SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE 2

berías termi

erías metert

sa—, definitivamente estar con tu jefe no te

ije con toda seguridad y Melina, la chica con la que estaba compartiendo el departamento, solo se

bía dónde me había hospedado. Simplemente, no quería que el enfermo de Sebastián se apareciera de repente a arruinar

conseguí trabajo en una vinoteca como mesera, que, aunque el sueldo no me era suficiente, me las había arreglado lo suficiente como para sobrev

antos años, pero con una imagen que no le daba más de treinta y cinco, era más experimentado que Sebastián y para ser sincera, me tenía obsesi

bierta y así como él, su esposa estaba acostándose con otro desde hacía algunos años y aunque yo no compartiría ello, se trataban de sus sentimientos, los que

ero desconocido solo avisaba que se

sconocido.

, aunque te vayas

ras responder

todo lo que he hecho

dar co

e no importa con qu

ma, porque siempre est

lo intenten, podrán

, no lo

ciado

en menos de dos meses, era el tercer celular

a buscar otra manera de olvidarme de él, se las

olvía a abrirse y me d

do no demoró en advertirle a mi

Ari, ¿qué pasó? Por favor, no me asustes—. En ese momento vio las partes mi celular esparcidas por la habitación y lo supo—. Hay

que ello significaba y en una semana la historia se volvía a rep

más que necesario. Sebastián no me merecía, pero aun así una parte de mí quería estar con él y la otra había muerto aquel día en el que había tomado l

o de un rato, aunque con un nudo q

o para tomar mis mejillas y

ro negué. Necesitaba dejar a Seb

N

Debes demostrarle a ese infeliz que

s suficientes para salir aireado de cualquier denuncia. Así como hizo con la a

solo siente por ti una obsesión enfermiza que a la la

ararlo, pero una denuncia ya había demostra

aunque mientras esperaba a que se iniciara una parte de mí esperaba que los mensajes se detuvieran y la otra quería que él no dejar

más en mi habitación. —Porque si quieres

da, solo que se escapó de su pueblo cuando descubrió que su prome

de, y que solo buscábamos reconstruir nuestras vidas l

eocupes.

estoy. So

s, con el video de Sebastián y Ana teniendo sexo y reco

mi menté viajó a esas horas previas a