img PEONÍA. rebeldía, nobleza, belleza, y amor.  /  Capítulo 2 Guardia personal | 22.22%
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Historia

Capítulo 2 Guardia personal

Palabras:5775    |    Actualizado en: 28/01/2024

disculparon con Alexandre Fontaine por e

sin embargo, prefirió no dar mucha importancia al asunto, por respeto al rey y a la reina. Además despu

culparse, la princesa aún es

, le pido, Lord, no come

ranquilo, no haré ningún

reción, Lord Fontain

to platicar sobre temas important

ermiso, Lord Fontaine.– hizo

a. Por primera vez comentaba con alguien sobre la mala conducta de Alice, conocía muy poco al joven,

tad, ambos descubrieron que tenía una forma muy similar de pensar

ad, seguramente es más adelante adquiera madurez

rácticamente imposible poner mano firme, no cuento con suficiente tiempo para hacerlo. He pensado que la mejor solución es ampliar sus horas de estudio,

ería bueno alejarla de su hogar. Su Plan es bueno, por supuesto, sin embargo, temo que no sea el más indicado, me expl

Lord Fontaine, entonc

. Soy joven, seguro usted requiera un el consejo de

. No tengo duda de que usted me dará u

o para la princes

otras amistades?.– preg

ra. Además, sería bueno que su Majestad dispusiera de una persona idónea para que ent

do que haya alguien que esté dispuesto a soportar el mal comportamiento de mi hija, y dudo mucho más que a Alice

Sugiero rodearla de personas en la que ella vea un modelo a

ser amiga de Alice?, en cuanto noten el

rancia, ¿Quién no qu

lquier señorita de sociedad que quiera ofrecer su amistad, tanto

ersona indicada, no tendrá más opción que tolerar el comport

na amistad falsa.–com

ía que todos se enteraran y que fuera un escándalo. Así que pensó, lo que Lord Fontaine sugeriría era bueno, pero debía pen

esa, y por supuesto para el reino, ella es el

stucia de hacer creer a mi hija de que su amistad es sincera

dicada para encomendar una laboral tan importante?, Y entre más daba vue

la persona indicada.– D

stad,

pió,– Nadie más indi

ijo Lord Fontaine, quien añadió una explicación muy certera.– Usted mismo lo ha

do, pero el Rey hizo caso omiso a las razones qu

uyéndome, y soy su padre: Sin embargo, tengo la entera con

sto su idea. Sin embargo, ya era tarde para dar una nueva opinión al respecto, además estaba prestando su servicio en palacio real, debía aceptar sin po

, Pero ¿quién podría imaginar que él sería el candi

onsecuencias en un futuro muy cercano. La jovencita acostumbraba a salir en las noches sin que su institutriz o cualquier integrante de la guardia real se dice por enterado. Y pe

us paseos nocturnos no eran con el fin de cometer alguna bajeza, eran con motivos totalmente genuinos. La jovencita buscaba sentirs

periferia, dónde la mayoría de los habitantes pertenecían a la clase más baja, obreros, campesinos, cos

e ellos Alice, asisten al lugar para conocer sobre el arte, literatura, y la libre expresión, otros tantos, se reúnen para hablar sobre diversos temas. Incluso se especula que

lugar están en desacuerdo con el rey, y por supues

dio de la oscuridad de la noche, para evitar ser

imiento de que Alice es la princesa de Francia, ell

e Maria, quería aprovechar el sol de la mañana para salir a dar un paseo por el j

