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EL CEO Y SU ESTUDIANTE

EL CEO Y SU ESTUDIANTE

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Raquel una estudiante que conoce a un chico con el cual tiene relaciones sexuales a la primera vez que lo ve, Daniel un importante CEO y profesor de la chica, ella menor de edad y él su profesor de historia, desencadenaran una serie de historias donde la venganza, el amor y el odio estarán a la orden del día.

Capítulo 1 Me enamoré de mi profesor.

Sería una completa estupidez negar que me enamoré de mi profesor de historia sin saber quién era en un principio, aquel que todas miraban tan serio por la naturaleza del curso que impartía, pero extremadamente atractivo, él era realmente el profesor más atractivo de la facultad de historia, a mis ojos y a los de muchas chicas más, alumnas y profesoras, más atractivo me parecía después del encuentro que tuve con él.

Ese día salí de mi casa camino a la universidad, estaba un poco alejada de mi hogar, en otra ciudad, nunca había estado lejos de mis padres, era una chica de casa como decimos popularmente, el salir de casa era algo nuevo, me entusiasmaba y a la vez me asustaba un poco alejarme de mis padres, tenía diecisiete años, aun no era mayor de edad para poder hacer todo lo que no hice antes en mi ciudad además bastante tímida como para animarme a hacer algo loco.

Ese día llegué a la facultad, me instalé en las habitaciones de la universidad, no quise que mis padres me compraran un apartamento, no soportaría todas esas discusiones todo el tiempo en mi casa, así que lo mejor eran las residencias dentro de la universidad, se decía de todo de esos lugares, pero yo estaba feliz;, tenía una compañera de carrera y de habitación, Amanda, una chica bastante atractiva, alta, rubia, con unos ojos color mar, era de mi edad y se podía ver que ella tenía bastante camino recorrido más que yo, por la manera de vestir, de expresarse y de la forma en que actuaba en frente de los chicos y un rasgo bastante peculiar en ella, era demasiado directa, no pensaba mucho en lo que decía ni como lo decía.

-Hola, soy Raquel Collins, por lo visto seremos compañeras de habitación, soy de la ciudad de Provensa, espero y nos llevemos bastante bien.

¿Qué estudias?.

-Que gusto Raque, creo que si nos llevaremos bien, eres hermosa, un poco anticuada y lo digo de la mejor manera, pero esas ropas que traes, no son para esta ciudad, debemos de hacer algo si queremos conquistar chicos, soy Amanda Stuart, estudio historia, aunque la odio sinceramente, pero mis padres deseaban que estudiara lo mismo que ellos estudiaron en algún momento de sus vidas, así que acá estoy, intentando complacerlos, no vaya a ser que me deshereden, dijo Amanda poco entusiasmada.

-Vaya, debe de ser espantoso estudiar algo que no te guste, yo espero que poco a poco, me vaya enamorando más de la historia, hice lo posible para ingresar a esta universidad, ya sabes, cuentas conmigo para lo que sea; respecto a mi ropa, la verdad es que si, siempre he querido complacer a mis padres y bueno, ellos desean tener en casa a una niña aun, pero tampoco es mi estilo para nada, dije siendo sincera.

Pues manos a la obra, hoy saldremos fuera del campus, igual las clases comienzan hasta dentro de una semana, estos días libres debemos de aprovecharlos, porque después de esta semana libre, las cosas se van a complicar, según pude ver esto es una tortura de clases, así que te acepto la ayuda, soy bastante mediocre en historia y una ayuda siempre cae bien.

Ese día, al ser las seis de la tarde, Amanda se planchaba el cabello, se ponía algo de maquillaje y estaba casi lista para salir, con sus tacones altos y su vestido ajustado, yo con un mezclilla una camisa de manga larga a cuadros, la verdad algo terrible de ver, mi cabello negro liso y sedoso que llega para debajo de media espalda estaba lista para salir.

-Raque, no piensas vestirte para salir, de hoy depende que seamos aceptadas en la sociedad universitaria.

