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Adéntrate en un entramado familiar lleno de secretos y emociones intensas en "El padre de mis hijos," obra de la autora Camila Silueta, donde los lazos sanguíneos se ven desafiados por la sombra de la intriga y la avaricia.
Eugenio Navarro y Bruno Navarro, dos hermanos unidos por una conexión profunda, se encuentran en medio de un conflicto provocado por la cruel influencia de su padre, Eduardo Navarro, y su manipuladora esposa Lara Ramírez. En un torbellino de traiciones urdidas por la pareja, los lazos de sangre se ven amenazados, y los destinos de los hermanos penden de un hilo.
En medio de esta vorágine, ambos conocen a Olivia Miranda, una especialista en acupuntura, cuya presencia ilumina sus vidas con un brillo especial. Junto a ella, el pequeño Néstor, un niño prodigio, agrega un matiz de magia a la trama. Sin embargo, la pasión y los lazos que los unen a Olivia desencadenan una serie de eventos marcados por la mentira, el engaño y oscuros secretos que amenazan con socavar el amor fraternal y paterno.
Sumérgete en un relato cargado de intrigas familiares, donde las pasiones y deseos más profundos se entrelazan con las maquinaciones de aquellos que buscan romper los lazos que unen a Eugenio, Bruno y sus seres queridos. En "El padre de mis hijos," descubre cómo el amor, la lealtad y la verdad se entrelazan en una danza tan cautivadora como peligrosa.
parte 1: la historia de El padre de mis hijos
parte 2: personajes principales de El padre de mis hijos
parte 3: el capítulo más popular de El padre de mis hijos
parte 4: Recomiende 10 novelas similares a "El padre de mis hijos"
Eugenio Navarro y Bruno Navarro, son un par de hermanos que intentan ser separados por su cruel padre Eduardo Navarro y su mujer Lara Ramírez, se ven envueltos en una serie de intrigas por parte de la pareja. Ambos conocen una mujer que es especialista en acupuntura, Olivia Miranda y su hijo Néstor, un pequeño genio. Los dos se sienten atraídos por la misma mujer y la historia ocurre entre mentiras, engaños y secretos que ponen en riesgo su amor filial.
Hombre (Eugenio Navarro):
Eugenio Navarro es uno de los hermanos principales en la historia que enfrenta conflictos con su padre, Eduardo Navarro, y su madrastra, Lara Ramírez. Envuelto en intrigas familiares, Eugenio se ve atraído por Olivia Miranda, una especialista en acupuntura, lo que desencadena tensiones y secretos que desafían su amor fraternal.
Hombre (Bruno Navarro):
Bruno Navarro es el otro hermano fundamental en la trama, luchando contra las acciones de su padre Eduardo y su madrastra Lara, que intentan separarlo de su hermano Eugenio. Al igual que Eugenio, Bruno desarrolla sentimientos por Olivia Miranda, lo que agrega complejidad a la historia marcada por mentiras y engaños que amenazan su vínculo fraternal.
Mujer (Olivia Miranda):
Olivia Miranda, una especialista en acupuntura, se convierte en el punto focal de atracción para ambos hermanos, Eugenio y Bruno Navarro. Su presencia no solo despierta sentimientos encontrados entre los hermanos, sino que también revela una red de mentiras, engaños y secretos que pone en peligro el amor y la unidad de la familia Navarro-Ramírez.
Hombre (Néstor):
Néstor, hijo de Olivia Miranda, se destaca como un niño prodigio en la historia. Su papel resulta crucial en el desarrollo de los eventos, ya que su personalidad única y sus habilidades especiales pueden influir en el destino de los personajes principales y en la resolución de los conflictos familiares y emocionales que enfrentan.
El padre de mis hijos Capítulo 11 Son familia
No había tiempo para pensar; otra pelea estaba a punto de desatarse. La furiosa voz de Patricia retumbó con fuerza:
―¡Cuidado con lo que dice! ¿Está condenando a mi abuelo a la muerte? ¡Que alguien la saque de aquí!
Los guardaespaldas que estaban afuera se prepararon para entrar corriendo al oír su orden.
