/0/14925/coverbig.jpg?v=ac77a8e1290ecebfb1a6f039236caa78)
Ariana Ortega había tomado una decisión valiente y solitaria: tener un hijo. A sus treinta y dos años, con una carrera en ascenso y sin intenciones de un compromiso amoroso, optó por un método no convencional: una agencia que le aseguraba privacidad y confidencialidad en todo el proceso. Aquel noviembre, una noche de lluvia la llevó a una habitación discreta de un bar, donde había sido acordado el encuentro. Su corazón latía con mezcla de emoción y nerviosismo, sin saber que el hombre al otro lado de la puerta cambiaría su vida para siempre. Daniel Montenegro, el imponente CEO de uno de los conglomerados empresariales más poderosos del país, había escapado momentáneamente de la abrumadora presión de su vida, buscando refugio en la discreción de un rincón alejado. Pero esa noche algo extraño ocurrió: alguien había manipulado sus bebidas, dejándolo en un estado de vulnerabilidad que él jamás permitiría. Con recuerdos vagos y confusos de lo sucedido, despierta a la mañana siguiente sin memoria de la mujer con la que compartió aquella íntima velada. La vida de ambos continúa por caminos separados, hasta que meses después, Ariana se ve en la necesidad de aceptar un puesto de secretaria para mantener su independencia económica. Y, para su sorpresa, su nuevo jefe no es otro que Daniel Montenegro, el CEO inaccesible, temido y respetado por todos. En el silencio de su oficina, mientras observa su rostro y su semblante, Ariana empieza a notar una inquietante coincidencia: su hijo, que llegará justo en Navidad, parece llevar en su rostro los mismos rasgos que su jefe. ¿Qué sucederá cuando la verdad comience a salir a la luz? ¿Podrá Ariana mantener su secreto mientras la cercanía con Daniel crece día a día? Y, cuando él descubra los recuerdos que esa noche le negó, ¿será capaz de perdonarse por el destino al que la sometió sin saberlo? Una historia de redención, amor y segundas oportunidades, donde el poder y la vulnerabilidad se entrelazan en la víspera de la Navidad.
La noche había caído sobre la ciudad, y una intensa lluvia golpeaba los ventanales del pequeño bar que se escondía en una esquina alejada del bullicio. Dentro del bar, los murmullos de las conversaciones y la música suave llenaban el ambiente, pero para Ariana Ortega, nada lograba calmar los nervios que le recorrían el cuerpo. Esa noche había llegado el momento de cumplir su decisión: convertirse en madre sin depender de nadie. Había elegido una agencia confiable que le aseguraba discreción total, y después de meses de preparación, finalmente estaba allí, lista para dar el paso.
Ariana caminó hasta una habitación privada en el fondo del bar, donde, según las indicaciones, se encontraría con el hombre que la agencia había asignado para ese propósito. Prefería no conocer su identidad, y por eso había solicitado que el lugar estuviera a oscuras. Solo necesitaba la tranquilidad de un acuerdo mutuo, sin preguntas ni miradas inquisitivas. Con el corazón latiendo fuerte, empujó la puerta y entró en la penumbra, respirando hondo para calmarse. La tenue luz de una lámpara en el rincón apenas iluminaba la habitación, y esa oscuridad la ayudaba a sentirse menos vulnerable.
Al otro lado del bar, Daniel Montenegro, uno de los hombres más poderosos de la ciudad y CEO de un conglomerado empresarial, había llegado en busca de un momento de respiro. Los últimos meses habían sido una interminable sucesión de reuniones, estrategias y presiones. Así que, por una vez, decidió ceder a un impulso y sumergirse en el anonimato del bar para desconectarse de su vida por unas horas. Entró en una habitación privada, esperando estar solo y en paz, sin saber que, en ese instante, un plan en su contra ya estaba en marcha.
Sin que él lo notara, una mujer lo había estado observando desde que llegó. Su mirada astuta y calculadora había seguido cada uno de sus movimientos. Cuando se acercó a él, se las ingenió para deslizar un líquido transparente en su bebida. Daniel tomó un sorbo sin notar nada fuera de lo común, pero unos minutos después, empezó a sentirse extraño, como si sus sentidos estuvieran nublados y su mente se desvaneciera en un espeso sopor.
