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Historia

Capítulo 5 La castaña de la cafetería

Palabras:1982    |    Actualizado en: 10/02/2023

an

ito plastizado que ilustra un círculo del tamaño de un guisante. La base de mi dedo pu

lindo, pero no he plane

os en algo más, pero siempre mantuvimos claras nuestras intenciones, y, por tanto,

de la madre de mis hijos, siempre pensé tenerlos con aquella que ocupa

ros se aferran a sus venas y trae puesta una ma

Camino hasta llegar a su lado y tom

rida que va desde su barbilla hasta la comisura de su labio inferior. Frunc

Intenta no hablar para que mejores

, dicen los doctores que la quemadura en esa porción de su piel está estimada como grave, catalogada com

no... Él no lo ha conseguido —musit

le asignaba la protección de Riley

deberás permanecer aquí unos días, pu

ntra un árbol, según los investigadores y testigos, Max intentó evitar colapsar contra otro auto que se saltó un "stop". Todo el cristal delantero se hizo añicos, Riley que iba en el asie

tto bene piccola, siamo una squadra e non ti lascerò mai sola —susurro y dejo de acariciar su cabello para ahora darle atención a su vient

do un sí y suspiro prof

e vamos a s

ros y la ayudo a recomponerse sobre la almohada. Niega repetidas veces y a tra

on algo así. Quiero que sepas que la decisión es tuya, te apoyaré. Pero igual debes pensarlo, tu y yo no... no somos más que amigos qu

errumpe su médico de

el, mire, ha despertado ¿Es

puntos cumplan con su trabajo —informa y se sitúa a la derecha de Riley—. Señorita Rossi, en unas horas será some

ustado y me apresuro a calmarl

es por tu bi

esgos son totalmente a

que haga falta —sentencio con

un par de tonos. Finalmente una voz femenina

ora R

a allá, en diez minutos

me a Miami, necesito que me mante

o que te recuerde vuestra conversación de ayer, dice que ten

o llamaré para que me

ana, pero Giada me ha dicho que luego cae e

os una charla cuando regrese. Emma debo colg

cuídate, no te

ara cerrar mi apartamento y diri

fue subir a otro auto y viajar durante cuarenta y cinco minutos hasta mi Penthouse Esencial ubicado en Miami Beach. Bruno s

zo mucha gracia. Pero bien sé que ella puede con todo sola, a demás, tiene la ayuda de Thomas, y n

al que ella no paró de lanzarme falsas acusaciones en contra de Es

muy tormentoso

cual nos hizo volver repletos y cansados dispuestos a dormir hasta el día siguiente, en el cual debem

os días

on el encargado del local para que les ceda el terreno —me

n —digo y muerdo el interior de mi mejilla mientras aparcamos en un extremo

compradores tras evidente bancarrota como resultado de la estafa a la que fue sometido. Bien podría levantarla él mismo, pero desistió de producir en esta zo

egún Dashton, el dueño del local es cubano. Quedamos en firmar la propiedad de la Empresa solo si las tierras abarcan también parte de la ubicación de la Cafetería, pues Dashton est

a penas chistar. Pisa el acelerador y emprendemos un v

Everglades cerca de las playas de Miami Beach. Las calles y centros

tica antigua, hay un letrero con luces encima del techo que ilustra el nombre del local: "

ial de aquí es

sicos —le digo y me quito el cinturón de segurid

, dónde se halla Bruno tras los oscuros cristales. Un jóven me observa sorprendid

odrías decirme si el

nero si está, puedo decirle que lo atienda —me explica y asiento. Pero antes de que se marche a llamar al cocinero suelto un chiflido y llamo su atención. El joven regresa y sac

s me responde, su mirada se concentra en los billetes que sostiene entre sus m

sí bro'! Muc

s mesas del local, el cual se puede observar perfec

shton. Contesto y le explico lo que tengo pensa

vestida de mesera desde el interior de la cafetería. Sostiene una bandeja entre sus manos y me mira como si fuese un bicho raro. Por un momento me pierdo y dejo de escuchar a Dashton, porque mi atención se fija únicamente en la castaña de bonito cuerpo que

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