―¡Deténganse! ―gritó Eugenio. De repente, toda la sala se quedó en silencio.
Todo el mundo, incluso Olivia, se giró para mirar. Cuando vio a Eugenio, todo su cuerpo se estremeció. «¿Qué hace este hombre aquí? Justo se aparece el diablo en un momento crucial como este. ¡Maldición! ¿No tengo demasiada mala suerte ya?».
Al ver que era Eugenio, Patricia se le acercó deprisa.
―Eugenio, ¡has regresado en el momento justo! ¡Jimena trajo a una mujer de Dios sabe dónde y se empeñó en dejar que atendiera al abuelo! Habla de forma muy grosera y tiene una actitud muy arrogante. Aún más, ¡ha condenado al abuelo a la muerte!
Olivia soltó una carcajada al escuchar esas palabras.
―Disculpe, señorita. Su capacidad de razonamiento es muy preocupante. ¿Estudió usted español con un profesor de gimnasia? ―Una vez dicho esto, se dio la vuelta y miró a Jimena―. Lo siento, Señora Balmaceda. Parece que no estoy destinada a tratar al Abuelo Navarro. Me temo que no podré ayudarla. Por favor, búsquese a otra persona.
Sin embargo, Jimena la agarró e impidió que se marchara.
―Por favor, no se vaya, Señorita Miranda. ―Miró a Eugenio y le suplicó―: Eugenio, Nataniel invitó especialmente a la Señorita Miranda a la residencia. Dice que es una doctora muy hábil. Por favor, ¡deja que lo intente! ¿No deberíamos considerarlo como nuestra última esperanza de que funcione un tratamiento? Sigue siendo mejor que una cirugía, ¿no? A su edad, ¡el abuelo no sería capaz de sobrevivir al proceso!
―¿Desde cuándo Nataniel ha hecho algo en lo que se pueda confiar? ¿Olvidaste por qué Eugenio lo castigó con que no regresara nunca más del extranjero? ―se burló Patricia.
El padre de mis hijos Capítulo 12 ¿Quién diablos es esta mujer?
Eugenio la llamó de repente. Aunque él estaba inmóvil en su lugar, Olivia podía sentir que su aura la presionaba.
―Señorita Miranda, permítame disculparme en nombre de mi familia. Mi abuelo lleva una semana inconsciente. Si es capaz de curarlo, por favor, hágalo. ―Su actitud era bastante educada.
Entonces, Olivia se detuvo en seco y lo miró.
―¿Acaso no dijo que tengo problemas de carácter, Señor Navarro? ¿Por qué? ¿No teme que mi personalidad sea tan mediocre que pueda dañar al anciano durante el proceso de tratamiento?
Él la miró con sus largos y finos ojos.
―Creo en la benevolencia de un médico. Estoy seguro de que no jugará con la vida de una persona, Señorita Miranda.
Por su parte, ella torció los ojos y resopló para sus adentros. «¿Por qué ya no es arrogante?».
―Puedo ayudarlo, pero tendremos que discutir las condiciones de pago por adelantado.
Los ojos de Néstor brillaron y tuvo una inexplicable sensación de excitación. «La venganza de mamá está cerca».
Al mismo tiempo, Eugenio frunció las cejas con naturalidad.
Ella lo miró a los ojos y le dijo:
―Señor Navarro, he accedido a tratarlo, pero no me atrevo a garantizar que pueda curarlo por completo al momento. Sin embargo, estoy segura de que puedo lograrlo. Al principio, iba a prestarles mis servicios de consulta de forma gratuita debido a mi relación con Nataniel. Por desgracia, tengo una mala costumbre: soy mezquina y guardo rencor. Director Navarro, los precios de mis consultas son muy altos.
El padre de mis hijos Capítulo 13 Un precio exorbitante
Después de cerca de treinta minutos de arduo trabajo, Olivia al fin se detuvo. Miró a la multitud que la rodeaba con el rostro cubierto de sudor.
―No se preocupen; el Abuelo Navarro estará bien. Se despertará en diez minutos si no ocurre nada inesperado.