La mujer lo observó tambalearse y, convencida de que el plan había funcionado, salió rápidamente del bar. Sin embargo, en la confusión de la penumbra y los pasillos oscuros, se equivocó de habitación, entrando en el lugar donde el hombre de la agencia la esperaba. Sin perder tiempo, lo condujo fuera del lugar, creyendo que había cumplido con su misión de deshacerse del "obstáculo" que Daniel representaba para su familia.
Mientras tanto, en la otra habitación, Daniel, bajo el efecto de la sustancia que lo envolvía en un estado nebuloso, abrió lentamente los ojos. Sentía que estaba atrapado en una especie de sueño extraño y pesado. Y en ese trance, al oír el crujido de la puerta abriéndose, apenas levantó la cabeza.
Ariana, quien había permanecido en silencio, vio la figura de un hombre alto y de hombros anchos, que entraba en la penumbra y cerraba la puerta tras de sí. Él no decía nada, y la oscuridad solo permitía ver su silueta. La situación era extraña y, sin embargo, ella pensó que todo estaba saliendo según lo previsto por la agencia. Creía que el hombre seguía el acuerdo, manteniéndose en silencio, sin preguntar, respetando el mutuo anonimato.
Las palabras parecían innecesarias en ese ambiente oscuro y tranquilo. Ambos se dejaron llevar por el momento, envueltos en una conexión extraña, silenciosa e íntima. Afuera, la tormenta seguía azotando las calles, mientras ellos se sumergían en una velada que ninguno de los dos olvidaría, aunque sin saber las implicaciones que tendría en sus vidas.
A la mañana siguiente, Ariana despertó sola. No sabía cuándo el hombre se había marchado, y un atisbo de inquietud la recorrió al recordar lo nebuloso que había sido todo. No se había atrevido a verle el rostro y, aunque eso era parte del acuerdo, una duda empezó a crecer en su interior. Sin embargo, respiró hondo y decidió dejarlo ir. Había cumplido lo que se había propuesto, y pronto empezaría una nueva etapa en su vida.
Por su parte, Daniel despertó horas después en la habitación, sintiéndose como si un pesado velo cubriera sus pensamientos. Le costaba recordar la noche anterior, sus recuerdos eran como fragmentos distorsionados. Recordaba vagamente haber estado con alguien, pero todo estaba borroso. La confusión se mezclaba con un sentimiento de extrañeza, y un incómodo vacío quedó en su mente.
Ambos salieron del bar aquella mañana, sin saber que ese encuentro en la oscuridad cambiaría sus destinos para siempre.
Valentina Ríos creyó haberlo perdido todo: su matrimonio, su bebé... y su dignidad. Después de un doloroso divorcio con Alejandro De la Vega -el implacable CEO que alguna vez amó-, desapareció del mapa tras un diagnóstico devastador. Pero el destino tenía otros planes. Cinco años después, Alejandro vive atormentado por el fantasma de su exesposa, a quien cree muerta tras un accidente. Hasta que, en un giro inesperado, ve el rostro de un niño idéntico al suyo en una revista internacional. La verdad lo sacude: Valentina está viva... y no se fue sola. Ahora, enfrentados por el pasado, unidos por un hijo y atrapados en una batalla legal y emocional, ambos deberán decidir si pueden sanar las heridas o si el orgullo y los secretos terminarán por destruirlos del todo. Una historia de amor perdido, mentiras ocultas y segundas oportunidades que podría cambiarlo todo... si el corazón sobrevive.
Valentina llevaba una vida profesional estable como gerente de marketing en una empresa tranquila, con rutinas previsibles y cero dramas... hasta que todo cambia. El nuevo CEO de la compañía no es un desconocido: es Nicolás, su exnovio de la universidad, el hombre al que dejó años atrás para perseguir sus sueños profesionales en otro país. Ahora, Nicolás vuelve más exitoso, carismático y poderoso que nunca... pero también con una clara misión: poner a prueba a Valentina, demostrar que ya no la necesita... ¿o tal vez todo lo contrario? Entre reuniones tensas, miradas que arden y recuerdos del pasado que no terminan de morir, ambos deberán enfrentar lo que aún queda entre ellos. Porque en los negocios puede haber reglas... pero en el amor, todo se vale.
Alejandro Rodríguez es un CEO de una exitosa cadena de hoteles de lujo, conocido por su carisma y su habilidad para manipular el mercado a su favor. Sin embargo, tras el suicidio de uno de sus empleados más cercanos, comienza a recibir mensajes anónimos que lo acusan de un oscuro secreto relacionado con el pasado de la empresa. A medida que profundiza en la investigación, se da cuenta de que alguien dentro de su círculo cercano está jugando un juego peligroso, y podría costarle no solo su carrera, sino su vida.
Alma Serrano es una mujer que lo tiene todo: es la CEO de Seré, una de las casas de moda más influyentes de Latinoamérica. Visionaria, elegante y ferozmente independiente, ha construido su imperio desde cero. En el mundo de los negocios, nadie se atreve a subestimarla. En casa, comparte su vida con Tomás, su esposo, un hombre cálido, discreto y encantador que ha renunciado a su carrera para ser su apoyo incondicional, manejando el hogar con ternura y devoción. Pero lo que Alma no sabe es que Tomás es en realidad Leonel Duarte, CEO en las sombras de Theia Corp, una marca de moda emergente y agresiva que, bajo su liderazgo secreto, ha comenzado a arrebatar mercado a grandes firmas... incluida Seré. Lo que comenzó como una estrategia corporativa –acercarse a Alma para espiarla desde dentro– se complicó cuando se enamoró de verdad. Ahora, atrapado entre su amor genuino por Alma y los secretos que podrían destruirla, Tomás/Leonel se ve forzado a jugar un juego peligroso. Su doble vida se tambalea cuando Alma comienza a investigar la identidad del misterioso CEO de Theia Corp, sin saber que duerme a su lado cada noche. ¿Cuánto puede ocultarse la verdad antes de volverse insoportable? ¿Puede el amor sobrevivir a una traición construida con silencios?
Santiago Arriaga, un CEO implacable y sin debilidades, esconde un secreto que nadie sospecha: está casado. Hace cinco años, por circunstancias inesperadas, se casó con Camila, una mujer que no pertenece a su mundo de poder y riqueza. Aunque su matrimonio fue solo un acuerdo para resolver un problema legal, Camila se convirtió en su refugio, su escape del caos de su vida. Sin embargo, cuando Santiago se ve obligado a comprometerse con la heredera de otra familia para cerrar un trato millonario, Camila se harta de ser su sombra. Está lista para irse, pero Santiago se da cuenta de algo demasiado tarde: no puede dejarla ir. Ahora, deberá elegir entre proteger su imperio o luchar por la mujer que nunca quiso admitir que amaba.
Oliver Montenegro, un CEO millonario y homosexual, está en una encrucijada: su familia tradicionalista y los inversionistas de su empresa insisten en que debe casarse para mantener las apariencias. En medio de la presión, su mejor amiga, Julia, le propone una solución inesperada: casarse con él a cambio de una vida llena de lujos y la libertad de seguir con su propia vida. El plan parece perfecto hasta que la prensa, los accionistas y la familia de Oliver empiezan a sospechar. Para aparentar ser un matrimonio real, deben actuar como una pareja enamorada en público, lo que los lleva a situaciones cada vez más complicadas. Sin embargo, lo que ninguno de los dos esperaba era que fingir amor despertara sentimientos inesperados, celos y secretos que podrían cambiarlo todo.
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Durante diez años, Daniela colmó a su exesposo de un amor inquebrantable, solo para descubrir que no era más que un chiste para él. Humillada, pero decidida, se divorció de él. Tres meses después, Daniela regresó a lo grande. Ahora era la CEO oculta de una marca líder, una diseñadora codiciada y una rica magnate de la minería, y su éxito se reveló en su triunfal regreso. Toda la familia de su exesposo se abalanzó sobre ella, desesperada por implorar su perdón y suplicar otra oportunidad. Sin embargo, Daniela, ahora querida por el famoso Sr. Phillips, los miraba con gélido desdén y dijo: "Estoy fuera de su alcance".
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".
Jennifer Bennett, la legítima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podían soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…