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Historia

Capítulo 4 Fin de la Civilización

Palabras:1763    |    Actualizado en: 21/12/2022

oras, los helicópteros sobrevolando la zona y las bombas indicaban que afuera estaba pasando algo muy serio. Me incorporé en la cama y corrí las cortinas para mirar por

ka y Rose, quienes estaban observando todo desd

é alarmada e incapaz d

que manipularon los rusos se les salió de control! —me gritó Ayaka, con lágrimas en

despavoridas y presas del pánico, siendo perseguidos por una marea de gente fuera de sí, que corría a una velocidad increíble, echando espuma

ches!! —me

, era la primera vez qu

erminaron en los medios de comunicación!! ¿Qué te pas

é, buscando a mi pe

ue perder! ¡Vámon

ro Ayaka me cargó al hombro como si fuese una bolsa de papas— ¡

a escalera, en la recepción, Ayaka me dejó en el suelo pero me tomó firmemente de la muñeca para evitar que vaya en busca de mi perro. Perdóname, Fuser... Sólo quédate

ión jamás sabrán que estamos aquí! —susurró el portero mi

e de largo mientras corrían despavoridos. Eran muy parecidos, por no decir iguales a los zombies ¡Dónde estaba

ay que tomar otra ruta! —susurr

odía escuchar los gritos de la gente pidiendo ayuda y de esas criaturas. Salimos corriendo hacia la calle que llevaba a mi trabajo, no paraba de mirar hacia atrás esperando no ver una horda persiguiéndonos. T

nuestras piernas nos dieron, escuchamos los inconfundibles sonidos de una amet

ad disparando a los pocos zloyches que se aún continuaban empecinados con atacarnos, Kentin venía subido a la

a Dios que estás vi

ra moto que siempre usaba para ayudarnos a subir, tenía manchas de sangre por todos lados; una vez que todos estuvimos arriba del vehículo Kentin

ien —respo

ningún lado, Kentin! —dije afligida mientras me agar

—gritó Rose, su cabello se movía con violencia por el vie

tó mi novio mientras regresaba

a lo que son los zloy

dea de lo que son es

rlo más controlable pero al mismo tiempo que no le tenga miedo a la muerte ni pierda la adrenalina, sin embargo todo se fue al carajo pues uno de los virus

tor, Kentin se giró y empezó a disparar contra el

ó el ojiverde mientras recargaba la ametralladora, en mi poca pericia trat

todos lados!! —gritó Leran desde el volante

rgador, remontó la ametralladora y continuó

lguien tenía que ayudar a Kentin a sacarnos de

n, ve más rápido, me estoy quedando sin mu

arajo!! —gritó

paldas y algunos nos obstruían el paso, Kentin no iba a poder con todos él sólo y Leran esta

ovio no me escuchó por el ruido

! —pr

se movió muy violentamente, al parece

qué! —p

sparar! —

sin dejar de presionar el

s tú sólo contra to

le dió su arma y él la preparó para mí, una vez que estu

tructura del vehículo, mientras Kentin cubría el frente yo hacía lo mismo con la retaguardia, disparando a cuanto zloyche veía, tenían la mandíbula desencajada y su piel era de un amarillo muy enfermo, gruñían y gritaban mientras corrían a una velocidad

l equilibrio y caiga de la caja del Jeep, unos cuantos zloyches se quedaron atrá

Rose y Ayaka me frenaron

se encontraba bien, bajamos y seguimos corriendo mientras más de ellos se nos venían encima, giré a un costado y entré en un callejón sin salida, no había escaleras ni algún luga

¡Aquí tienes un arma! —dijo

sillo del departamento, cuando cerré la puerta me despabilé y vi que estaba vesti

se me abrió mientras se ahogaba de la risa, Chester se revolcaba en el piso, Ayaka s

acía ruidos raros con su risa— ¡Estabas gritando en sue

idad haya sido sólo una pesadilla, los chicos no me

—exclamó Chester, tenía su teléfono

hizo escuchar con todo su volumen, también podía e

e puse colorada y mientr

SE A LA

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