El ambiente quedó en silencio y nadie habló una palabra, excepto Patricia, que dijo disgustada:
―¿Mi abuelo se va a despertar solo porque le ha clavado unas agujas? ¿De qué demonios presume? ―Sin embargo, mantenía la mirada fija en el anciano tumbado en la cama como si tratara de verificar las palabras de Olivia.
Por su parte, Olivia la ignoró y se sentó a un lado a descansar.
―Toma, mamá. ―Néstor le entregó un pañuelo que tenía listo de antemano.
Ella lo tomó, sonrió y le acarició la cabeza.
―Gracias, Néstor. ―Mientras se limpiaba el sudor, volvió a mirar a Eugenio y sus labios dibujaron una sonrisa.
―Director Navarro, el precio de la consulta es de cincuenta millones.
Del mismo modo, él también dibujó una ligera sonrisa en su rostro. Entonces, extendió la mano hacia atrás. Carlos le entregó un cheque al instante. Él lo tomo y luego se lo dio a Olivia.
―Exige usted un precio exorbitante, Señorita Miranda. ―Su sonrisa insinuaba la suficiencia de haber previsto ya sus acciones.
Ella se quedó sorprendida por un momento al ver el cheque. «¡Maldición! ¡He pedido demasiado poco!». Su inconformidad se intensificó aún más, sobre todo cuando vio la desagradable sonrisa en los labios de Eugenio. Lo miró con furia y alargó la mano para tomar el cheque. Sin embargo, no esperaba que una figura se abalanzara de repente sobre ella y se lo quitara antes de que pudiera palparlo. Entonces, Olivia frunció el ceño y se giró para mirar a Patricia, que había sido quien se lo había arrebatado de las manos.
El padre de mis hijos Capítulo 14 Solo quiero a papá
En ese momento, se escuchó la voz de Patricia en la habitación.
―¡Abuelo! ¡Abuelo, está despierto!
Todo ese tiempo había estado mirando con atención al Abuelo Navarro, que se encontraba encamado. Su grito sorprendió a todos los presentes, quienes luego corrieron hacia la cama.
Olivia frunció el ceño, pues le preocupaba que las personas aplastaran a su hijo. Justo cuando estaba a punto de acercarse y llevárselo, Eugenio se adelantó de improviso y agarró al niño en sus brazos. No obstante, tenía el ceño fruncido, lo que hacía que la expresión de su rostro no fuera agradable.
―Carlos, César, dejen que vayan a ver al abuelo por turnos. Acaba de despertarse; no podrá soportar tanto ruido de golpe.
Ellos respondieron de inmediato a sus órdenes. La Familia Navarro estaba creciendo. Después de todo, el Abuelo Navarro tenía cuatro hijos y estos, a su vez, uno o dos. A partir de ahí, le sucedieron nuevas generaciones. Si se sumaban todos, casi ciento ochenta personas conformaban la Familia Navarro. Ese día, solo estaban presentes veintitrés. Sin embargo, si tantas personas se amontonaban alrededor del anciano, podrían aplastarlo y adelantar su encuentro con su Creador.
Por otro lado, Olivia tomó a su hijo de los brazos de Eugenio y le dio las gracias. Néstor mantenía sus pequeños labios apretados y sus grandes ojos negros semejantes a las uvas, parpadeaban en dirección a Eugenio. «¡Este es mi papá! ¡Mi papá me ha llevado en brazos! ¡Mi papá me ha llevado en brazos!»
¿Cómo podía saber Olivia que ese pequeño estaba a punto de estallar de emoción? Por lo tanto, le habló a Eugenio con profesionalidad:
―El Abuelo Navarro ya debería estar bien. Le prescribiré una receta. Esta medicina acelerará su recuperación.
Eugenio asintió y la siguió hasta la sala de estar. Entonces, ella escribió una receta en un papel y se la entregó.
»Déselo dos veces al día durante la mitad de un mes; una por la mañana y otra por la noche. Si ya no hay más nada que hacer, me despido.
Él tomó la receta y le hizo un gesto de despedida.
El padre de mis hijos Capítulo 15 ¿Por qué debería pedirle perdón?
Olivia se frotó las sienes y contuvo la irritación que sentía. Luego, decidió llevar a su hijo al centro comercial cercano para que comiera algo delicioso y compensarlo así por lo que no podía darle. Llamó a Katia y la invitó a comer a un restaurante del centro comercial.
—¿Te ganaste la lotería? —preguntó Katia al ver la mesa repleta de apetitosos platos.
—Sí, nos ganamos la lotería —asintió Olivia. «Ah, no hay nada que supere la alegría de gastar el dinero que he extorsionado»—. Más tarde, iremos de compras y te compraré lo que quieras.
Katia sonrió encantada, pero enseguida se dio cuenta de que Olivia estaba mirando hacia la entrada con una expresión extraña; sucedía algo. Cuando Katia se volteó vio entrar a un hombre y una mujer. «¿No son Ana y Hugo?».
—¿Teníamos que encontrarnos con esos dos sinvergüenzas? Olivia, ¿estás bien?
—preguntó Katia preocupada.
—Estoy bien —dijo Olivia y apartó su gélida mirada. «Han pasado siete años, ahora tengo un hijo. No revivamos el pasado».
Sin embargo, por desgracia, Ana los vio.
—¡Oye! ¿No es esa Olivia? ¿Por qué has vuelto? ¿Porque ya no podías mantenerte en el extranjero? Je, je, je...
En los ojos de Hugo se vio un destello de sorpresa y asombro. «¡Está aún más hermosa que antes!».
—Olivia, ¡has vuelto!
Olivia pretendía ignorarlos. Revolvió el café que tenía delante y permaneció callada.
Al ver que los ignoraba, Hugo se desanimó. Entonces, tiró de Ana y le dijo:
»Vámonos, papá nos está esperando arriba.
—Hugo, ¿no crees que deberíamos invitar a Olivia para que vea a papá? Después de todo, ha pasado un buen tiempo desde la última vez que nos vimos. —Mientras Ana hablaba, se acurrucaba con toda intención contra Hugo. Tenía una mirada provocativa; parecía que estaba mostrando su botín de guerra.
Si te gustan las novelas románticas sobre Billonario, te recomiendo 10 libros similares a "El padre de mis hijos".
autor: Pumpkin Witch
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Capítulo 1 Segundo aniversario
Shane Hayes y yo llevábamos casi dos años de casados, aunque él nunca me demostró tener demasiado apetito sexual.
Por si fuera poco, a principios de este año me enteré de que estaba embarazada, así que mi marido se mudó al estudio y no volvió a ponerme un dedo encima con el pretexto de que tenía miedo de lastimar al bebé.
Tenía veintiséis años, estaba casada, esperando a mi primer hijo, y todas las noches tenía que dormir sola... ¡me sentía tan miserable!
Un día, aburrida de conversar conmigo misma, tomé mi teléfono y me metí a un foro en Internet, donde un comentario en particular llamó mi atención: alguien decía que tal vez la falta de interés de mi esposo se debía a que ya había visto muchos cuerpos femeninos.
Esto tenía sentido ya que Shane era obstetra de profesión, no obstante, había un pequeño detalle que no podía dejar de atormentarme.
Todas las noches, al entrar en su estudio, él se aseguraba de cerrar perfectamente la puerta. Éramos las únicas personas en esta casa, ¿por qué diablos tendría que encerrarse con llave? ¿Me estaba ocultando algo?
Desde esa vez, no podía dejar de pensar en eso, e incluso se convirtió en algo tan molesto que comenzó a torturar mi vida diaria.
autor: amanda lagos perez
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Capítulo 1 jefe de mi padre
mujeres hermosas como ellas a la vez. Y por supuesto no fallaría en la misión. Era bueno en lo que hacía. Los vi mirarse y encogerse de hombros, probablemente imaginando la situación también. Entonces les di un beso en cada mejilla y volvimos a bailar. Podría decir que fue una especie de paraíso estar en mi lugar en ese momento. Mi boca se sentía hinchada de tanto besar, con cada canción bailaba frente a uno, mientras el otro estaba detrás de mí, bailando también, y cada vez que uno era besado, el otro también lo quería. Me estaba divirtiendo, eso era innegable. Pero siempre que estamos en un buen momento alguien viene a estorbar, y esta vez fue Beto quien me dio un codazo, acercándose para hablarme al oído. — ¿Qué haces, Edu? - Me estoy divirtiendo. — Levanté los brazos en alto, haciendo señas para enfatizar que esto era divertido. Y un poco de alcohol también, no lo puedo negar, pero no lo diría. — ¿Con dos mujeres a la vez, prima? ¿Qué estás pensando? - ¿En el momento? ¿A cuál voy a besar ahora? — Dejé escapar una risa de mi garganta. — Edu, ¿quieres volver a casa? Puedo tomarte. ¿Ahora? Estaba empezando mi noche. Nada de casa. Sacudí la cabeza moviéndome a un ritmo, o mejor dicho, a ningún ritmo, ya que no podía entender la música que sonaba, solo me balanceé para decir que estaba bailando. — No quiero irme, estoy aquí mismo. —Tú no eres así. ¿Qué está pasando? — Simplemente siguiendo el consejo que me dieron: disfrutar de mi vida, porque es corta. Le di la espalda a Beto y jalé a las dos mujeres por los hombros. Realmente yo no era así, no me reconocería.
autor: amanda lagos perez
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Capítulo 1 mujeres
qué dejaría una familia perfectamente buena por una nueva? Sabía que no había preguntas estúpidas, pero ¿por qué los hombres hacían las cosas que hacían? Al igual que llegar al centro de una piruleta Tootsie, es posible que el mundo nunca lo sepa. Ese día también me llevó casi a la muerte. Estaba tan angustiada porque mi mundo se estaba desmoronando que no pensé ni vi hacia dónde iba. Todo lo que quería hacer era correr. Quería huir, pero eso no significaba que quisiera quedarme a dos metros bajo tierra. En mi condición, ni siquiera pensé en mirar la carretera mientras huía. La única razón por la que estaba viva era gracias a Clark Carson, el vecino. Bueno, no al lado, sino en mi cuadra. Ha pasado un tiempo desde que me permití pensar en Clark. Él era el amor de mi vida. Ciertamente así lo pensé cuando tenía doce años. Quiero decir, vamos, el tipo tenía veinte años y tenía cuerpo de modelo y cara de dios romano. ¿O era con cuerpo de dios y rostro de modelo? Mi joven cerebro no podía ponerlo todo junto. Todo lo que sabía era que Clark me había salvado de la muerte y, por tanto, estaba irrevocablemente enamorada de él.
autor: LaReina
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Capítulo 1 UNA BOMBA
Geraldine todavía se sentía un poco desorientada por el torbellino de acontecimientos que acababan de desarrollarse. Su breve encuentro con Hebert Weber, el destacado abogado que también era cuñado de su exnovio Louis, ahora comprometido, la había dejado sorprendida y desconcertada.
Mientras estaba allí, en la calle poco iluminada, apretando el abrigo de Hebert, no pudo evitar revivir la situación en su mente. Era difícil creer que casi había tenido intimidad con un hombre que no sólo era una figura muy conocida sino que también estaba intrincadamente ligado al triángulo amoroso en el que se encontraba.
Con el corazón en conflicto, se subió a un taxi y regresó a su casa. Eloise, su madrastra, parecía genuinamente angustiada por teléfono, y Geraldine no pudo evitar preocuparse por lo que había sucedido.
Cuando llegó a la gran propiedad de su familia, fue recibida por una oleada de conmoción. Los antes inmaculados pasillos de la mansión ahora estaban llenos de caras desconocidas, policías y reporteros. Eloise corrió a su lado, las lágrimas corrían por su rostro y Geraldine no pudo evitar sentir que su corazón se contraía por la ansiedad.
autor: Bi Anhua
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Capítulo 1 Encuentro: Chantaje
"¡Wow, ese hombre es tan guapo!"
"¡Oh Dios mío! ¡Sí, es súper lindo! "
Joanna Gong estaba comprando un vestido en una lujosa tienda en el centro comercial. Tan pronto como salió, escuchó a dos chicas que pasaban susurrándose entre sí con entusiasmo.
