Frágiles.

iel de gallina. Era un reloj nuevo detenido a las Doce, esperando a contarle el tiempo cuando me llevara en su man

enfriar mi café. Su nombre es Murphy, si,

de montaña después de una helada. Su cabello es grueso y muy castaño, parece una niña y en sus escasas sonrisas sonríe como niña. Pero Murphy es muy fría y tan sincera como la ley que lleva su nombre; “Si a

a pesar de mi intento desesperado al comentarle que ese árbol sabía más de la v

chillona, de que hablara con más resonancia nasal de lo normal. No me gustaban

una de las más especiales. Le gusta la noche y contemplar estrellas que para el

ábana y sentarse y entonces la ayudé. De pronto vi que sacó una cámara y to

le interesaba saber el nombre de las flores para su publicación de aquellas fotografí

una de las flores. Llegamos a un despeñadero que daba

ismo que yo

que lo veo.

ar como ese nac

que desde ese día estaríamos conectados por sie