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Lucas es un abogado atormentado por el fantasma de su relación pasada que termino en un rompimiento doloroso que dejo su corazón hecho añicos y a él sumido en una depresión que casi lo lleva al borde de perder la razón. Sin embargo poner su atención en su trabajo y en ascender en su carrera profesional, sacaron adelante su vida solo que su corazón le decia que siempre le haría falta algo mas para ser completamente feliz. Catherine, una escritora de best sellers famosos, románticos que hacían suspirar a todo el mundo, tuvo una experiencia traumática en su vida, eso mismo llevo al hombre con el que ella iba a casarse, el cual creía que era su alma gemela a dejarla por alguien más. Ahora dos años después y con un bloqueo de escritor esta joven mujer se encontrara de manera repentina con un hombre que comparte con ella la desdicha de haber sido engañada y herida. El destino los junto, para sanar mucho más que dos corazones heridos, son dos almas que necesitaban encontrarse desde siempre para poder ser felices como se merecen desde siempre.
-Vamos dime un secreto vergonzoso.
- ¿Qué? No, estás loca.
-Eres un llorón ¿Lo sabías? – se burlo riendo.
-No es eso, pero no te gustara verme sonrojado.
-Pruébame -ella se acercó a su rostro y le dio un beso - eres un chico tierno y por eso me gustas.
El la abrazo por la cintura y se recostó sobre ella en la manta donde estaban.
-Y yo te amo
-No más que yo.
-Pruébalo.
El perro corría detrás de unos patos que habían salido del lago y cuando se zambullo dentro del agua hizo que el chico se girase al oír el ¡splash! y viera a su amigo peludo dentro del lago, nadando como uno más de las aves que vivían en la laguna. Riendo por la acción del perro la joven tomo nuevamente la posición erguida, en cuanto el chico se levanto y observo como caminaba hasta el borde del lago para sacar al animal del agua. El chico llamo al perro y entonces el animal salió haciendo caso a su dueño, pero inmediatamente comenzó a sacudirse de modo vigoroso y empapo de pies a cabeza su amo.
- ¡No volveré a traerte nunca jamás!
Sin embargo el animal no se dio por aludido tras la amenaza pronunciada por su amo y en su lugar solo se limito a mirarlo con ojos contentos y a mover la cola, que aun chorreaba el agua marrón del lago, y entonces la chica que estaba con ellos llego detrás del joven y sonrió al perro.
-Eres un buen perro. – Dijo al canino que ladro y se acerco a ella para que lo acariciara – si, si lo eres.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Kaelyn dedicó tres años a cuidar de su esposo tras un terrible accidente. Pero una vez recuperado del todo, él la dejó de lado y trajo a su primer amor del extranjero. Devastada, Kaelyn decidió divorciarse mientras la gente se burlaba de ella por haber sido desechada. Después se reinventó, convirtiéndose en una cotizada doctora, una campeona de carreras de auto y una diseñadora arquitectónica de fama internacional. Incluso entonces, los traidores se burlaban con desdén, creyendo que ningún hombre iba a aceptar a Kaelyn. Pero entonces el tío de su exesposo, un poderoso caudillo militar, regresó con su ejército para pedir la mano de Kaelyn en matrimonio.
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Durante tres años, Shane e Yvonne estuvieron casados, compartiendo noches acaloradas, mientras él aún estaba enamorado de su primer amor. Yvonne se esforzaba por ser una esposa obediente, pero su matrimonio se sentía vacío, construido sobre el deseo más que sobre el verdadero afecto. Todo cambió cuando se quedó embarazada, sólo para que Shane la empujara a la mesa de operaciones, advirtiéndole: "¡O sobrevives tú o el bebé!". Destrozada por su crueldad, Yvonne desapareció apesadumbrada y más tarde regresó, radiante de plenitud, dejando a todos boquiabiertos. Atormentado por los remordimientos, Shane le suplicó otra oportunidad, pero Yvonne sólo sonrió y respondió: "Lo siento, los hombres ya no me interesan".