_ ¿Qué es esto? ¿Qué ocurre Aarón? _ dijo ella con lágrimas en los ojos mientras que tomaba en sus manos los papeles y comenzaba a leer. _ Como puedes ver es el acuerdo de divorcio _ dijo sin inmutarse mientras que ella lo miraba con los ojos llenos de gruesas lágrimas. Ella leía sin comprender bien que decía. _ Por... ¿por qué? _fue la pregunta sencilla. _ No te amo, amo a otra mujer que ahora ha vuelto y quiero casarme con ella. Solo has sido su reemplazo durante este tiempo _ la insensibilidad del hombre al que amaba junto con las duras palabras que le decía hicieron que su corazón se rompiera. Lara, con la vista nublada por las lágrimas, buscó sentarse en uno de los muebles. Aarón estaba incómodo, nunca pensó que a ella le doliera tanto el divorcio, quizá no había leído bien todo lo que obtendría como recompensa. _ Bueno, es importante que veas que te dejo esta casa, que ya está a tu nombre. También te entrego esta tarjeta, te deposité 10 millones en una cuenta que está a tu nombre, creo que con eso podrás mantener la vida a la que te has acostumbrado desde que nos casamos _ observaba atentamente las reacciones de la joven y podía ver que ella no parecía estar de acuerdo con el número por las muecas que hacía mientras que él hablaba. _ Si el dinero no te convence, te depositaré 5 millones más, pero eso es todo. Ahora firma y ya no dilates más este asunto _ ya se encontraba molesto. Sabía que ella solo buscaba mejorar su posición y subir de estatus, pero le parecía que pedía más de lo que valía realmente. Ni siquiera era buena en la cama.
La lluvia caía estrepitosamente por la ciudad. Todos corrían de un lado a otro intentando protegerse de las inclemencias del clima. Lara estaba entre estos transeúntes que habían sido pescados desprevenidos y a los que la tormenta los había agarrado sin siquiera un paraguas con el que cubrirse. Sabía manejar muy bien, pero no había podido terminar de juntar el dinero suficiente como para comprar un auto, ni siquiera de los más económicos.
Ella caminaba de todos modos con una gran sonrisa en los labios. Este día era su cumpleaños. Hoy cumplía un año más de vida y ya contaba con 21. Se sentía plena, segura y cálida a pesar del inclemente clima.
Sabía que en su casa la esperaba su amado esposo, el hombre al que amaba profundamente y con el que llevaba siete meses de feliz matrimonio. Aunque debía reconocer que él no era el hombre más cariñoso del mundo, por el contrario, era frío y distante con ella, pero de todos modos ella así lo amaba.
Se habían conocido en la empresa de la que Aarón era el CEO, él había comenzado a cortejarla ni bien la vio cuando ingresó como pasante y ella no tardó mucho en sucumbir a su asedio. Fue amor a primera vista para los dos al parecer.
Hoy él se había ido temprano y no la había llamado ni enviado mensajes en todo el día. No era que la mensajeara a menudo, pero sí de vez en cuando, uno que otro mensaje le llegaba. Ese día era especial, y no la había saludado aún ¿Lo habrá olvidado? No imposible, él no le haría eso. De seguro le tiene una gran sorpresa preparada en casa, es por eso que debe apresurarse a llegar lo antes posible.
Ella trabaja aún en la misma empresa, ahora está en una de las oficinas administrativas. Su puesto es muy sencillo, pese a que se graduó con honores en administración en tiempo record, ya que le tomó menos tiempo que al común de las personas. En realidad, esperaba que él le diera un trabajo un poco mejor, después de todo es su esposa, pero en cambio la metió en una de las oficinas escondidas del lugar. Estaba en la sección de correo. Ella debía encargarse de que todo funcionara como correspondía en ese sector, y de allí jamás se movía.
Al llegar a su casa Lara se sorprendió y no gratamente. El lugar estaba desierto, no había una sola alma allí. Su marido no había pisado la casa ya que todo estaba absolutamente igual a como lo había dejado al salir con rumbo al trabajo donde tampoco lo vio en todo el día, aunque no era extraño ya que nadie sabía que estaban casados y su oficinita estaba en un lugar muy poco concurrido y lejos del movimiento real de personas importantes.