'Huh ... Parece que se están obsesionando con un tipo que vieron, 'Joanna Gong aunque con indiferencia.
"¡Las chicas hoy en día se enojan por los hombres guapos como si no hubieran visto a un solo hombre en su vida!"
Ella resopló y continuó su camino. Poco después, Joanna Gong quedó congelada en estado de shock.
Fue en ese momento que vio al hombre del que hablaban las dos chicas. Joanna Gong jadeó, con los ojos muy abiertos. ¡Nunca antes había visto a un hombre tan guapo!
El hombre tenía una cara angular como la de una supermodelo. Tenía una nariz alta, labios delgados ligeramente fruncidos y ojos fríos y sesgados que eran absolutamente fascinantes. Con un traje a medida, emitió un temperamento fuerte y noble que se enfatizó aún más por su físico alto y delgado.
Aunque estaba lejos de donde estaba Joanna Gong, todavía era muy fácil ver lo atractivo que era.
autor: Kiss Leilani.
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Capítulo 1 La primera visita de mi secuestrador
Danika estaba acurrucada en su celda, la cual era fría y vacía.
La joven ya llevaba una semana ahí, anhelando la libertad. De hecho, cualquier lugar era mejor que ese, pues se trataba de un espacio lúgubre y estéril. Allí, solo había un camarote que ocupaba un costado.
Ella no había visto a su secuestrador en la última semana, hasta que, de pronto, ese hombre se acercó a ella, vislumbrándola con los ojos más fríos que jamás hubiera visto. Enseguida, él procedió a rodearle el cuello y a agarrarla.
"Eres mi esclava, y me perteneces", él espetó.
Mientras tanto, un extraño escalofrío recorría los brazos de Danika, ya que nunca antes había presenciado un odio más crudo reflejado en los ojos de alguien.
El rey Lucien la odiaba. De hecho, la detestaba demasiado.
Por su parte, Danika conocía sus razones más que nadie. La joven lo tenía muy claro.
No más de una semana atrás, ella era la princesa Danika, la hija del Rey Cone de Mombana. Se trataba de una mujer temida y respetada, que nadie se atrevía a contemplar más de dos veces. No existía una persona que se dignara a caminar por su lado, a menos que no tuviera ningún respeto por su propia vida. Su padre era quien la cuidaba y se ocupaba de ella.
Por desgracia, el hombre había sido asesinado, por lo que su reino fue tomado por el despiadado rey Lucien, quien además, secuestró a la joven y la hizo su esclava.
autor: amanda lagos perez
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Capítulo 1 pantalones de tela italiana
dilataron, las glándulas produjeron más sudor y más hormonas, se le erizaron los pelos de la nuca, un escalofrío recorrió su columna y un revoloteo en su estómago lo dejó en alerta. Alto, de casi 1,90 m de altura y figura esbelta, el blazer gris plomo se ajustaba perfectamente a su cuerpo, aportándole ligereza y elegancia, combinándolo con la camisa azul turquesa y el sombrero Stetson beige. Tenía los ojos protegidos por unas gafas de sol, un modelo deportivo de Ray-Ban, y Arnaldo supo que eran verdes, un verde esmeralda. La mirada más cínica y sarcástica de la que nunca había tenido el placer de ser blanco, pero que ya había visto en acción en las fotografías publicadas en el periódico, en revistas de agronegocios y en revistas de celebridades, ya que el joven solo salía con mujeres. del nivel social de sus pares.Alacrán. Su barbilla era firme, masculina, un hoyuelo le daba un aspecto sexy. Tenía la mandíbula bien afeitada y un rostro limpio, el de un hombre urbano y no como la mayoría de los vaqueros de Sacramento, que tenían un aspecto más rústico y sin afeitar.
autor: Monik.A.B
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Capítulo 1 Grabriel
Era perfecto, estaba ahí acostada en la cama pidiéndome que no me fuera, que me quedara unas horas más; como si en toda la noche no hubiera tenido suficiente, eso ayuda a mi ego debo admitir, creo que no hubo ninguna posición del kamasutra que no hiciéramos; no me gusta ceder el control, la verdad Lucrecia era una de las pocas mujeres que lograba saciar mi apetito sexual, sabe hacer muy bien su trabajo tanto con las manos como con su boca; solo pensarlo ya me prende, pero una noche es suficiente, sacie mi necesidad y es hora de regresar a la vida.
