img La secretaria fea del millonario  /  Capítulo 5 Beso ardiente | 8.06%
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Historia

Capítulo 5 Beso ardiente

Palabras:2632    |    Actualizado en: 05/03/2023

a exhaustiva noche con Tamara, tomó la pequ

exi y prepotente. Como me gustaría encontrar a

la fea era virgen!Sus manos comenzaron a sudar, y su

s lugares privados y el muy cochino lo hace en las oficinas… Aunque, como me

mo un palo, como si no acabará de tener pasión con su recepcionista. E

i fue él primero que dij

do, deseando que fuera el día siguiente para poder verla, porque aunque Demetrio

levantó con un terrible dolor de cabe

só al verse en el sofá de su ap

a seguir durmiendo, tenía que trabajar en su proyecto, pue

e seda transparente. Vivía so

ir su pago, no tenía suficiente dinero para la desp

videollamada de su amigo Santino, que se había ido a Fr

a el único que tenía; lo había conocido en la universidad, él iba unos años más adelantado q

antino, de verdad era muy atractivo, Eva nunca entendió por qué él se había hecho su mejor amigo, era diferente a ella en

nocías a mi jefe y a su fa

lo, pero sí he oído cosas del don Juan, espero que no quiera

elina de las rosas Anderson? —Eva pegó una carcajada, cada

, te dejo —lanzó besos al aire con

res como Tamara»agarró sus cabellos con frustración. Aunqu

Evangelina comenzó a sonar, a ella le pareció extraño que alguien est

»Pensó camina

tanilla y enseguida sus pie

aba detrás d

mientras él siguió t

nsó nerviosa, y ahí es donde reco

s que ingeriste alcohol, hiciste

vine a trabajar en lo del proyecto

ar que iba a estar sola con su jefe le causa

de costumbre ya, que no estaba atado a un esmoquin y se veía espectacular con monos deportivos y una

er! Te has tar

n el momento que Demetrio se percat

la? Parecía una persona totalmente disti

anterior, parecía de una caricatura, además, llevaba el cabello suelto, cosa que la hacía verse aún más joven de como se veía de

esas fachas —dijo serio, tratando de esconder la en

tenido que descargar su furia en contra de Tamara, pues Eva lo había deja

s, qué vergüenza! —salió casi que cor

gente y también es dulce y espontá

o. No quería aceptar que la realidad es

su ropa y el encanto en los ojos de Laureti se esf

s, las mejoras, recuerda que tenemos una reunión donde tú debes ir conmigo —Demetrio

taba a su lado, comenzando a platicar to

o de Evangelina comenzó a rugir ferozme

n? Parece que tiene un león ahí

mientras bajaba la mi

a mí algo delicioso? —le dijo el

con una ce

pensó, sin responder na

frecerle, aún no cobró el primer pago y

tristeza en sus ojos, parecía que le causaba pena

s Eva? —le pr

a casa, he estado empeñada en ser una ingeniera reconocida en esta ciudad —habló con or

bservó, parecía que a fin de cuentas su jefe si tenía su corazó

tema, pero; sin embargo, no lo hacía al n

voy a adelantar el mes de sueldo —Eva abrió los labios sin c

ario, señor,

ar ese negocio, es más, este mes es un regalo —respondió co

, y con algo de vergüenza

lo y a la vez tan promiscuo»

llamadas lo colapsaban, hasta decir más, aunque Eva veía como él deslizaba las llamadas de los

Laureti mirando fijamente a Eva, que h

ede comer gluten se

uede pasar por un poco de

ó un servicio de deliver

—le preguntó Eva mientras llevab

o respi

mamá hace cinco años

—habló Eva en un susurro, mientras ve como

alcanzable Demetrio Laur

le encantaba cuando le decía señorita Anderson, la hacía sentir placer, era extraño, pero cada vez que é

veo, se volvió frío y distante —Eva tragó grueso, las palabras de su jefe habían

ar —dijo Demetrio

una pizca de maquillaje, y a pesar de eso su rostro se veía liso y suave; sus ojos de colo

pensó, sintiendo las pulsacion

o sin ellos, pero no tanto como para no notar los

el momento que, Demetrio se acercó a ella, qué inconscientemente mordía su labio inferior con fuerza, acto

