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¡Eres mía, mi pequeña mate!

¡Eres mía, mi pequeña mate!

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Star Cronin es una mujer lobo con poderes sobrenaturales e hija de un hombre poderoso, un alfa para los lobos y un millonario para los humanos, ella fue ocultada por diez años para evitar una boda con su mate, quien es el hijo del enemigo de su padre, pero su terquedad la hace volver, su padre al darse cuenta que su hija ha vuelto, no puede sacarla de nuevo ya que tiene a muchos vigilandolo, por lo que intenta seguir ocultandola hasta planear como evitar que esa boda no suceda. Ross Zanetti, el crush de Star y un hombre lobo guerrero destinado a ser alfa, pero por cuestiones de un amor prohibido que mantiene en secreto, se niega a ser alfa para no lastimar a la chica que ama sabiendo que su obligación es suplantar al padre de Star sin importar lo que esto pueda ocasionar, él se vuelve guardaespaldas de Star para protegerla de los enemigos del alfa, sin embargo, existe un contratiempo y es que el mate de Star ya sabía que había vuelto, pero se mantiene con la identidad oculta para lograr sus objetivos. Star corre peligro, no sabe que casarse con su mate, el hijo del enemigo, pone su situación un poco perjudicial. ¿Será que en su estadía, Star tendrá la valentía de hacerse notar hacia su crush y Ross podrá mirarla más que solo la hija prohibida del jefe? O ¿Se enamorará de su mate y dejará de lado ese amor prohibido?

Capítulo 1 De regreso a casa

¿Alguna vez sentiste que no encajabas en tu propio hogar y por esa razón te enviaron lejos? Pues déjenme decirles que a dónde me enviaron tampoco encajo bien, los humanos me consideran una chica rara, pero tampoco debería volver porque me consideran un peligro en casa.

Sin embargo, han pasado diez años desde lo acontecido y creo que ya es hora de volver, sé que el alfa, mi padre no estaría de acuerdo, pero estoy lista.

Mis abuelos en Escocia me ayudaron con todo, estoy más que capacitada para volver y tener control sobre mí sin causar ningún desastre, ya que por esa razón fue por el cual mi propio padre me sacó de la manada.

Regresaré porque ya no soportó estar lejos de mi familia, y sí, mis abuelos también son mi familia y también tenemos una manada acá, pero también soy una extraña aquí, así que no había razón de alejarme del lugar donde nací.

Aunque haberme alejado me ayudó un poco a lidiar con mis problemas, culpa y depresión, ya que maté a mi propia madre y eso es algo que no me lo voy a perdonar nunca más.

No sé que quiero conseguir al volver, tal vez sentir su espíritu en el bosque, sé que aún sigue ahí, protegiéndolos a todos de cualquier cazador, tal vez dependiendo de cómo me sienta decida quedarme para siempre o solo estar de visita.

No tengo porque arruinarles la vida si la manada está mejor sin mí. Difícilmente me he adaptado a la manada de mis abuelos, me ven como un peligro, pero aún así me tratan con respeto, antes de integrarme, el abuelo me enseñó muchas cosas.

Era obvio que no estaba dispuesto a que lo criticarán por no tener control en mí, es por eso que al principio me mantuvo oculta y me entrenó, al menos él tuvo las agallas de hacerlo, no como mi padre que su única solución fue enviarme lejos de él, tal vez lo hizo porque me odia por haber matado a su esposa, mi madre.

Me llamo Star Cronin, soy una chica lobo, hija única, piel morena y cabello rizado cuando soy humana, cuando me transformó en loba mi pelaje es un color castaño oscuro, y sea como sea que esté convertida, mis ojos al nacer siempre fueron uno rojo y otro marrón.

En este momento estoy montada en el avión para regresar a Grecia, mi antiguo hogar. Fue doloroso despedirse de los abuelos, pero entendieron que extrañaba mi hogar y ruego por ser aceptada nuevamente a la manada, porque no sé cómo le haré para explicarle a mi abuelo que le he mentido solo para volver, en sí le dije que tenía contacto con mi padre y pues me había pedido que pasará tiempo allá.

Pero todo es mentira, llevo tiempo sin comunicarme con mi padre, solo hablamos en mi cumpleaños que fue hace un año. El abuelo no puede comprobar que le mentí ya que él no es muy bueno con la tecnología humana, además, no había razón para desconfiar de mí, he sido una nieta ejemplar, según el abuelo, conseguí ser mejor alumna que mi padre.

