isma. Hoy es su fiesta de compromiso. Ha pasado una semana desde que el teniente estuvo en

las fiestas ya que es una chica reservada. Además de eso, al ser de clase media o baja, los lujos no son parte

su padre es lo primero que escuc

ra con ojos brillantes, para dejar escapa

e —admite tirando del vestido

ar su talla, lo que evidencia que le ha tomado la medida con los ojos y ha acert

. Para ella, lo mismo le sería ir vestida con jeans y zapatillas

, hija mía. Tan

también va vestido de gala, con un esmoquin negro, pare

. Tú también e

. Al principio cuando dijiste que no, estaba cegado por los problemas, pero pensándolo mejor, vi que era una locura, y cuando tú misma llamaste al teniente, vi lo eno

as dudas que pudieron haber quedado respecto a su de

a. Ahora vamos, no hagamos esperar al jefe —añad

ejo para asegurarse que todo est

ena en lo alto de la escalera y dispara la cámara fotográfica que tiene de

onreír, no lo logra porque siente un nudo en la garganta que n

nta se responde de inmediato cuando su madre, en su vestido negro de gala, abre la pue

u primer nombre, pero ella no se atreve porque siente que le está faltando al respe

gual de imponente que la primera vez que la vio y esta vez no tardan ni un mom

se hace mucho más amplia cuando contempla a Iris. S

favor, sean

u cercanía hace que pueda apreciar el olor de su colonia, que huele demasiado bien, varonil y pe

a quedado el vestido. N

gesto —trata de ser amable, pero su g

obert, de todos modos

iero llamarle tenien

como vencido

argaré yo de hacerte gritar mi

es ningún santo y ya ha empezado a sacar la verdadera intención detrás de todo esto. Todavía sin

esentarte a alg

s. Por lo general, son compañeros de trabajo, hombres de edad similar a la suya cuyos nombres olvida

siste más, Robert la toma de la mano y le

ra propia fiesta? —pregunta, fingiendo interés por los inv

uy bien a solas —d

ines. Tan pronto quedan ocultos tras los arbustos, le tira contra su pecho