despertase: ¿le reprocharía algo? Estaba en su derecho, le había organizado una encerrona con su amigo Luis, porque estaba cansada de verlos tristes

se codean con la gente de alto nivel, por eso cuando conoció a Lucia, una joven, de clase media, pero con tanto potencial, había conseguido ayudar al pusilánime de su marido a llegar

UU., un ejecutivo de éxito, deportista, aventurero, pero que, en el último año, el mundo se lo comió a él. Después de un viaje al Amazonas, en busca de nuevas recetas, y hierbas aromáticas, empezó a sentir unos síntomas debilitantes, que acabaron postrándole en la cama de un hospital por 5 meses, estuvo en coma inducido durante 3, hasta que finalmente empezó a recuperarse, pero aún le falta mucho, pero Laura tampoco lo dejará de lado por no ser el loco aventurero que tant

¿cómo me enfrentaré a

4 de la mañana, pero Laura, no consiguió dormir, temía que su amiga se

ia, se acercó a la puerta, y le preguntó: · ¿Qué tal estas?” No obtuvo

a haciendo las maletas, su rostro no podría ser más triste, la cara desencajada. Se dio la vuelta y le dijo a Laur

ado, una de las mejores del estado de Indiana. No eran miembros de la Jet como podían serlo Matías y Laura, pero Lucia no necesitaba trabaja

ya no puedo más, en dos ocasiones me trataron como a una

l también necesitaba algo de excitación en su vida. El creyó que tus eras como yo, como somos amigas, los hombres no entienden que no somos amigas de iguales, si no de las que nos re

e hizo salir de su casi sin la ropa interior, casi desnuda, ahora no quiero hablar de él, ni de nadi

r a ver si habías llegado a casa, él no

ni tan siquiera me quiso dar su nombre, ¿

le di mucha información s

, estaré allí unas semanas, y sí, regresaré para tu boda, no te guardo rencor, sé qu

ento de violación fue algo real que me tiene la respiración cerra

yo estaré pendiente de ti,

ay un tren a casa, no

eguntó Laura

s, ya sabes que siempre eres recibida en Indiana, ven a verme si q

conferencia en una Asociación sobre trastornos conductuales en Indianápolis. Estoy

on Alonso, ahora que la dejó estará contento, pero seguro que acabará con su paciencia. Ella no los agua

, por favor”. Lo miró de reojo, miró a Laura, y lo borró. Aunque evitó que Laura la viese, suspiró, y derramó unas lágrimas, que se secó como si le hubiera entrado polvo en los ojos,

o su mensaje era borrado por Lucia, como una pequeña esperanza desa

e en la situación en la que estaba era muy difícil, necesitaba ayuda para todo, aunque el pronóstico de su enfermedad era

no dejarla salir mojada y sin ropa interior, ella no era consciente de su poder de atracci

isa de los niños que saludaban desde el campo, el campanario de la iglesia que marcaba la hora, y así pasaron las horas. Al día siguiente, después de 18

lonso, no estoy aún muy bien” Intentó que su madre no se pr

e era demasiado trabajador, y había tenido algú

a en las afueras de Indianápolis, “¿Sabes que se casa tu primo Daniel? ¡Y mira que le gustaba tu amiga Laura! Lucia la miró incrédula, como si hubiese visto un fantasma. ¡No creo que le gustase

o 6 meses, ¡aún no he mirado la invitaci

l desalmado quedase impune. Laura le dijo que era muy complicado, y que tendría que ver la forma de buscar más testigos, que lo conocies

ció lo que pasó aquí, reconozco que metimos la pata con la encerrona, pero no podíamo

n mi papel, pero cuando ella se dejó llevar y fluyo con los acontecimientos, me sentí feliz, y creo que ella tuvo un momento de felicidad,

izar un viaje, y hacer algo por salir de este momento o dejarlo pasar, y esperar mejores momentos. Yo te voy a apoyar, pero piensa que mujeres como Lucia encontr

a la enfermedad, a la impotencia, todos los miedos que ll

de los padrinos, ya lo sabes, y no te duermas en los laur