rdados, que cada vez más

a n

abitación y recordaba los momentos que había vivido junto a su madre. Realmente la infancia de Charles había sido hermosa y lo había sido más, cuando

imagen y una lágrima traicionera salió de los ojos del joven mientras veía el retrato, realmente la extrañaba todos los días y maldecía cada día

ar

oco amor que le tenía a mi madre, pero de algo estaba seguro que jamás se lo perdonaría, el provocó que Sara y yo nos distanciáramos de él. Nada es igual cuando se rompe, es como una c

ría evitar que Sara me viera así. Sabía perfectamente cuanto mi hermana extrañaba a mi

, cuando siento un golpe en

je dejando la t

mi pequeña herman

amente ella podía sacarme - ¿Qué te trae por aq

lla me interrumpió – déjame terminar Charles, entiendo el odio que tienes hacia nuestro padre – mientras agarró mi mano – también siento eso por él, fue duro cuando nos dijo que iba a

ermana tenía razón y por alg

besando su mano – no accederé – mirándola con ternura - le prometí a nues

cto logró que una sonrisa saliera de mí, e

la carta? – dijo Sara

dije sacándo

ero aun así la vio. Detúvo que cerrara el cajón

idió de igual forma pintarnos – recordando ese momento – te veías tan tranquila y hermosa, que mi madre aprovechó – abrazándola por los hombros – aparte del cuadro gr

señaste? – dijo confun

ristecerte más

pero sé que en algún lugar… – dijo mirando la pintura y ac

do su frente – bueno estas preparada para

ajón dulcemente, se recostó en mi cama y la miré

e ir a dormir a tu cam

a contigo – dijo Sara riendo –

, pajarito – dije riendo

gruñón – dijo s

omo siempre hacía de niña, cuando tenía miedo y venía a dormir conmigo en busca d

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Junio d

dos H

o les he escrito, pero aun así siemp

an entender que la enfermedad de Francisca me volvió loco y perderla me devastó por completo, llevándome a pensar que me sentiría so

or de mi vida, pero sé que mi dulce Francisca hubiera querido mi felicidad y no estar llorándola por los r

ver a ser una familia como lo éramos cuando su madre vivía,

i decisión hoy en día y puedan perdonarme, porque los amo hijos y lo único hermo

ego otra cosa solamente me gustaría tener a mis dos hijo

or, su

io Leopol

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mi hermana que se mantenía calla

equeña? – dije ac

ción es buena o mala – dijo suspira

eguro – mirándola – que viajaré solamente yo, si decidimos hacerlo – mientras besaba la frente de mi hermana – antes de exp

uando estaba nerviosa, la abrasé más a mí y pensaba que haría todo por proteg

de C

an conocido en su infancia y casi adolescencia, no era el mism

admirado por todos, pero eso se había perdido cuando el hombre pe

sado más el abandono de sus dos hijos, lo llevaron a ser ese monstruo que atormentaba cada día a la joven violándola y pegándole has

ró

ormido sin forzarme a estar con él. Se había encerrado en su estudio y emborrachado hasta dormirse allí mismo. Con Alber

hacia mí, cuando vinieran si es que lo hacían. También si alguna vez, seria feliz lejos de este lugar con alguien que me haga eriz

ien, estoy a

todas mis fuerzas que se

e Ver

que una estrella fugaz pasaría justo p