Miró todo a su alrededor y frunció el ceño, desconcertada ¿Dónde podría estar Aarón? Se adentró en la habitación y se sacó los zapatos, y luego la ropa mojada. Esperaba no sufrir de una gripe por haber estado tanto tiempo bajo la lluvia. Se metió a la ducha y dejó que el agua caliente la mojara por completo y comenzara a dar calor a su frío cuerpo.
Al salir del baño se puso su pijama y se acostó a dormir. Aún estaba un poco frío y ella quería tomar calor lo más rápido posible. Repasó en su mente los implementos que poseía en su botiquín, necesitaba recordar si tenía antipiréticos, siempre había que estar preparado por las dudas.
La noche de Lara fue larga, aterradoramente larga. Su cuerpo comenzó a temblar al poco tiempo de acostarse y la fiebre comenzó a subir de manera estrepitosa. Se tomó las pastillas y miró la hora, era sumamente tarde y aún él no llegaba ¿Le habrá pasado algo? Las llamadas que le realizaba no eran atendidas, incluso parecía que en determinado momento el teléfono fue apagado. Ella estaba desesperada y se sentía fatal. Estaba sola, en el día de su cumpleaños, y el dolor inundó su cuerpo y su alma por igual.
Lo amaba profundamente, pero a veces, pensaba que él no sentía lo mismo. Por su mente pasó el hecho de que jamás la presentó a su familia, a pesar de ser su esposa y llevar dos años juntos. No la trataba con amor, solo parecía feliz cuando se adentraba en ella y, por el contrario, esos eran los momentos más frustrantes y dolorosos para una pobre Lara que solo parecía sentir dolor y el contacto sexual se convertía en una tortura y no en un acto de placer. Sabía que la del problema era ella, ya se lo había dicho muchas veces Aaron, e incluso la obligaba a asistir cada mes a la doctora que le inyectaba el anticonceptivo.
Si lo consideraba bien, su matrimonio era muy anormal. Suponía que era totalmente su culpa por no poder satisfacerlo como él se merecía.
Pensó en llamar a la policía, pero consideró que él podía molestarse ya que no le gustaba que ella interfiriera con su vida. Ya habían discutido por ese motivo en otras oportunidades. Incluso esta no era la primera vez que él desaparecía.
Sus hermosos ojitos comenzaron a picar y se fueron llenando de lágrimas. Se sentía sola y desamparada. De pronto el frío en el alma superaba al que sentía a causa de la fiebre. Nuevamente considero que estaba enferma y sola.
La noche transcurrió con calma. La fiebre iba y venía y ella intentaba dormir un poco. El sol comenzó a asomar su cara por el horizonte y ella abrió un poco los ojos. Tomó su teléfono, intentaría comunicarse nuevamente con él, quería decirle que estaba enferma y le sería imposible asistir a su trabajo. Tendría que tomarse el día, aunque era algo que no le gustaba. Esperó la hora adecuada y llamó a la oficina de recursos humanos para informar de su ausencia. Había intentado innumerables veces comunicarse con él, pero siempre era lo mismo así que desistió. Esperaba poder saber pronto qué era lo que ocurría.
La encargada de recursos humanos era una mujer joven, con la que se llevaba de maravilla. Ella entendió muy bien la mala condición en la que se encontraba la pobre Lara. Pero no pudo dejar de chismear.
_ No te preocupes, hoy es un día bastante tranquilo, parece que el presidente está muy enamorado porque llegó muy sonriente esta mañana. No sabemos quién será la mujer que lo tenga tan feliz, pero es algo bastante bueno.
Lara sintió un sonido estruendoso, era como si un edificio entero cayera tras una gran explosión, pero la realidad es que lo único que había caído era su espíritu. Algo malo estaba pasando y ella lo sabía muy bien. Temblaba de manera incontrolable y no era por la fiebre sino por lo que acababa de escuchar. Él estaba en la empresa y más feliz que nunca habiéndose olvidado por completo de ella, dejándola sola y abandonada en el día de su cumpleaños.
