sin darse cuenta, envió el archivo de mi libro a nuestro jefe, despertando su interés y poniéndome en un
un sueño lleno de oportunidades. Sin embargo, aún no me sentía preparada para revelar el contenido de mi libro secreto. Era una novela difere
in embargo, al morderme los labios, recordé las pesadas facturas de mi curso de escritura. Un sudor frío recorrió mi frente; sostenía mi computadora portátil debajo del brazo, aún n
a se abrió abruptamente, revelando la imponente presenc
voz sonó tranquila mientras se apoyaba rel
os para mirarlo - No, señor. Olvidé
os, pero su voz retumbó,
esado en el informe ahora. - Su voz i
trándome en la amplia oficina en el último piso
firmeza, haciéndome estre
- Arqueé
cuente. - Patrik rio, sutilmente, consciente de su a
nte a mí, cruzando las ma
er el título, mis ojos se abrieron desmesuradamente. Consciente de que no podía prese
mí con pasos firmes, inclinándose hacia ad
Lis. ¡LEA! - Levantó mi
i cuerpo reaccionara de manera inesperada ante la intensidad de la situación.
do que mi mirada descendiera hacia el notebook. Cerré el disp
CEO, Patrik, rompieron el silencio que se cernía en la sala. Su mirada, seve
coger sus cosas y salir de este edificio en este mismo momento. - Aunque no elevó la voz, l
ra, buscando palabras para escapar de esa situación incómoda. - El cont
ándome con serenidad mientras saboreaba un trago de su whisky fa
vuelta, lista para salir apresuradamente de la oficina, cuando sus manos
un físico envidiable y cautivador, con músculos bien definidos que realzaban el corte perfecto de su traje. Sus ojos verdes,
rovocación, una encantadora sonrisa apareció
gonzada. - No lo estaba admirando
e usaré mi poder e influencia para arruinar tu carrera y vida.
cuenta de que ya había pasado la hora de trabajo y
es talentosos. La mayor editorial de Seattle estaba dirigida por el CEO más joven y exitoso, Patr
iempre lo intrigaba. Tal vez el hecho de que su secretaria tuviera un estilo pecul
tras por el bien de la empresa! - Patrik sonrió
ue no puede exigirlo! - Tiré de mi muñeca, acariciando el lug
rmaneció en los labios del CEO, mientras sus ojos emanab
os. Patrik, con su postura desafiante, no mostraba intención de retroceder. Sus ojos,