-Ya estoy lista, no tengo nada más que ponerme que esta ropa, la otra es un poco mas recatada.

-¡Claro que no! ven, te pondré un poco de maquillaje, te regalaré un vestido, tacones y lista, tienes una rostro hermoso, un cabello envidiable, solo debes de sacarle un poco mas de provecho, no digo que te conviertas en una mujerzuela, pero somos jóvenes, bellas, con todo por delante así que vámonos niña, manos a la obra.

Ese día salí de aquella habitación bastante cambiada, irreconocible diría yo, no lo voy a negar, me veía hermosa, un vestido negro ajustado, un poco corto, unas sandalias de tacón, mi cabello recogido en coleta, y un bolso pequeño en donde llevaba mi móvil y algo de dinero, el maquillaje era bastante natural, Amanda había hecho un excelente trabajo, me veía hermosa y hasta un poco mayor , siempre había querido vestirme así, pero mis padres como hija única que soy, siempre me lo impidieron y me daban otras opciones, ellos pasaban peleando todo el tiempo, así que para mí era mejor complacerlos y evitar un problema mayor.

Creo que pronto recibiré la noticia de la separación de mis padres, es lo mejor que pueden hacer, está bien vivir separado de una persona que no se soporta ni ver en casa, ese es el caso de mis padres, creo que viven juntos por mí, delante de mi es una cosa, pero cuando creen que no los estoy viendo, eso es una guerra campal, una pelea por absolutamente todo, la cena, la música, las tareas de la casa, mi educación, ya les molesta todo el uno del otro, por mi está bastante bien que cada uno haga su vida separado del otro.

A eso de las ocho de la noche, Amanda y yo llegamos a un bar bastante peculiar, muy amplio, con la música extremadamente fuerte, apenas y podía escuchar a Amanda, muchos chicos jóvenes, era una verdadera locura, al menos algo nuevo por fin en mi vida, todo estaba cambiando en mi primer día fuera de casa.

-Ven Raque, quiero presentarte a mis amigos, algunos estaban conmigo en secundaria, otros los conocí hoy en la mañana al llegar, ellos me invitaron a venir a este lugar, ¿qué te parece?

Él es Glen estudia ciencias sociales, Matt, será nuestro compañero de cursos, Richard, él no sé cómo diablos decidió estudiar matemática y Sergio, él fue mi compañero de secundaria y estudia medicina, como ves, él siempre me cuida, es como mi hermanito.

-Hola chicos, un gusto, soy Raquel.

En ese momento Matt, fijó sus ojos en mi, de una manera bastante feroz, no se alejó de mi en ningún momento durante tres horas, bailamos, tomamos un poco, cosa que no estaba acostumbrada a hacer, no tenía idea de cómo reaccionaría con licor en mi cuerpo y vaya reacción, no me lo esperaba, así que decidí llevar la fiesta un poco más lenta y comenzar a beber refresco.

Amanda un poco ebria propuso un juego.

-Chicos, gritó en el bar, vamos a hacer un juego, verdad o reto si no responden se toman un trago de tequila.

-Amanda, estás muy ebria, ya vámonos a la habitación.

-Raquelita, mi amiga, no inventes que la noche está comenzando, así que vamos a jugar, los chicos que nos acompañaban aceptaron de inmediato, yo me sentía un poco mareada, pero aun sabía perfectamente lo que hacía.

Creo que Matt pensó que yo estaba tan ebria como Amanda y trató de propasarse conmigo cuando fui al baño, el lugar estaba a reventar de gente, cuando salí del baño, ahí estaba él, me tomó por la cintura, tocó mis nalgas puso su mano dentro de mi vestido, haciéndome humedecer, mientras intentaba besarme, no voy a negar que la adrenalina me invadió y me sentí excitada, nunca un chico me había tocado de esa manera, era virgen a mis diecisiete, pero al mismo tiempo me dio algo de miedo, así que lo despisté un poco y me logré escabullir de sus manos.

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