timi
andalizada y con la confusión ap
resa, para él aquello era cuando mucho un contratiempo, pero
no es mi culpa que su torpeza le hiciera fir
ltivez desmedida. Con una mirada de pleno desencanto le dejé en claro que sus palabras no habían calado en mi ánimo, sino que, al contrario, habían potenciado mi enfado, pero ese gesto de mi parte parecía haber desen
cara―, pero debe aprender que aquí, y ahora también en usted, quien manda soy yo, así que debe aprender
sus encantos eran irresistibles de una manera dolorosa, me vi obligada a mantener en
nder que alguien esté dispuesta a aceptar e
jada y con un tono de voz contrariado que dejaba en claro que é
dignidad de la persona... lo que usted
d no es capaz de procesar. No tienes idea de cuantas desearían estar en tu lugar, incluso tú pudiste ver a la rubia que se retiró con lágrimas en los ojos porque la rechacé a ella para
de manera sorprendente el vacío dejado por sus dedos. No podía explicarme él cómo podía seguir sintiendo algo por un hombre que demostraba tal nivel de enajenam
acepten esto de plena voluntad ―dije cuando él
vieron a abordar para darme la
al aliciente... pero la mayoría lleg
os, injurias y esclavitud consensuada? ―pregun
o, acostumbrado a no recibir ese tipo de oposiciones, de alguna manera había conseguido apelar
de sus sentidos son explotados de formas inimaginables y que de otra manera solo quedarían en su imaginación. Algunas pueden pensar en los beneficios de la vida glamorosa
como el pavoneo de un macho sin un mínimo de humildad y con una soberbia altivez inconmensurable, sin embargo, por la calma con la qu
ió las ansias de probar todo eso que él decía. Mi mente estaba lista para renunciar de inmediato y salir de una vez de e
sclava sexual... todo eso bajo un acuerdo de confidencialidad y con una cuantiosa remuneración económica para ella, incluida una casa, un auto y un montón de privilegios más. La dejé ir a ella porque me atrajo tu inocencia
ato con ambas ma
resplandor brillo en