ión de inclinarse y elevar plegarias de agradecimiento, cuando escuchó el sollozo de aquella mujer, se acercó lentamente a ella, su r
tada en busca d
la colocó en el h
miró, se conmovió, al ver las lágrimas cubriendo sus mejilla
era un sacerdote muy ardiente!, ¡perdóname Dios mío!—penso— Pero te has quedado uno de los mejores para ti; alto, muy alto, hermosos ojos verdes con un brillo esp
nsó, no paraba de llegar a ella una serie de pensamiento... de muy malo
mío, me la has
dit*s pensamientos lascivos!, todo era culpa de sus seis meses y trece días, que
ntrola tus lujuriosos pensa
uy ard
in comprender qué he hech
se señaló a
. está t
—el hombre le regaló una tierna sonrisa, y aunque era la típica sonrisa de consuelo a un niñ
, sin dudas una voz de doble filo, podría fácilmente imaginarselo consolando a un niño ó a cualq
n, Dio
izas me los merezco— lo miró a los ojos—
rtunidades— le colocó una mano nuevamente en el hombro, y de inme
BER
os pensamientos tan pecaminosos, debería hinc
negó sonriendo.—
a— Ámbar asintió. —puedes venir cada vez que necesites refugio,
ntió.— quizás decid
siempre... ¿Cuál e
bar Hobbs.
ado llamarme por mi nombre, puedes llamarme Padre S
a—el hombre sonrió compla
s, por más que lo había intentado no lograba quedar en embarazo, pero suplic
el nombre—asintió—¿ o
siempre me inculcó el amor al Señor y dejó bastante claro su deseo de que fuese un hombre de
pie de un salto, no podía dejar de mirar aquellos v
e ha llevado a las
llos les arrebaté, tengo un contacto casi nulo con mi hermano menor, una casa la cual compartía con mi novio, y con la que a penas podía cubrir los gastos, gastos que no
para buscar esa pa
n abrazo al sacerdote?, ¿ es que acaso quería asegurar su pase al infi
cerdote la abrazó con cariño—¡Todo estará bien, el Señor te dará la solución a todos tus males!— le dijo, y
a— dijo retirándose. —
caja con sus cosas y salió a toda prisa, esos maldit*s pensamien
entras salía de la iglesia—¡No puede interes
nte carnal y pecaminoso. Se giró devolviendo la vista al templo y un escalofrío la recorrió. Nunca l
Ámbar Hobbs
os mío, h
inicio de una larga cadena de pecados tan ardi
***
va pareciendo la historia?, d