jefa seguía de pie esperando nuestra resp

vimos a nuestros escritorios. Helena espió por el marco de la puerta y esperó a q

evistas al lado de un modelo en mi primer mes de trabajo, va a pensar c

do de Anastasia en caso de que algo malo suceda. Generalmente siempre soy su segunda al

cia, seguramente podré —aseguré. Helena asintió. Volvimos al d

tasia la miró por sobre su

—pre

entendiendo el trabajo, confíe en ella —dijo Helena, yo me afiancé al piso

cometa será tu ruina. Tú te harás cargo de

o —respon

rabajar. —Anastasia dio po

escritorios, yo me senté mientras

de los percheros. Sacó una agenda de color negro y la dejó delante de mí—. Esta es la agenda de todos nuestros contactos importantes: Músicos, DJ, catering

jeaba, esperaba ver solamente un par de números, pe

que me prestes atención, no tengo problemas en explicarte las cosas varias veces

ó etiqueta y protocolo, desenvolvimiento social, el correcto orden de los cubiertos, las copas, las servilletas, entre ot

para cenar —decía mientras yo colocaba los cub

e todo sea perfecto —dijo Helena mientras se relajaba en uno de los pocos momentos que me perm

destartalado escarabajo aparcado a unas tr

de verme. Estaba haciendo horas extra casi todos los días, eso significaba más dinero

a al verme. Julie se acercó con D

é mi cartera en el sofá y los recibí con un f

Annie —dijo Juli

je mientras sonreía—. ¿Mi

en su habitación —dijo mien

una niñera, pero bien que podía disfrutar de tres hor

charte —dije mientras tomaba a

—dijo Lucy, tomó su abrigo y con un pe

regunté mientras me sentaba con Dante

m. Ese era mi mucha

No le creía, estiré la mano con los

ada. Si Catrina estaba diciendo la verdad no tendría probl

cuad

a y me trajo su cuaderno, me fijé en la últi

en su corralito—. Ahora vas a hacer la tarea y luego te vas a quedar

tigábamos sólo siete minutos, pero esta vez había mentido y ese era un hábito que n

abreada. Se suponía que él era el pad

a para la escuela y encima mintió —

os chicos hagan la tarea —dijo. Lo miré con los

el hecho que yo estaba en el trabajo haciendo horas extra mientras él descansaba porque sabía por dónde iba a terminar la conversación: Con él diciéndome por cuánt

Catrina no? —preguntó Kentin, le ib

porque yo voy a su mismo colegio —d

Liam! —le g

ue estás en el mismo colegio que el

ue me llamen de dirección para retarme porque ella se porta mal. Quiero cambiarme d

tate! —l

en la vida me lo voy a perdonar pero que consideré necesario en ese momento: Le di v

duro y Liam miró todo co

respeto y no te podrás sentar en una semana de la tunda que daré, ¿soy clara? —le pregunté. Catrina empezó a

cosas del colegio sollozando. Liam

dicen en dirección de t

a sus compañeros y que responde mal

tranquilo si cambiamos a C

mbien a mí —dijo Liam—. Ya me con

e. Le di un beso y le acaricié el cabello, Liam se retiró a su habitación y miré a Kenti

hacer la tarea con ella. Mi hija menor terminó con sus deberes cerca de las once

berrinches —dije mientras mi hija

amá —m

e mis hijos sean unos maleducados, y menos que estén faltando el respeto a todo

cara. Ella me miró con prudencia pero luego se acercó, la tomé en brazos y la subí

podía entenderle nada. Le indiqué que se tranquilizar

eros me dicen “rayada” —dijo

nté, Catrina asi

se mezclaban con su cabello castaño, pero eran sus genes. Había heredado el cabello rosado de mi madre

no podía ser. Tenía que ir a hablar con sus

uy ocupada —dij

uedes guardar estas cosas. Te hacen mal —dije, mientras la abrazaba. Catrina empezó a

