img Scarlet  /  Capítulo 2 Gris. | 8.33%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 Gris.

Palabras:2591    |    Actualizado en: 12/04/2021

omienzo tan desalentador y desmotivador, el comienzo de mi oscuridad, el comienzo de mi muerte, el comienzo de mi despedida a todas aquellas cosas que alguna v

iera gritar, el silencio de mi corazón que sin importar cuán fuerte intentara latir, sería en vano, el silencio de

n esto, ahora, estoy en este estado por ellas, por Gina y por Marta, más que todo por Marta, calumnia, porque me trataban ante el resto com

ida, una niña de clase alta con un futuro brillante, hija de los dueños de una empresa, pero ellas, ellas

turo brillante hecho trizas, haber presenciado segundo a segundo cómo se quebraban mis alas, ahora no soy más que un

tencia, sin razón de ser, sin razón de estar, ahora mismo, estoy en un limbo, sin rumbo, sin destino, sin punto d

do cuya alma pereció en aquel momento, ¿Vida? No, ya no tengo eso, ya no pertenezco a esa clasificación, ya

excitante lleno de nuevas experiencias, una vida que fue arrebatada, por dos personas que se supone que eran importantes, mi vida fue arrebatada de mis propias manos por dos personas que pen

tos, apagados, pero, estaba latiendo mi corazón, estaba sintiéndome en un contexto ajetreado, pero en compañía, no estaba sola ni perdida como creí este entero tiempo, quizá... No había muerto, quizá, este es m

e faltaba fuerza estaba rodeada de incontables cables, luego de todo esto pensé que era el momento de hacerme una pregunta que tenía derecho de poder responder: ¿Cómo es que estoy viva? Realmente no lo sé, sin embargo si salí intacta de todo eso lo agradezco y lo agradeceré hasta que no quede nada de mí que pueda agradecerlo. Me detengo también a pensar

ueron mis amigas? ¿Nunca me quisieron? Odiaba tener que hacerme esas preguntas, pero lamentablemente no hay nada que pueda hacer, ni siquiera puedo saber qué pasó exactamente. Ni si

mediables que crecían uno tras otro cada segundo que transcurría— ¿Dónde estoy?

nfierno, está en una clínica— di

dicho: Nunca quise serlo, y ahora tengo menos razones para ser su fiel y obediente

confundida moviendo mis manos a todos lado

ista, le hicimos una operación para aumentar

me confiado ¡Qué torpe soy! Jamás pasó por mi mente, que todo esto acabaría pasando— ¿Cuánto tiempo debo estar vendada, de esta manera?— digo preocupada. El no saber si sobreviví intacta o no me martiriza, era como una tortura que parecía perderse a lo largo de la eternidad, tener tantas preguntas y tan lejos d

nte, estaba sorprendida de todo ese tiempo que pasé ¡Era demasiado! ¿Cómo estarán mis padres? ¿Cómo estará la escuela? ¿Cómo estará la empresa

la que estoy, el doctor que me es

sterior a ello retiró muy lentamente las vendas de mis ojos, en cuanto recibí instrucciones de abrir los ojos lo hice, cuidadosamente los abrí, no es como si contara con mucha fuerza pero en cuanto los terminé de abrir pude verlo todo normalment

ted, todo lo que esta gris píntelo de rosado!— Me desesperaba más y más, sólo de pensar que ah

puso a ver una luz, que era gris

n es gris? — Pregunté ve

char todo eso, no puede ser cierto lo que acabo de escuchar— es una forma de ceguera que consiste en ver

ra pagar este precio tan caro, perdí el control al empezar a llorar porque no tiene sentido alguno actuar como si no m

mos, ¿Entendiste?/ pero alguien más— Un primer grito de su parte se escuchó, uno agonizante, pude escuchar en el mismo el miedo— ¡Auxilio! — Un segundo grito se escuchó luego de pedir ayuda, un grito mucho más alargado que el primero— L

su tono era tan terrible, tristeza, sus

e a lo largo del suelo en cámara lenta, posterior a ello empecé a llorar, ¿Con qué hipocresía me tratan esas dos? Fingiendo ser mis amigas, ¿Y me hacen esto? No se dieron cuenta que yo tenía sueños, una vida por delante, me veía en el espejo y decía: Cuando tenga 20 seré una exitosa empresaria, pero ahora me veo de otro modo: Cuando tenga 20 no seré nadie ¡No seré nada! Ya que t

o que sus palabras me ocasionaron deje caer muy llena de miedo la navaja, al darme cuenta de que tan niña hab

le la pena!— y me levanté furiosa, y cuando afinqué el pie izquierdo me caí ¿Por qué? ¿Acaso también quedé

nar con un pie?— dije sintiéndome

sta no tenía quemaduras, así que aún co

e quedarían el resto de mi vida

ado de donde quedé coja, tenía una enorme, como roja

pero vacío grito— Al menos no fue en mi cara— l

adura, pero que para que no se note, podía usar el pelo suelto, pero después de mi tratamiento. Por lo menos puedo esconde

ita, cada segundo pasó y fue atormentante, quería simplemente una máquina del tiempo y volver a esos tiempos tan hermosos, donde yo, Scarlet Andreina Gómez Sequera, era feliz, tan feliz con aquella

engo a mi alma encerrada en este cuerpo dañado, con una visión defectuosa, que no puede caminar sin una muleta, una invalida, eso soy, al menos el destino se apiado de mí y no me dejó tirada en una horrenda y mugrosa si

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY