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Jason White llegó a creer que lo tenía todo. Dinero, poder y una mujer a la que creía amar, Lily. Pensó que darle todo haría que se quedará a su lado para siempre. Sin embargo, el engaño y la infidelidad de Lily hace que se olvide de la idea de llevar una vida junto a ella y, sobre todo, negarse a volver a amar o eso pensaba hasta que conoció a Zoe, una joven madre soltera. Lo que no se esperaba era destruir aquello que más amaba, su familia. Las palabras lastiman, pero las promesas te pueden destruir. Esta historia será narrada desde la perspectiva de Jason, siendo la segunda parte de la bilogía de la hija del CEO.
Algo de lo que es inevitable escapar cuando te rodeas de familias adineradas y una vida lujosa son las mentiras, los engaños y las traiciones, o al menos eso es de lo que yo no he podido escapar.
Yo era un sujeto agradable, amable, gentil y amoroso, pero todo eso se acabó cuando descubrí a la mujer que creí amar, siéndome infiel todo por la riqueza. Lily, era mi novia y llevábamos más de un año de relación. Le daba todo lo que ella me pedía, me tenía a sus pies y yo la tenía en un maldito pedestal, pero ella arruinó todo por irse tras un hombre que no podía darle más de lo que yo estaba dispuesto a ofrecerle si se quedaba a mi lado, pero se ha ido y por más que la buscaba, supo esconderse muy bien.
El tiempo siguió pasando y yo no he dejado de buscar a Lily hasta que sucedió algo que no esperaba.
Había salido a beber con algunos amigos, pero de repente tuve el deseo de querer irme al oír lo que dicen.
-Jason, lo mejor que te pudo pasar es que Lily se fuera, esa perra no merecía estar a tu lado.
Preferí quedarme en silencio y oír todo lo que dicen.
-Es verdad, tienes poder y serás más poderoso cuando heredes todo. Sigues siendo joven y eres muy atractivo para las mujeres, puesto a que no te faltan. Cualquier mujer estaría dispuesta a hacer lo que fuera por tener tu atención, nada más fíjate en como esas mujeres te devoran con la mirada.
Uno por uno comienzan a decir cosas, pero lo que más me molesta es que mencionarán a Lily. Ninguno sabía que ella llevaba un bebé en su vientre, los únicos que lo sabíamos eran mi abuelo y yo, nadie más. Decidimos no revelar el secreto hasta confirmar que ese bebé era mío y que no era un falso testimonio de esa mujer.
Ya no tenía interés alguno de permanecer con ellos, así que me puse de pie y me voy sin decir una sola palabra para justificar mi comportamiento. Subí al auto y conduje hasta uno de los restaurantes que me gustaba, uno al cual podía ir sin ser molestado y fue entonces que la vi. La facilidad que tenía para llevársela bien con los clientes era interesante, sobre todo, su optimismo. Llevaba visitando este restaurante desde hace meses y no la había visto nunca, supuse que era nueva en esto. Dejo de mirarla y me concentro en mi teléfono y la comida. Cuando me iba a ir no pude evitar mirarla una vez más. El uniforme que tenía la hacía verse acuerpada, su estatura era promedio, pero a mi lado se miraría de estatura baja. No es tan hermosa como las mujeres con las que he salido. No era tan hermosa como Lily, pero... A mí me pareció más hermosa que esas mujeres.
Días después, nos encontrábamos de nuevo cuando Madame, la mujer que ha cuidado de mí cuando mi abuelo no podía por trabajo, se queja sobre alguien intimidándola. Habíamos asistido a la clínica para saber sobre el estado de mi abuelo y de paso hablar sobre la herencia.
-Se lo juro joven Jason, esa muchacha insolente se atrevió a intimidarme y por poco se atreve a pegarme.
Ya estaba furioso con saber que debía casarme y procrear un hijo para poder tener la herencia en mis manos y, ahora, debía solucionar el problema de Madame.
-Llévame con esa persona, mi humor no es tan bueno como cree.
-Sí, joven Jason.
La sigo sin importarme con quién chocaba, no me disculpaba y seguía mi camino. Me he dejado llevar por mi lado más oscuro y cuándo he reaccionado me doy cuenta de que era la mujer que había llamado mi atención en el restaurante.
Al llegar a casa no hice más que sentirme un completo imbécil por haberla embarrado de esa manera y todo por culpa de la herencia y de la insistencia de Madame. Le tenía cariño por los años que me ha cuidado, pero no eran tan profundos como para cometer una locura por ella y menos después de saber que podía estar implicada en las mentiras de Lily.
Jamás esperé que Zoe se convertiría en mi esposa, aunque fuera por medio de un contrato. Uno en el que ella tendría comodidad para toda su vida y uno al que a mí me haría sentir como si viviera en el infierno y en el cielo. Todo iba estupendo, descubrí que Mía era mi hija y la de Lily, pero ha sido Zoe quien se ha ganado el derecho de ser su madre. Al principio de nuestra relación fue algo que podría catalogarse como tóxica, pero con el tiempo ha ido cambiando y nos unimos de una manera que no creíamos posible. Tuvimos más hijas, hasta el momento no hemos tenido la oportunidad de tener un hijo, pero si tres hermosas niñas. Cambié mi vida por ellas. Dejé de ir a fiestas, de beber y de salir con cualquier mujer para programar salidas al parque, viajes y cenas familiares. Amaba mi familia, pero los celos te pueden cegar de tal manera que te hace olvidar todo lo bello que construiste junto a la persona que más amas.
-¿Por qué hiciste esto? ¿Por qué nos hiciste esto, Jason?
-Zoe...
-Quiero que te vayas, por favor, solo... Vete.
-Zoe, déjame explicarte.
-Vete, no quiero verte.
-Zoe...
-Tus promesas... Las promesas que me hiciste... Tus promesas nos destruye.
Ver sufrir a la mujer que amo por haber sido un completo imbécil es lo peor que pude haber cometido.
Le prometí amarla por siempre.
Le prometí protegerla a ella y a nuestras hijas, estar para ellas.
Le prometí reparar el daño que le causé hace unos años por el resto de nuestras vidas.
Y aquí estoy, viendo como llora desconsoladamente por el daño que le he vuelto a causar. Todo era mi maldita culpa y ahora no sabía cómo reparar lo que he roto en miles de pedazos.
Me dejé cegar por los celos.
Me dejé llevar por lo que decían los demás.
Me dejé llevar por las mentiras.
Lo arruiné todo.
Las dos familias más poderosas y multimillonarias de toda Inglaterra se odian a muerte durante cuatro generaciones. El poder, la ambición y el odio reinan entre ambas familias. Lo que no se esperaba era que los descendientes de la cuarta generación, Amelia O'Connor y Callum O'Brien, líderes de sus respectivas familias, terminarían luchando para dejar su enemistad y ser verdaderos amantes. Los problemas y obstáculos que se les presenta hacen que duden sobre su unión. ¿Serán capaces de romper cada maldición que viven? ¿Podrán romper su cuento de Romeo y Julieta y tener una gran vida juntos como verdaderos amantes o dejarán que el odio y el poder ganen? Esta historia está registrada bajo el número 2205191176611, los derechos de autor están reservados.
Zoe es una chica de tan solo diecisiete años, su única familia había sido siempre su abuela. Sin embargo, por cosas del destino termina encontrándose con una bebé, quien había sido abandonada para morir en aquel helado día. Si el destino no las hubiera unido, jamás la habría salvado. Aunque la tacharon como una mujer inmoral por ser una madre joven y soltera, nunca se rindió y lucho por cuidar a la hija de un desconocido, sin saber quién era la verdadera familia de su hija, se arriesga a darlo todo por su nueva hija. Lo que ella no esperaba era el hecho de haber adoptado a la hija de un poderoso CEO. ¿Podrá ser capaz de cuidar a una bebé recién nacida y demostrar con el tiempo que los lazos sanguíneos no es lo más importante para amar a alguien?
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Cheryl, una huérfana ordinaria, logró casarse con el hombre más poderoso de la ciudad. Era perfecto en todos los sentidos, excepto en una cosa: no le gustaba ella. Tres años después de su matrimonio, finalmente quedó embarazada, en el mismo día en que su esposo le entregó los papeles de divorcio. Parecía que se había enamorado de otra mujer, y por alguna razón que ella desconocía, él creía que ella también se había encaprichado de otro hombre. Justo cuando ella pensaba que su relación estaba llegando a su fin, él no quería que se fuera. La mujer ya estaba dispuesta a renunciar, pero él le confesó su amor. ¿Qué iba a hacer Cheryl en esta maraña del amor y del odio, mientras estaba embarazada?
Henrik, un joven paranoico de una familia rica, creía que las mujeres eran oportunistas y materialistas. Y por eso que consideraba a Noreen una mujer frívola que lo desdeñaba por su discapacidad. Para vengarse de la muchacha, se disfrazó de mecánico de automóviles y se casó con ella. Al principio, se puso la máscara de un esposo amoroso que se preocupaba por su esposa, pero en realidad, no sentía nada por ella. Todo era una estratagema para que ella cayera en su trampa. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y el plan de Henrik lentamente se salió de su control. No fue hasta que finalizó el divorcio que se dio cuenta de lo tonto que había sido. Comprendió que Noreen no era como otras mujeres en absoluto y que estaba locamente enamorado de ella. Hizo todo lo posible para recuperarla. Pero Noreen frunció el ceño y se burló: "Señor Sanchez, debes haberme confundido con otra persona. Nunca me casé contigo. Mi exmarido era solo mecánico de autos, y tú eres el hombre de negocios más rico del país. No creo que comparten ningún parecido entre ustedes dos. Por favor, te agradecería que dejaras de molestarme". Devanándose los sesos para encontrar la forma de reconquistarla, Henrik soltó: "Para ti, puedo volver a ser ese mecánico de autos. Estoy dispuesto a renunciar a todo lo que tengo para reparar los daños. Por favor, regresa a mí, cariño". Eso dejó a Noreen totalmente soeprendida. ¿Qué le estaba pasando a ese hombre arrogante?
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Charlee fue abandonada en la boda y se convirtió en el hazmerreír de todos. Intentó mantener la cabeza alta, pero acabó humillada cuando recibió un vídeo sexual de su prometido y su hermanastra. Devastada, pasó una noche salvaje con un atractivo desconocido. Se suponía que iba a ser cosa de una sola vez, pero él siguió apareciendo, ayudándola con proyectos y venganzas, todo mientras coqueteaba con ella constantemente. Charlee pronto se dio cuenta de que era agradable tenerlo cerca, hasta que su ex apareció de repente en su puerta, rogándole otra oportunidad. Su amante magnate le preguntó: "¿A quién vas a elegir? Piensa bien antes de contestar".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".