vitarlo, empecé a llorar. Me h

or golpeart

Eso bastaba para mí. Me se

nsando en inscribirte en alguna actividad ¿qué

jor dos veces ¿El mini huracá

Catrina no parecía muy entusiasma

ar con mi marido. Entré a mi habitación y para sorpresa mía, Kentin no estaba

ja, pero antes de que

en el colegio —le solté. Kent

¿por quién

s mechitas y sus profesores la castigan porqu

nació! —exclamó mi esposo—. Mañana mismo voy a hablar con los profesores, l

ije mientras me desabrochaba la blusa—. En vez de hablar con é

piensas mandarlo

manera irá a la escuela militar!

nsando hacer eso

puedes hacer eso con Liam —dije, me quit

siendo ese enano ñoño de enormes gafas

. Kentin se rio. Me quité la blusa y sentí la

sexy esposo con abdomin

rar. Me di vuelta y

pasado ni tres meses y ya esté pidiendo permiso par

g que estaba padeciendo. Así que acordamos algo: Catrina se comprometía a mejor su carácter y el colegio llamaría a una charla con todos los padres de los compañeros de nuestra hija. Por ende, dijeron, no hacía falta cambiar a Liam de instituc

o lo mejor es mandarlo a un colegio de varones —

? —preguntó Kent

nía en mira—. No es caro, integra a chicos de varias clases sociales, tienen un sistema preventivo

y menos uno católico —dije. Gaeil me miró sin entender—. So

tamos y ayudamos a todos, sin distinguir nada en nadie. Es justamente el pensamiento de Don Bosco: el amor y la tolerancia. Yo pasé por muchos

guía la Virgen con un niño en brazos y un cetro. La misma Virgen q

—anunció mientras a

Gaeil...

ar a Liam conmigo, yo doy clases de guitarra allí para los chicos. Que Liam conozca el colegio

hijo? —preg

arlo —respondi

notaba antiguo pero bien cuidado. Lo que más me llamaba la atención fue el tamaño que abarcaba el colegio, ya que tenía ocupaba una manzana entera. Subimos las escaleras de entrada y nos sorprendimo

e acercaba al busto—. Este es Don Bosco. Ese era su lema,

e investigaría la vi

sorpresa fue aún mayor cuando vi que había niños jugando en el patio, ¿qué hacían niños jugando en el colegio un sábado por la mañana? Eran todos varones, pero también había sacerdotes jugando con ellos. Agarraban su l

rio, lo mismo las artes, oficios, la alegría misma, ¡él mismo era equilibrista! —rio Gaeil mientras

su alrededor vinieron corrien

azo y luego nos presentó—. Ellos son mi hermano y mi cuñada, Ke

riano era un hombre joven, rubio,

ando nuestras manos, luego se dirigi

as —ri

aron mis muchachos

emprano —rio

estar disfrutándolo, yo miraba todo con recelo y Kentin... era difícil entender su gesto. Mariano y mi hijo se acercaron a un grupo de chicos que estaba jugando al fútbol y el sa

guntarle por el colegio? —pregun

e ir a preparar el taller, nos vemos en una hora —dijo y

unos minutos? —

entamos en uno de los cantero

í —comencé—. Así que trajimos a Liam para que él decida si se siente cómo, pero quer

entiendo —

, los talleres, las actividades extraescolares, los talleres de artes y oficios, todo lo que hacía a la institución en sí. Nos sorprendió ver el abanico de opcione

otra duda? —pr

tó Kentin, se lo veía entusiasm

e es mixto. O si prefieren que sólo haya niñas, también tienen la opción del Colegio del Sagrado Cor

us clases de guitarra ya había pasado y Liam regresó transpir

saste, hijo? —p

os se acercaban, uno era gordito y moreno, el otro era flacuch

enga a este colegio con n

je, Liam exclamó que sí. Yo reí, tod