ó con Helios. Ayer, el hombre ordenó a alguien que recogiera y empacara sus cosas en su antiguo apartamento. Sin embargo, solo le trajeron algo que necesitaría en la escuela, pero no su ropa

la fuerte sensación de que está a salvo cuando está con él. Sobre su madre... perdieron la comunicación. Pero Helios le aseguró que su

o esperaré a Helios y tú puedes descansar. Yo seré quien prepare su cena- , dijo. La anciana suspiró. - ¿Qué más puedo hacer? Ya que vives aquí, siempre quieres ayudar, pero Helios ordenó que no tuvieras que centrarte en tus estudios hasta que te gradúes -. Zoe se ar

d, y ya eran las ocho de la tarde. Ella apagó la televisión. Helios solía llegar a casa a esta hora, pensaba. Se puso de pie y estaba a punto de caminar hacia la cocina cuando se abrió la puerta principal. Y el hombre que quería ver entró. Un tinte de shock era visible en los ojos de Helios cuando sus miradas se encontraron. -¿Qué sigues haciendo?- Preguntó, y caminó hacia la mesa de madera cerca de la puerta y dejó la llave de su coche dentro de la taza del cisne. Empezó a quitarse la

s hayamos conocido antes. Helios sonrió. -Está bien. No lo pienses demasiado-, dijo mientras se quitó el abrigo y la corbata. Estaba a punto de tirarlo al sofá cuando Zoe corrió hacia él. - Déjame-, dijo mientras lo agarraba. -Voy a poner esto en la cesta de la ropa... -Zoe...- Helios llamó su nombre, lo que la hizo detener. Se arqueó la frente y conoció la

ón se ablandó con una simple sonrisa o gestos de Zoe. Cenando tranquilamente, y cuando termina, se pone de pie y está a punto de poner su plato en el fregadero cuando Zoe se pone de pie y se pone a tomarlo. -Puedes subir y descansar. Déjamelo a mí-, dijo. Suspiró y asintió. Parece que no puede detenerla. Luego salió de la cocina y subió las escaleras. nZoe sonrió inconscientemente mientras lavaba los platos. Ella no

gritaba lujo, pero era simple. La pintura interior es muy fría para los ojos. Es gris y tiene un forro negro debajo. Tiene una cama king-size. Y el color de la sábana y su edredón es negro sedoso. Ahora, ella asintió. A Helios tal vez le encanta el color negro y gris. E

eza. Estaba a punto de mirar hacia otro lado cuando sus ojos capturó el tatuaje tribal en su brazo izquierdo hasta que cubrió su pecho izquierdo. Ella entrecerró los ojos y de repente le vinieron a la mente pensamientos. Entonces se dio cuenta...- Y-Tú...- su corazón comenzó a palpita