ingiendo ingenuidad,–No te habrás vuelto a escabullir por la ve

e juzgues.–

pensé que no te atreverías hacerlo de nuevo

rave!.– exclamó

s que no fue nada grave, ¿Y si aque

s de seda blanca,–Maria, de vez en cuando necesito tomar

furioso si te descubre, no puedo siquie

sto, o en el peor de los casos, au

re de un disgusto, y Francia qued

puso los ojos en blanco,–¡Pobre Rey!, ofuscado por el mal comportamiento de su h

desearían estar en tu lugar,

ancia, tuve que tener la desd

, Ser una Princesa no es tan

, pésimo, y por todo también m

ecordó con un poco de inquietud.–me e

ué debo tan grande h

prendió suavemente,– Date p

encuentro con su padre, camino hasta la puerta, le gu

tas de chocolate solo para ti.– gri

bien.– aco

tida y alborotada que tanto la caracteriza, se dirigió hac

ia de Lord Fontaine, pero ¿quién no podría notarlo?, siendo un hombre

el rey, acompañando la pet

algunos segundos, ¿cuál era la razón

er, de inmediato avanzó hacia dónde se encontraba su padre y

en princesa mantuvo una mirad

Lord Fontaine, ha

ice respondió el saludo

d hablar conmigo?.–

ilencio, en la espera a lo que su padre le quería comunicar.–¿no quiere

trigante y ha despertado en mi much

omo siempre!,–

n, padre.– habló la jovenc

o a él, pero optó por no reprenderla, sabía que lo que e

giró su rostro hacia Lord Fontaine, quien la miró fijamente a los ojos por un buen rato, haciéndola sentir muy incómoda. Esos ojos azul l

e nuevo hacia su padre,–... de ahora en adelante pondrá su

pió con gran asombr

ar se encargara de tu seguridad, además me tendrá a tanto de todo lo que hagas, mi querida hija. Estoy seguro de qu

Majestad,– co

Alice con gran enojo.–¿Es ese el moti

otivo por el cual Lord Fontaine se encuentra

ara mi seguridad, ya cuento con la disposición de otros guardias, y sólo

einticuatro horas del día a tu servi

ejarme de Ma

pensó que su pad

ncella, pero tendrá el apo

omedía, es lo más tonto que he escuchad

a día más reprobable. Req

s. Mi vida es una constante tortura, y usted solo critica mi comporta

equívocas, Me importas mucho,

mo, lo que realmente le importa es el r

bietas, mucho menos las palabras que dice, a partir de hoy tend

a presenciando. El comportamiento de Alice no era aceptable teniendo en cuenta de q

a cumplir con la orden que el rey le había dado. Ahora tenía que ganarse la simpatía de Alice, debía adoptar un temperamento abierto y dócil, aunque tenía pleno conocimiento de

igente, con mucha más experiencia, y en lo que esto respecta tenía t

hacerme más infeliz.–

carla como es debido según la nobleza. La princesa tomó la determin

arches.– habló el rey con autorid

o suficiente.– se volvió hacia el rey

guardar silencio, durante la co

na princesa, tampoco se caracterizaba por poner en práctica las formalidades, y para nada le interesaba ser un ejemplo de distinción, más bien su descaro era exuberante. Pese a todo esto, vio algo en el

n carácter, y espíritu liberado, con su comportamien

Lord Fontaine debía olvidar su descubrimiento y volver a mirarla con ojo críti

isculpas ante el muy bochorno

rse, Majestad.– e

rmaré a todos sobre su nuevo cargo, es mejor que todos sepan que usted se encargará de la v

rumores,–dijo Lord Fontaine, respiro hon

a tonterías que se presten para crear rumores, no quiero

apretó los labios, mientras e

o lo que haga la princesa.– dijo el

a institutriz. Efectivamente cuando llegó al lugar lo primero que vio fue a la señora Janne, estaba leyendo lo que pa

.– saludó co

ses, sorprendida y algo enfadada,–¡Lo

ra esos lugares del palacio, por ello le había molestado la interrupción. Sin embargo, no tardó en relajar su expresión cuando se dio cuenta de que se trataba de el hijo del excelentísimo M

esencia en el palacio.–se puso en

esía, de inmediato desplazó de nuevo su mirada hacia la prin

taba, y le irritaba aún más que todo

puedo servirle?.– pregunt

de convertirme en el guardia personal de la pr

n gran emoción,– ¿Alteza, no lo cree u

bsoluto, no considero para nada maravilloso ser vi

Mi Lord, le pedio disculpe a la pr

, me estoy acostumbrando a l

ado las personas de personalidad alborotada como la princesa. Pero también sabía que ante todo Fontaine era un caballero, y su c

asiento.– invitó la señ

lectura, estoy seguro de que la princesa así lo desea...–se volvió hacia Alice,–...se le

resencia, mi Lord!, es usted un

ro merecedor de tan alto respeto, solo s

es merecedor de mucho respeto, de lo contrario no tendría ninguna gracia esforzarse por aparentar tanta rigidez y formalidad.– sin

ersación sarcástica y sin sentido, era mucho más fácil guardar silencio que intentar salir ganador de aquella pla

