M

colegio voy al restaurante a ayudar a No

ayudo? —él me observa y s

La m

y movido, y mi teléfono no deja de

n la máquina de expreso.

el hecho de que él me coloque su mano en la cadera y que me hable

—se ve tan preocupado, que

es nada no

a ven

para mi sorpresa me levanta y coloca arriba de uno de los muebles, como si fuera

nta sin compre

como si fuera una ni

baja, me harás doler la es

sos labios tan gruesos, tan tentadores. Me pierdo tanto en él que no siento nada de lo que está haciendo en mi mano, ni escucho lo que dice, solo soy consciente de levantar mi mano sana y colocar un mechón de cabello detrás de su oreja, y ese contacto, me pierde en tiempo lugar, espacio, todo, simplemente y como estúpida, después d

atine a decir. Podía sentir l

oz suena tan ronca, como cargada de deseo? Pero, que...yo no..

Bajo del estante de un

ltar hoy. Tie

mmy que busque a los niños y los lleve a la em

eres idiota o que. Noha e

mente llegó

de imprimirse las copias, llevarlas a la ofici

testo no muy con

de lo apurado que estaba

la secretaria de Mar

le diré a él que t

Bi

nquila, esa mujer n

pedirle que me deje trabajar la jornada completa... pero

copias ordenadas subo

r Rodríguez me

ucede a esta mujer?

o a golpea

s lo que recib

la mano sana, optó por girar y empujar la puerta, pero para mí enorme vergüenza me trop

musculo de mi cuerp

digo apenas

ra es de asom

cho más alto que la última vez que lo vi, casi tan alto como Noha, siento su agarre, tan masculino, me

a ayudarme a quedar bien derecha, pero también lo

— Y eso sonó exactamente c

s en el colegio. — Opte por menti

lla es Emma Johnson, la hija de Greco

, en su lugar miro a Marco y trato de sonreír. John se ma

los podemos diferenciar, para el resto es imposible. —En ese momento alguien entra, me ma

de escuchar esa voz, hace que mis piernas tiemblen. Tengo ganas de vomitar. Mi corazón se acelera s

la hija de Greco, ella es Emma Johnson, y tra

— Me giro conteniendo el aire

an un brillo casi siniestro. Lo dejo con la mano

que era Emma. —Dice con diversión y trato de contener mis lágrimas, sé que lo hace apropósito, para humillarme aún más, para que vea que para él fui solo un pe

llama y de quien es hija. —d

ue me pediste, si no m

í,

tranquilizarme. Desciendo al piso donde trabajo, lo hago bien, aún me m

Ma

abrazó... me quiebro, mis lág

cede, acaso alg

ño bravucó

¿qué t

golpear mi mano cuando salí del ascensor. —miento

Noha me dijo q

ara mi suerte aparece Carla,

la n

ra él es e

o-h

po en forma, con su cabello aún más rubio que el mío, su piel blanca, esos ojos azules y ese tra

chó, y los niños simplemente se fueron a hacer sus

ohn me asustó y me levante

que suce

Consta

s absorbían sus personalidades, y a John lo caracterizaba su tranquilidad y astucia. Como a Noha su perseverancia y temperamento. Y a Tommy su carisma y comp

una pregunta. —el cuerpo de John

entie

¿No entiendes a l

orque hablar de ello! Si le dices a alguien... te juro John que no volveré a dirigirte l

agradecí, pero si él lo sabía, ¿cuánto tardarían los demás en saberlo? la única que ha podido mantener un secret

ue no diría nada, me tranquilic

dirle a John trabajar tiempo completo, se esfumaron, a

Jo

¿S

ayuda en la m

necesitas ay

ía a eso, estaba

ido si tú eres igual, vas por la vida formando pare

na linda pareja con Carla, ¿no lo crees? se nota que es una buena

Y N

sucede

e busca

o sé porque lo que dijo me molestó, no me gustaba pensar en comparti

tú lo

de salida, me sorprendo de que Tommy se quede un tiempo ma

salgo con los niños, y cuando entramos al ascensor estaban e

tus hijos? —los ojo

señor Marco, él es Do

ntini. — Donato s

e perfectamente de quien es, el maldito de Prieto se burlaba

no se sabe comportarse, yo podría enseñarle. — Dios, mi pequeño niño se veí

to lo miraba desafiante, ¡idiota es solo un niño!, en cambio Demetri lo miraba, ¿maravillado? Y un

tina. Y tú pequeño caballero llámame, Mar

n hombre, haciendo un asentamiento de cabeza hacia los gemelos. Mi niñ

ostro hacia delante enfada

imos con ellos pegados a noso

no tienes auto, ¿qui

ientras yo hablaba con Marco en la acera escuche que D

tos año

preguntar la ed

niña, y muy hermo

n lo hermosas que son, no es necesario que un extraño lo di

ueden diferenciar a este par de gemelos. —el coment

or qué no se van? miro a Demetri y veo que mientra

inco

16. — Le responde su padre. Ti

tonc

ngo a Noha a mi lado dejando un beso sobre mi coronilla.

—Tina salta

peón, ¿cuidaste a la

tan seguras conmigo como contigo. —y

Marco hizo un sonido con su garga

los años no

ha, realment

ía tendríamos que levantar la vis

co Constantini. —mi a

an cuando no nos s

n adulto? — Y esta vez fue Valentina la que soltó un

es de mala educación reír de e

s pequeño. _ s

ara abrir el restaurante, v

palabras, perdón Noha, pero hoy serás mi escudo. Si

n un res

s, allí, y lo termino comprando. — Dije

ho, muy bi

todos nosotros. —mi niña ve con a

eso es lo que hace

as manos de mis pequeños me sonrió y nos dirigimos

? —pregunto apenas i

ien, nad

visaremos cua

mo d

ME

e estoy por volver loco. Pero au

a Bianca que hoy

apá, ¿le digo

e le guste el lu

erdo. Pr

¿Q

el idiota. Mientras caminó le envió un

sucede

sabías su nombre?! ¿O

on ella la llamaba "mi chica despeinada”, siempre estaba con esas trenza

tender ¿por q

difícil de entender? — Levanta sus hombros como q

la, tú solo fuiste me buscaste y me dijiste tú a

la oportunidad, no finjas, no eres mejor que yo, a

la cama! Eso

do hasta el cansancio,

te perturba que teng

ebería, solo m

¿Q

muero por estar entre sus piernas otra vez. — No sé por

la tra

r, ¿acaso todavía estás pe

e, no quier

puedo evitar pensar, 5 años, y esa niña... esa mirada