er los de su secretaria, que en ese momento

que las sensaciones que siente en ese momento s

otro—. No soy una de esas mujeres fáciles con las que está acostumbrado

verla tan nerviosa y a la vez enojada, sus pupila

nando con la pared detrás. Podía sentir su

ás de tanta ropa —Eva se puso roja como un tomate, la respiración había comenzado a aband

s tentaciones Evangelin

e tenía, dándole una bofetada que hizo

e loca! —gri

ujerzuela, como Tamara! —gritó de vuelta en

que se esconde tras gafas y ropa holgada —las palabr

a! —señaló la pue

a mirada, haciendo un

gar como este ¿Qué se cree

¡¡despedida!!! —Eva lo miró con suma tristeza, pero man

ó dando un po

¡A mí! El hombre más millonario de la r

lo había despreciado, y Evangelina Anderson, que era una mujer "fea" y que no le interesaba en lo ab

uerte mareo y un dolor en el pecho; le

con algo de dificultad; estaba totalme

e, Evangelina se acos

a no tenía la culpa, solo tuvo compostura y no se dejó sobrellevar por el deseo

recordarlo, era sexi, muy sexi, y sus monos deportivos se lo habían demostrado

u jefe que eso, deseaba que fuera él quien rompiera la santidad que llevaba años guardando. Pero, tampoco q

sabor de la boca del italiano, en ese momento su centro comenzó a palpitar fuerte, y

i alguien pudiera verla cometiendo ese act

ndo de controla

—Eva se quedó pensando unos segundo, no sabía qué deci

parece que está intoxicado y necesitamos a alguien que venga a hacerse

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Contenido

Capítulo 1 Nueva secretaria Capítulo 2 Inrresponsable Capítulo 3 ¿Eres virgen Capítulo 4 Los pasos prohibidos Capítulo 5 Beso ardiente Capítulo 6 Un agua dulce como el nectar Capítulo 7 El pasado tu peor enemigo Capítulo 8 Bragas húmedas Capítulo 9 Déjame pensarlo
Capítulo 10 La belleza del alma
Capítulo 11 Ascenso
Capítulo 12 Una promesa no cumplida
Capítulo 13 Mi mujer
Capítulo 14 Enredos que enloquecen
Capítulo 15 De vuelta
Capítulo 16 Reencuentro
Capítulo 17 Baño de mujeres
Capítulo 18 Cuatro minutos
Capítulo 19 Borracho
Capítulo 20 Partido de golf
Capítulo 21 Si
Capítulo 22 Un pasado inoportuno
Capítulo 23 La madre de mis hijos
Capítulo 24 No te salva nadie
Capítulo 25 No lo haré jamás
Capítulo 26 Tres
Capítulo 27 Desgracias
Capítulo 28 Eres el único hombre que me Arma y me desarmar
Capítulo 29 Patada al niño
Capítulo 30 La ciudad del amor
Capítulo 31 Tony y Tomy
Capítulo 32 Sucesos de oficina
Capítulo 33 Los delirios de un psicópata
Capítulo 34 Atando cabos sueltos
Capítulo 35 Malas decisiones
Capítulo 36 Mi familia está primero
Capítulo 37 Mensaje de madrugada
Capítulo 38 No es solo una cara bonita
Capítulo 39 Una familia que me apoya
Capítulo 40 Patas para arriba
Capítulo 41 Buenas noticias
Capítulo 42 Cerrando ciclos
Capítulo 43 ¿Dónde está Eva
Capítulo 44 Italia
Capítulo 45 Ojos azules
Capítulo 46 Evangelina Anderson
Capítulo 47 Fiesta de disfraces
Capítulo 48 Recuerdos
Capítulo 49 Muertes
Capítulo 50 Las vueltas del destino
Capítulo 51 Massimo y Camille
Capítulo 52 Una nueva secretaria
Capítulo 53 Boda
Capítulo 54 Luna de miel
Capítulo 55 Nunca seré feliz
Capítulo 56 ¡Voy a dar a luz!
Capítulo 57 No es mi hija
Capítulo 58 Con mis hijos
Capítulo 59 Mi familia
Capítulo 60 Fin
Capítulo 61 Epílogo
Capítulo 62 Extra; Un contrato con mi sexi y torpe secretaria
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