Ella es esa clase de mujer que te ayuda a olvidar un mal día y estar concentrado en solamente sexo, sudor y placer, me vuelve loco para que negarlo, rubia, ojos azules, cuerpo de diosa, sonrisa refrescante, divertida y sobre todo no me presiona, sabe que nuestra relación está basada en encuentros fortuitos, ella aburrida, yo aburrido y en una llamada en minutos nos estábamos divirtiendo o simplemente un mal día y ya estábamos metidos en la cama.
Todos los que nos conocen dicen que hacemos una pareja increíble y como no; la hija de los mejores amigos de mis padres, amiga de mi hermana, tiene todo lo que quiere; nos parecemos mucho en realidad, por eso nuestra relación no puede pasar del sexo, juego y diversión, ella lo sabe por eso nos llevamos de maravilla.
-Vamos nene, no te vayas, quédate un poco más, ni siquiera sale el sol - quitándose las sabanas que cubrían la poca piel de su cuerpo, que tentación, me sonríe y me guiña un ojo - anda, sabes que te quieres meter a la cama otra vez, un mañanero te caería bien.
autor: DARK QUUEN
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Capítulo 1 Prólogo
Ayer fue solo un accidente. No sabe de quien fue la culpa, pero sabía muy bien en su corazón que si no hubiera llegado a tiempo Lucian habría dañado su imagen, para la elección del senado. Ayer, no pensó en las consecuencias que habría que enfrentar hoy, pero su corazón no quería que tuviera problemas y la obligaba hacer cosas sin sentido.
No podía verlo, tener una relación con otras mujeres, y mucho menos verlo perder lo que había conseguido.
El de repente, agarró la mano de Catherine con fuerza, tan apretada que podría aplastarle los huesos de la mano.
−Catherine. Tengo mucha curiosidad acerca de cómo vino la sangre en la cama. Si fue tu primera vez anoche, ¿Cuál fue la mancha de sangre, que apareció en mi cama hace tres años? ¿Tinta roja?
Un rastro de vergüenza cruzó por el rostro de Catherine, hace tres años, se acababa de graduar de la universidad. Incluso si estaba un poco mimada debido a su origen familiar, ¿Cómo podría justificar sus acciones?
Estaba avergonzada y enojada, se mordió el labio al punto de casi hacerlo sangrar, sus ojos estaban a punto de llenarse de lagrimas y sin pretensions.
−Lo creas o no, realmente no te drogué anoche.
autor: Lucyya
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Capítulo 1 Alguien Muy Presumido
Mi nombre es Jocelyn Pérez, tengo 22 años y estoy estudiando en la Universidad Pública de mi ciudad, la carrera de Administración de empresas, estoy en el quinto semestre.
Hoy ha llegado un estudiante nuevo a la universidad, lo cual no entiendo por qué lo dejaran ingresar cuando estamos a dos semestres de terminar la carrera, murmuraban por los pasillos que debía de ser alguno de los jóvenes millonarios en la ciudad, y que por ese motivo tal vez tendría algún privilegio para adelantarse tanto, seria guapo este chico o tal vez no, no lo sé …
Fui a la entrada de la Universidad al instante quería saber cómo era este nuevo estudiante, vi como salía presumiendo su Rolls Royce del año con un traje que le hacía resaltar completamente entre todos los demás chicos, haciendo visiblemente su cuerpo musculoso, y en un parpadeo todas las chicas estaban detrás de él.
Que pensaban todas en ese momento, había muchos hombres y más apuestos que él y tal vez no tan presumidos como parecía ser el, Dejando mis pensamientos sobre el “señor presumido” decidí ir al salón a dejar los libros que estuve cargando durante todo el día, de repente escuché una algarabía, no teníamos planeado nada hoy pensé, pero la popular del salón María Martínez estaba gritando llego mi esposo por fin llego.