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Alguna vez has imaginado despertar en un mundo alterno como de fantasía donde existe la magia...pues no tan maravilloso como crees. Dress se vera envuelto en esta extraña situación y tendrá que volver a casa antes que todo empeore. Asustado, debería enfrentar al mundo sin saber en quien confiar. Además que por su sola presencia, no será el único que se vea obligado a escapar. *Serie de los Desertores. Saga de "La Orden de los Centinelas" - I Parte
Con la respiración entrecortada y sintiendo como a cada segundo que pasa se le obstruía la garganta, el movimiento de sus pies se le hacía cada vez más complicado; pero sabía que no podía hacer ningún ruido, o de lo contrario todo acabaría ahí.
Logrando llegar a su objetivo, se hecho sobre una roca vomitando todo lo que se había acumulado en su boca para que le permitiera volver a respirar. Se encontraba agitado, el aire entraba con dificultad por su nariz y su boca mientras sentía todo su cuerpo temblar.
Apenas había recuperado la claridad de su vista y lo primero que notó fue el viscoso líquido oscuro mezclándose con la tierra. Tal vez era por la oscuridad o debido a que tenía los sentidos nublados, pero ese no era el color que debía de tener la sangre.
"Esto está mal", susurro agitado.
Hoy había luz de luna, y aunque afortunadamente una nube la cubría en este momento, no podía confiarse ni relajarse demasiado.
Apoyándose sobre su hombro mientras su otro brazo hacia presión sobre su costado, se arrastró para poder ver hacia afuera. Una pequeña figura se podía divisar caminando allá abajo en la oscuridad.
"Todavía está allí".
A pesar que el dolor lo hacía más difícil, tenía que hacer lo posible para concentrarse en analizar sus opciones.
En estos momentos se encontraba en la entrada de una cueva, unos dos niveles más altos del lugar donde se encontraba esa cosa, justo a la mitad de un camino entre dos pequeñas cadenas de montañas a las que conocían como el "Pasaje de la Cúspide". Si regresaba, se encontraría con un amplio terreno descampado, donde no tendría donde esconderse; y de seguir su camino en la otra dirección llegaría a un bosque oscuro donde los enormes árboles le servirían para ocultarse, lo cual sería su mejor opción.
En cualquiera fuera el caso tendría que pasar por esa cosa repitiendo lo que había pasado hace unos momentos.
-Oye, ya sé que estas por aquí. Vamos, si sales de donde estas y me dices lo que quiero saber, te prometo que esto será muy rápido.
Como un espectro que se movía a través de la escasa luz de la noche, arrastraba una gran espada que no le pertenecía y la cual estaba embarrada en sangre fresca. Tenía una sonrisa sádica mientras llamaba al sujeto que se le había perdido de vista, mostrando cada vez más ansiedad.
Él trataba de evitar perder la conciencia mientras ignoraba aquella exasperante voz. El corte en su abdomen era profundo y el desangrado no paraba por más que lo presionara. El dolor, el miedo y la desesperación lo inundaban.
"¿Es que acaso hubiera cambiado en algo haberlo traído conmigo?"
¿Fue simplemente orgullo, o es que de verdad estaba cumpliendo con su deber? ¿Acaso sus amigos hubieran seguido con vida? ¿Hubiera logrado protegerlos, y cumplir su misión? ¿Hubiera podido hacerle frente a esa cosa?
En cualquier caso ya jamás lo sabría y pensar en ello ahora era solo una pérdida de tiempo. Claro que lamentaba el haberlos arrastrado a esto, pero conocían los riesgos tanto como él.
"Pero es que de verdad, ¿tiene algo que ver esa cosa con el desagradable sentimiento que había sentido hace unos días? "
Perdiendo la movilidad en sus propios brazos ya no podía seguir presionando su herida; aunque de cualquier forma, si fuera a recibir ayuda ahora, era demasiado tarde.
Se tendió en el suelo esperando lo inevitable. Observaba el inmenso cielo de la noche donde no había estrellas, solo el brillo de la luna llena que ya se había despejado por completo. Este era el mismo que veía desde su hogar junto a su amada familia.
-Hijo mío, protégelos. Te espera un largo camino, pero sé que lo lograras... Lamento sí no podre guiarte en él como prometí. De verdad... lo siento...
Un repentino llanto ahogado no lo dejo continuar. Como cualquier persona se había dado cuenta de algo: él no quería morir. Tenía mucho por lo que vivir; una familia que deseaba volver a ver, y le aterraba el hecho de que ya no los vería de nuevo.
...
Habiéndose oscurecido de pronto la luz del firmamento, alguien se sentó sobre la roca en la que había recostado su cabeza. Parecía la silueta de una joven, pero por la falta de luz que esta le tapaba, no la podía distinguirla bien.
Al ver el objeto que sostenía su mano izquierda sintió el miedo recorrer su cuerpo. La gran espada con un diseño particular en su guarda era la que había pertenecido a su amigo; pero ahora goteaba no solo en la sangre de su anterior dueño, sino que también en la suya propia.
Notando la impresión del sujeto al ver el arma en su mano, la joven cambió su inexpresivo rostro por una gran sonrisa y unos afilados ojos.
Centrando todas sus emociones en el moribundo sujeto frente suyo le dijo con una sádica alegría.
-No te puedes ir aún. Todavía tenemos una plática pendiente.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Lascivia. Lujuria y Deseo Las vacaciones acabaron y Rachel debe volver a su puesto como teniente en el ejército de la FEMF, encontrándose con que la central de Londres no es lo mismo. Llegó un nuevo coronel, soberbio y con una belleza que no parece humana. Hombre que no tiene ojos sino dagas de acero que la ponen entre la espada y la pared al sentirse tentada por su superior. Ella sabe que no es sano, bueno, ni correcto sencillamente porque quien incita deseos impuros es el mejor amigo de su novio; Bratt Lewis. Christopher Morgan no es solo el coronel, verdugo y dictador del ejército más importante del mundo, tambien es el terror de la mafia italiana y a futuro el arma que dañara al que predica ser su hermano. Él tenía claro a lo que iba, pero Rachel despertó tentaciones sexuales regidas por aquel pecado desconocido llamado lascivia, demostrando que en cuestiones de pasión no hay amigos, alianzas ni compromisos. Él esta casado y ella sueña con lo mismo, pero la tentación desencadenará entre ellos un torbellino de pasiones, lujurias y deseos que solo viven aquellos que se hacen llamar amantes. "Sus actitudes son las de un desalmado sin sentimientos, pero su físico... Joder, su físico me humedece las bragas." Mafias, ejércitos secretos, infieles, adicciones y engaños. ¿Complicado? No, complicado es convivir con la tentación hecha hombre.
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".