un p

e era lo que más usaba y no por que le gustara, si no por el trabajo en el c

e informo y sonrió. A pesar de todo, ir de compras con Hana había sido muy liberador, hace mucho que no lo hacia, siempre se la pasaba detrás de una compu

sintió y comenzó su búsqueda, ahora con mucha más

o mucho, a pesar de que ella se sintió abrumada con tanta cosas. Todas las compras se las dieron al chófer para que las llevara al auto y ellos pudieran seguir comprando, para Hana ya era suficie

e todo, ya que había llegado prácticamente sin nada. Tenía que estar presentable

uera a enojar, pero fue lo contrario. El castaño le dedicó una pequeña son

ado hacia el auto. La rubia lo miro extraña. ¿Alistarse? En su mente la idea de una noche de sexo paso por

r nada. ¿Clínica? ¿Qué haría ell

a confianza entre el castaño y ella. Glen se encogió de hombros y negó. Ni

le dolía la cabeza, no demasiado pero si un poco, pero no se quejaba, no estaba acostumbrada a que se preocuparan por ella, pero la realidad la ataco en ese momento, solo había pasado un día de la muerte de Lucas, aquel recuerdo doloroso estaba fresco en su me

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY