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Historia

Capítulo 2 Un encuentro accidentado

Palabras:4369    |    Actualizado en: 17/01/2023

encuentro mu

a hacia su padre, puesto que no podía entender el por

ía descabellado que Colate la hiciera pasar por tantos sacrificio

en que pongas a Paulina a trabajar, pero por qué no pued

decisiones y mucho menos si esto tenía que ver con

o que sabe manejar las cosas tanto en la empresa como aquí, soy yo. Tú h

que prácticamente era un ser nulo en esa casa, pero tenía miedo

ra pegarle cuatro gritos, pero eso sólo estaba en su imaginación, de pron

e, por mi te puedes i

o lo que solamente estaba e

e quedaste viendo el techo? ¿Se p

e que todo lo que había dicho, tan sólo se lo hab

nes razón, mejor me voy a l

ratando de ver cómo hacía para poder llegar a la

que vaya con él a la empresa, es que ni siquiera puedo tomar el auto de mamá que está prác

podía viajar de esa forma puesto que ella jamás se había montado en un transporte público. Pero no le quedaba de otra, no tenía suficiente dinero para un taxi y era misión imposible irse caminando, puesto

¡Buen

le sonrió

días señorita,

rpleja sin poder entender, cómo iba a hacer pa

ía ningún movimiento para subi

a a quedar mirando el pais

prendida mientras miraba al montón d

e resp

e me deje en la empresa de arquitectura Dosama

a barbaridad que había dicho Marielena, no es

pregunta según ella coherente, además si era un transpor

er le r

esto no es Uber? Si quieres quedarte en la fulana emp

bus la iba a dejar a

, está bien yo me voy a subir,

sagrado al sentir los malos olores de algunas personas que tenía ahí de

cabeza para atrás, pero la gente igua

ue me los pegaron todos. Dígame este señor que llevo a mi lado, pa

e una de las experiencias más aterradoras de su vida, por fin estaba lle

cuchaba. Tuvo que pasar por encima del montón de gente, mientras sentía que unos la llenaban de sudor y

egó a donde estaba e

o diciéndole que se pare y usted como si

la miró

que le tiendan la alfombra roja. A

por fin salió del autobús, comenzó a olerse ya que sent

ello como un alambre, se le había roto la tira de la cartera,

para poder llegar a la famosa entrevista de trabajo, que p

enía pautada para las 8:00 am. Entró con toda la calma, puesto que tuvo que

estaba una joven hablando por teléfono de lo

no quería que nadie en la empresa se enterara que ella era su hija, así que se puso a pensar “y ahora qué digo? Porque no puedo decir que soy una Dosamante, ento

erara, ella estaba instaladísima y además comodísima hablando por

rla telefónica, Paulina metió su brazo por encima del mueble de recepci

visita telefónica? Te dije hace exactamente 5 minutos con 18 segundos, que tengo una cita con

erpleja al ver la reacción de la jove

o ni siquiera sé quién es usted, además el L

era ella realmente, trató de calmarse y respirar, puesto que pensó: “Paulina cálma

or Colate Dosamante, ¿será que puedes

ante, no le quedó de otra y agarró la bocina de mala gana y marcó a la

entra una señorita que dice que viene recomendada del señor Colate Dosamant

a entrevistarse con él, al enterarse que ésta se encon

mente, aunque llegó retrasada, p

cionista

sada te va a recibir, así que puedes seguir adelante,

a resp

no se te haya fundido el ce

la miró de arriba

gualada eres, ni q

bras de su padre y de la posibilidad de quedar fuera de toda su fortuna, se retractaba, además no tenía a dónde ir, porque de ella no

seguir su camino para llegar a la

nde le había indicado la recepcionista que s

un aviso en la entrada. Se acercó y efectivamente decía: Dpto. De rec

una voz ronc

¡Ad

rrillo, era tanto el humo, que parecía que la oficina estuviera metida en medio de la

ina

puede trabajar así? Casi

creciendo y perdió todo contacto con la joven, además Paulina jamás se interesó por los asuntos de la empresa, por lo que jamás frecuentó las instalaciones de la misma, es por esa razón que ninguno de los que allí trabajaban la conocían personalmente, sólo se había escuchado su nombre. Así que no la veía desde que era una niña, pero sabía el porqué ella iba a esa entrevista de trabajo con él, ya que Colate el padre de Paulina, le pidió ese favor persona

as tardes! —

riando, atribuyéndolo a la cantidad de humo que había en la oficina, as

le res

cir, creo que el humo no le deja ver

ndose el puro de la boca

n le digo buenas tardes, porque ha llegado retra

lo miró

y no conforme con eso, tener que lidiar también con gente que parecía sacada de la jungla, donde me empujaron, me dieron manotazos y además me pegaron todos sus olores espantosos, para de igual forma tener

uro, cuando ésta terminó de narrar toda su ave

¿o tengo que soportar un p

el humo del tabaco, sin embargo ante la pregunta

omo yo tampoco tengo porqué soportar su horrible o

través de sus an

o tiene idea con quién e

López y me va a entrevistar para darme

ita cuáles son los requisitos para ten

na pero por casualidad será algo así como

haber llegado tarde a la entrevista, ya la hubiera despachado hace exactamente 8, minutos con 55 segundos, que es el tiempo que lleva aquí narrando su historia de

n atención y sin pestañ

quién soy yo? Cuando dice eso, ¿Se re

ue yo la emplee en su propia empresa y sin ningún tipo de privilegios, asignándole un puesto de acuerdo a sus conocimientos y que va a desempeñar por el periodo de un año sin que nadie de la empresa se entere realmente quién es usted. Hasta ahí está todo bien,

r si el humo de su tabaco no entrara tan

s a ser más prácticos,

qué sabía ella hacer, porque en realidad esa pregunta ja

entos todo lo he comprado hecho,

tiempo para sus impertinencias. Cuando le pregunté sobre qué sabía hacer, me refer

nrió y le

ue tengo habilidades, sé cantar muy bien, ¿Quie

haciendo un gesto de obsti

ga que usted es un caso perdido. No tengo la paciencia para lidiar con este tipo de cosas, a

ue se iba a poner su padre, saltó

que si no me da el empleo, me quedo sin herencia? Necesito el trabajo porque además mi

garia puesto que sentía que no sabía cómo manejar e

ra y en realidad le dio mucho pesar ver a la joven suplicándole, porque si bien era cierto que ella no sabía hacer nada, no era

piró profun

y a hacer única y exclusivamente para darle una oportunidad de que le demuestre a su padre que sí es capaz de pasar la prueba. Y también es un reto p

los arquitectos nuevos que ha contratado la empresa, en vista de que no tengo otra cosa que ofrecerle hasta los momentos, entonces usted tomará ese cargo a partir de mañana a las 8:00 am en punto ¿Me escuchó?

ón de asombro, puesto que ella pensaba que era nada más ese

que volver a madrugar mañana?

miró y

, mañana, pasado y todos los días de lunes a viernes,

ro por lo menos pensé qu

sted, cuál sería

o largas calles bajo ese sol inclemente para poder llegar aquí a trabajar como un esclavo, mínimo uno debería entrar a las 11:

las manos a la c

squez es un hombre muy exigente, así que de no cumplir bien con su trabajo, l

ne que voy a hacer en

ni siquiera al arquitecto Velásquez quién es en realidad usted. Y ya veo que el apellido que va a usar es el de su madre, pues bien de ahora en adela

ñana Lic. López ah y

de la oficina, el L

a aguante media hora de traba

go cuando pasó por la recepción, se que

a y acostúmbrate, porque vas

cara, sin embargo no le dio impo

en la mano y en la otra traía varias hojas enrolladas donde estaban dibujados unos planos. Pero ella venía tan distraída que no se dio cuenta de qu

se le había manchado la blusa y el pantalón de café. Mientras que

o no tienes ojos? ¡Mira

en segundos y nada más por culpa de no fijarse por donde camina. Usted lava su ropa y listo, en cambio yo, teng

lavandería? ¿Tiene idea cuánto cuesta ésta bl

alcriada. Ah y me faltó maleducada porque ni siquiera una di

loco si pretendes que yo Paulina hija de……— en ese instante recordó que n

ién? ¿Por qué te qued

én soy hija y ultimadamente, me tengo que ir. As

de acuerdo, porque espero no verte

u camino. Lo que ella jamás se imaginó era que ese hombre al cual había llamado patán era nada más y

itivamente su ida a la entrevista, había comenzado con el pie izquierdo, s

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Contenido

Capítulo 1 Un nuevo empleo Capítulo 2 Un encuentro accidentado Capítulo 3 La tarjeta de presentación Capítulo 4 Colate ataca Capítulo 5 Un jefe inesperado Capítulo 6 La fotocopiadora Capítulo 7 La furia de José Manuel Capítulo 8 Las acciones de la empresa Capítulo 9 Buscando a Susana
Capítulo 10 Una reunión extraordinaria
Capítulo 11 La complicidad de Colate
Capítulo 12 Susana enfrenta a Colate
Capítulo 13 Una faltal coincidencia
Capítulo 14 Mar y tierra
Capítulo 15 Un beso inesperado
Capítulo 16 Una pasión desenfrenada
Capítulo 17 Hortensia
Capítulo 18 Una llamada desesperada
Capítulo 19 La casualidad
Capítulo 20 De vuelta a la realidad
Capítulo 21 La desilusión de Paulina
Capítulo 22 La nueva presidenta
Capítulo 23 La nueva oficina
Capítulo 24 La decepción de Paulina
Capítulo 25 El final de Rogelio
Capítulo 26 La confesión de Yajaira
Capítulo 27 Una desgracia inesperada
Capítulo 28 Cámaras de seguridad
Capítulo 29 Borrando evidencias
Capítulo 30 Cada cosa en su lugar
Capítulo 31 Celos equivocados
Capítulo 32 La herencia
Capítulo 33 El adiós
Capítulo 34 La hipoteca
Capítulo 35 Tres semanas después
Capítulo 36 Una noticia inesperada
Capítulo 37 Un comprador anónimo
Capítulo 38 El nuevo emprendimiento de Susana
Capítulo 39 Una sorpresa para Paulina
Capítulo 40 La torre de pañales
Capítulo 41 Planes
Capítulo 42 La visita a prisión
Capítulo 43 Más sorpresas
Capítulo 44 El gran día
Capítulo 45 El capítulo final
Capítulo 46 Epílogo
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