Cada lobo tiene una vida humana, solo nos reunimos por las noches para cuidar el bosque, que es nuestro verdadero hogar, pero durante el día se encuentran cazadores y se decidió desde hace un tiempo vivir durante el día como los humanos para camuflarnos entre ellos y durante la noche le hacemos el honor a nuestro origen, esto es como para mantenernos más unidos. Sobre todo en cada luna llena, que hacemos como una especie de reunión con todas las manadas que vigilan su parte del bosque.

Esto se hace con el fin de llevarse en paz y que deberíamos estar unidos en vez de ser enemigos, ya que todos somos de la misma especie.

Seguramente se preguntarán, “oye Star, ¿Y tú cómo le haces para camuflarte entre los humanos? Pues no es normal que una humana tenga un ojo rojo y otro marrón”, muy sencillo, uso lentes de contacto aunque este me irrite el ojo, me contengo, algunas veces me he colocado lentes oscuros porque no he podido soportarlo más.

Recuerdo que de pequeña, en la escuela humana me hacían bullying por ello, mis padres tuvieron que cambiarme de colegio e iniciar en uno nuevo, pero usando lentes de contacto, extrañamente no tuve que usarlos aquí en Escocia, el abuelo me enseñó a qué debo estar orgullosa de como nací, sin importar lo que piensen los demás.

Ese consejo me trajo mucha seguridad en mi misma, pero no me trajo amigos humanos, ¿Pero quién los necesita? Ellos son simples y aburridos.

¿Tengo amigos? Solo una, mi mejor amiga, se llama Meghan, gracias a la tecnología humana nos hemos mantenido en contacto, pero no la veo desde que mi padre me envió con mis abuelos, estoy emocionada por volver a verla, a ella y a su primo Ross, ese chico desde pequeña me tenía loquilla, no sé cómo se verá ahora, pero seguramente que se ve exageradamente guapo.

Él siempre fue lindo desde pequeño, bueno, realmente era una nerd y nadie le tiraba onda, pero yo si veía su valor, a mi gustaba como era, espero que siga siendo el mismo chico adorable, aunque estaba fuera de mi alcance, pues siempre me vio como una hermana más o algo así, por ser la mejor amiga de su prima.

—¡Atención pasajeros! el avión está a punto de despegar, así por favor tomen asiento y asegúrense de tener bien colocado el cinturón de seguridad, quién a continuación la tripulante Sánchez se encargará de explicar su uso —anuncia una de las azafatas por el teléfono haciendo que este sonará en las alta voces del avión.

Cómo es mi primer vuelo después de tanto tiempo, presté mucha atención, aunque mi atención se desvío hacia un chico que estaba entrando al avión, se veía que había corrido un maratón.

—Gracias a Dios por dejarme subir, creí que perdería el vuelo —dice muy aliviado por lo que me hace reír.

Es que se ve que vino muy apresurado, hasta lleva un zapato de uno y otro de otro, eso sí que es bastante gracioso.

—Por favor tome su asiento, ya estamos por despegar —dice la azafata.

—Si claro, lo siento. —responde apenado y revisa su boleto, supongo que para saber que asiento le ha tocado.

A medida que el chico que se va acercando, percibo un olor no muy agradable para mí nariz, por lo que suplico que no se siente a mi lado. Mis plegarias llegan tarde cuando el chico se sienta a mi lado y descifro que el olor es de su mascota, tenía un gato y no me llevo muy bien con los gatos, de hecho soy alérgica, así que no tarde en comenzar a estornudar.

—Lo siento —el chico se disculpa conmigo y no se porque.

—¿Por qué lo sientes? —pregunte confundida tapándome la nariz.

—Por haber interrumpido el tutorial de cómo ponerse un cinturón, se nota que no lograste terminar por mi culpa —explica viendo mi cinturón deshecho—. ¿puedo? —señala mi cinturón como si pidiera permiso de acercar sus manos.

Yo asentí con lentitud, tenía razón, necesitaba ayuda, así que me ayudo y le di media sonrisa.

—Gracias.

—De nada, es lo menos que puedo hacer. —Me regresa la sonrisa y luego me mira extraño—. Creo que ahora también debo disculparme por mi olor, no me dio tiempo de ducharme porque no quería perder el vuelo —me explica muy avergonzado.

—De hecho, creo que tu perfume ha ocultado bien tu hedor —bromeo y tal vez se siente más abochornado—, pero realmente me he tapado la nariz porque soy alérgica a los gatos, discúlpame.

—¡Oh lo siento! No sabía y no iba a saberlo porque no te conozco. —El chico se sienta más tonto cada vez que habla.

Eso me hace reír, por lo que también se ríe, se ve tan tierno intentando arreglar cada cosa que dice o hace.

—Está bien. —Le sonrío.

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