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Historia

Capítulo 4 Persóname Lucas

Palabras:3511    |    Actualizado en: 22/11/2022

nza del jefe. Aunque no había sido fácil ya que lo que nadie sabía, tal vez solo algunos poco era que ella había llegado al club de la misma forma que Hana. Bruno le

s, fue ese día donde conoció a la inocente niña de apenas 13 años que había sido vendida por su padre. El claro parecido con su historia hizo que inmediatamente Leyna se viera reflejada en ella, el inicio de Hana en el mundo de la

ió a Bruno que la dejara vivir con ella, alegando que así podría tenerla más vigilada. Habia sido bueno adaptarse a su vida, a su infierno, eso la hizo ganarse rápidamente la confiaza de Bruno, pensando que era una mujer sumisa, cuando en realidad solo se estaba resignando a la vida que le habia tocado. Cuando su jefe acepto, sintió un gran alivio ya

o sobre el hombro de Bruno abrio los ojos con alarma. En la cama de su jefe ya hacía su pobre amiga desnuda y con un moretón en el pómulo. No

nada mientras miraba a ambas chicas—. Llévatela, con esa cara no podrá trabajar ha

que lo hiciste? —

que quien me desobedece las pagas... lo sabes. —Monica no dijo más n

ga. Escucho como empesaba a sollozar en silencio y el corazón se le partió en dos. Esto no

—dijo Monica

pudo salvarla de la furia de Bruno pero esta vez no había sido así. No era la primera

edecerme. —Bruno sonrío y miro con malicia a ambas chicas mientras se ponia la camisa. Jamás le había importado, el

rla sufrir pero paro todos sus movimientos viendo con alarma su labio herido. —Joder ¿Qué hiciste para que te golpeara d

a había estado callada por el resto del camino, no quería hablar, ni siquiera un minimo sonido, solo se limitó a mirar por la ventanilla del auto, viendo como empezaba a salir el sol y con eso las aves volavan a su alrededor, era patetico tener celos de de ellas sin embargo ella se sentía patética y atrapada. preguntándose cuando sería el día en que se terminaría su sufrim

no se atrevía a voltear y darle la cara, esta muy lastimada a demás de ten

o como otras veces. Pero eso no lo detuvo y nerviosamente empezó hablar. Tenía que hacer el intento de acercarse a ella, al chic

... querías ir a tomar... —

caba tener nada que ver con el, incluso se había desilusionado por completo la pos

ra la única que lo miraba y se concojio de hombros cuando el chico la

o se merecía que ella fuera grosera con el. Empezó a caminar dejando a Lucas sumamente interrogante, ¿Había di

seguían caminado rumbo a su apartamento. Todo le dolía y el dolor que más

seguía preguntando por qué du jefe la había lastimado más que otra

oltó una pequeña mueca de dolor. El Ceo había sido el único responsable del dolor físico en e

ubia, Estefan Santoro había pasado más tiempo con ella de lo permitido y su amiga había tenido que pagar las consecuencias de eso, mucho más que las otra y era por un simpl

rse otra vez en peligro, como en esta ocasión. Hana tornó su mirada fría y se limpió con brusquedad las lá

—Hana grito sacando todo lo que tebia dentro o parte de el y empezó a llorar con más fuerza, se sentía mil veces miserable—. No sé en qué pensaba cuando decidí fijarme en ese dulce chico, yo jamás podré

erla. No estaba bien que se s

y ambas lo sabian ya. No le gustaba mentir cuando vivían la misma vida de mierda, vendidas y prostituida desde muy pequeñas. Esto era un infierno,

r qué se supone que lo tenía controlado. Maldición en ese momento haber olvidado tomar su medicamento, ese que dejó hace meses pero que con

una red de datos... —Las voces escuchándose a lo lejos, todo se sentía tan pequeño y oscuro que

ue estaba pasando con él antes de que el mismo lo entendiera pidiéndole a todos en la sala que esperar

ada fija tratando de minimizar su taquicardia y poder controlar su ataque. Esto se estaba saliendo cada v

, aun siendo un hombre adulto con su gran porte y el poder que tenia mantenia aquel miedo que creyo lo perseguiria sin fin hasta que se muriera, a pesar de tanta terapia solo había podido disminuirlo un poco. Ahora era distinto, pudo soltar un poco más cuando se entero de su muerte. Michael Santoro estaba muerto y él a salvo, aún que había algo, tal vez no era

había pasado una semana insoportable donde lo único que deseaba era tener a su linda prepago entre sus abrazos. No habia sido una seman

Estefan tenía razón, los ataques de pánico se había ido cuando él pudo desahogarse de esa tención acumulada y ¿cómo lo hacía? Con sexo, pero ahora no era así, tenía sexo, incluso c

ser más objetivo y dec

consolarme. —Estefan lo miró frío y el chico asintió tragand

había sanado, las del alma segu

an ramo de rosas, la rubia las miró sin ánimo señalado el lugar dond

ue en realidad si tenia muchas ganas de acercarse a ella—. Ha venido tantas veces a preguntar por ti y... esas rosas, yo estaría saltando de felicidad... —Pero e

si Bruno se llega a enterar de él, Lucas es una buena persona y

estuviera cien por ciento respuesta, necesitaba dinero para sobrevivir, no podía seguir viviendo a costas de Monica eso era. Lo que jamás se imaginó es que Lucas estaría atento a su salida, Hana trató de ignorarlo a toda costa, aún que le doliera tenía que dejarlo ir, el tenía que seguir su cam

an

rer lo más que pudiera, pero la mano

pánico ¿Qué sabía él exactamente de lo que le había pasado? —Son s

de Hana con otra mujer, claro estaba que no podía decirle lo que realmente pasó. No había podido quedarse callada cuando observó lo triste que se encontraba por el rechazo de su amiga, al menos no quería que sufriera por Hana y comprendía por qué ese noble chico se había ganado su corazón. La rubia no pudo verlo a los ojos en ese momen

con todos esos moretones. —Hana sonrió

mano y volteó su rostro,

os del más allá. —Hana lo miró cautelosa—. Tengo que confesarte algo. —Lucas lo so

diría y a pesar de que ese hecho estaba haciendo saltar a

u mano con determinación—. Se de qué trabajas y lo qu

nte sus palabras ¿Lo sab

no en la extensión de la noche—. Desde la primera vez que te vi caí rendido ante ti, me gustas y tal vez

era así. Su razón le gritó su realidad aun así paso lo que tanto trató de reprimir. Parada de puntitas sus labios tocaron los de Lucas, un

yo. —Sonrió al separar sus labios de Ha

edo... tú te mereces lo mejo

jaron sus mejillas, esto era un adiós y lo sabía. Lucas se quedó parado en medio de la acera sin saber que fue lo que había pasado, aun así el dulce beso e

e su puño después de presenciar la amarga escena frente a él y mir

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