a Janne procedió con la lectura, mientras que Lord Fontaine ocupaba un

te, que Lord Fontaine se decía para si, "cuánto orgullo tie

Sabía que la princesa era una jovencita reprimida por sus responsabilidades, entonces co

aba no le permitía demostrarlo, después de todo era un Fontaine, por lo tanto un caballero absol

d, mi Lord?.– pregunto la señora

prefiere guardar silencio, para dar la impresión de ser un hombre interesante y

aba gracia la obstinada que tenía la princesa en seguir l

so?.–preguntó Alice

lteza.–n

e mí?.– preg

evamente, apretó los labios di

e.– dijo Alice

a muy equivocada, Alteza.–dijo serio, Lord

norarme?.– c

rincesa abrió la boca

erminado la clase, la espero el lunes a la misma hora, por favo

mo siempre.– habló aireada, se puso en pie

de historia.– comentó El joven

Lord.– hizo

ención de hacer que Lord Fontaine perdiese aunque sea por un solo instante su porte rígido. El cuerpo de Lord Fontaine chocó contra su espalda, el choque sumado con la gran figura corporal del joven, causó que Ali

?,– preguntó girando el cue

o estuvo en sus planes la posibilidad de caer, así qu

intención, le ofr

con intención, sin embargo, fingió no darse por enterado, después

idado.– reprendió fingiendo

jillas se ruborizaron, sin poderlo ella evitar. Lord Fontaine lo notó rápidamente, pero no comprendía cuál era la raz

su pequeña broma le causaría tanta ve

eza.– se discul

mbos, era evidente que se se

eguntó rompiendo el sile

ta enviaré a uno de sus súbdit

nadie, Le pido que sea u

tengo orden de no dejarla sola ni un solo momento, y muc

sola en compañía de un caballe

emos una distancia bastante considerable, si alguien llegará a vernos no

aso nunca se cansa de ser tan

e una persona perfecto, el ser humano está lleno de impe

lar de forma tan elocuente, y de cumplir con tantas norma, tonterías e

canso de comportarme como un

mo puede una persona s

tiva, cada persona la halla en

de que a su edad no conoce el verd

segura de ello, s

es muy evidente, usted debe ser un hombre completamen

?.– preguntó en for

embargo, Aprovecho la más mínima oportunidad para ser feliz, y espero con anhelo algún día poder serlo comp

e Alice le confirmaban lo que ya había descubierto, sin duda era una jov

cambiar la perspectiva de ver la vida, hacerle ver que no todos los integrantes de sociedad eran como ella lo describía o bueno, si en su mayoría, pero e

ados,–digo, Alteza, –corrigió sorprendida a darse cu

onnet.– son

o.– Dijo Alice, y enganchó

aquí?,– preguntó en voz m

mi sombra.– respo

reguntó, sin

para mantenerme vigilada.– explicó en voz baja.– Maria, acompá

mpo nadie le exigía tener modales o ser aplicada. En ese pequeño momento del día era l

ca durante el tiempo que duró el

con gran agrado la soltura y sencillez que emitía la princesa al sentirse en total libertad. También P

ncesa. Se hallaba embebido en sus pensamientos, tanto que no se fijó en

ue verla así, tan libre, tan feliz. Definitivamente no hay nada más

, la princesa, debe acompañar a sus padres a la

Lord Fontaine era un hombre rígido, aferrado a las normas y deberes. Al ver que Alice se acercó hacía ellos se l

d Fontaine a dar un paseo por los

ue estaba extremadamente sorprendido, no iba a rechazar la invitación si l

s mínima intención de invitarlo. Debe ser indignante par

, sabía que debía acceder de cierta forma a los gus

ed le encanta pasar la tarde en

o te tengo a

día de mañana. La reina me ha pedido que la acompañe e

ión de compartir un momento tan único y especial con alguien que no seas tú, y mucho menos con Lord Fontaine,– A

ca compañera y cómplice. Esa misma tarde durante la asamblea, Alice estaba bastante inquieta, sabía con c

an los días venideros, y a su vez pensaba en plan, uno bueno para ganar la amistad de Alice. Cerró los ojos y en seguida llegó a su mente la imagen de un par de ojos expresivos color azul trasparente, eran los ojos de Alice, abrió los ojos de golpe con la respiración agitada. Él no sabía por qu

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