Se acurrucó en su cama y volvió a cubrirse con las mantas. Lo mejor era tratar de dormir para que al día siguiente estuviera repuesta y pudiera ponerse nuevamente en pie. Pensó que más adelante debería levantarse para preparar algo de comida, ya que tampoco cenó la noche anterior, pero no tenía fuerzas para nada realmente. Ese día era muy gris para ella, más que gris, negro y solo quería que se terminara lo antes posible. Necesitaba pensar que todo esto era solo un mal sueño...solo eso.
Durante siete años, Jillian estaba enamorada de Bryan con pasión inquebrantable, pero él permaneció distante, con sus emociones herméticamente selladas. Descorazonada, ella se marchó al extranjero tras graduarse de la universidad. Tres años después, Jillian, ahora una abogada de éxito, se sentó provocativamente en el regazo del hombre. Con una sonrisa juguetona, le espetó: "¿Qué te pasa, Bryan? ¿Eres impotente?". Bryan ya no podía contenerse. Con un rápido movimiento, la tomó en brazos y la arrojó sobre la cama. A la mañana siguiente, cuando él se despertó, Jillian esbozó una sonrisa traviesa. "Solo es una aventura, ¿de acuerdo?".
Nicole Matthews se casó profundamente enamorada de un hombre que no la quería en un matrimonio arreglado, manteniendo la esperanza de que algún día él se terminaría enamorando de ella. Sin embargo, eso nunca pasó, él solo la despreció, tratándola de gorda y manipuladora. Luego de dos años de un matrimonio seco y distante, Walter Gibson, el esposo de Nicole, le pidió el divorcio de la manera más degradante. Sintiéndose humillada, Nicole acepta el plan de su amiga, Brenda, quien le sugiere darle una lección a su futuro exesposo, usando a otro hombre para demostrarle a Walter que la mujer que despreció y trató de gorda, podía ser deseada por otro. Solo debían contratar a un gigoló. * Patrick Collins, ha sufrido una decepción amorosa tras otra, todas las mujeres que han mantenido una relación con él, solo han demostrado interés por su dinero, pues Patrick es uno de los herederos de la familia más rica y poderosa del país. Él solo desea enamorarse de verdad de una mujer que lo quiera por quien es y no por su apellido. Y una noche, en un bar, una mujer hermosa, curvilínea y desconocida se acerca a Patrick y le habla, confundiéndolo con un gigoló, esa mujer le hace una propuesta a Patrick fuera de lo común, que le parece muy interesante y no puede rechazar.
Sólo hace falta un segundo para que el mundo de una persona se derrumbe. Este fue el caso de Hannah. Durante cuatro años le entregó todo su amor a su marido, pero un día él le dijo fríamente: "Divorciémonos". Hasta ahora se dio cuenta de que todos sus esfuerzos de los últimos años fueron en vano. Su marido no la amó. Mientras ella procesaba la noticia, la voz indiferente continuó: "Deja de fingir que estás sorprendida. Nunca dije que te amaba. Mi corazón siempre ha pertenecido a Eliana. Sólo me casé contigo para apaciguar a mis padres". El corazón de Hannah se rompió en un millón de pedazos cuando firmó los papeles del divorcio, marcando el final de su reinado como esposa devota. La mujer fuerte que tenía dentro rápidamente se manifestó. En ese momento, juró no volver a depender de un hombre nunca más. Su aura era extraordinaria cuando se embarcó en el viaje por encontrarse a sí misma y dominar su propio destino. Cuando regresó, había madurado mucho y era completamente diferente de la esposa dócil que todos conocieron. "¿Qué estás haciendo aquí, Hannah? ¿Es tu truco para llamar mi atención?", preguntó su arrogante exmarido. Antes de que pudiera responder, un CEO autoritario apareció de la nada y la tomó en sus brazos. Él le sonrió y, en tono de amenaza, dijo: "Sólo para advertirle, señor, ella es mi amada esposa. ¡Aléjese de ella!". El exmarido no podía creer lo que oía. Él pensó que ningún hombre se casaría jamás con Hannah, pero ella le demostró que estaba equivocado. Pensó que ella nunca lograría nada. No sabía que habría aún más sorpresas por venir...
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
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