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Historia

Capítulo 5 Visitas

Palabras:3952    |    Actualizado en: 12/04/2021

traumas, asuntos de la vida que no se superaron y siguen causando estragos en la actualidad, o por un duelo, un problema de parejas, una relación tóxica que debe acabar y no acaba, o una relación don

vamos a necesitar un psicólogo o por lo menos un orientador, si dicen

ando que el lunes no tendría trabajo, por lo que hoy planifiqué una cita con el psicólogo,

omento podría marearme, me he desacostumbrado muchísimo a la multitud, sin embargo espero mi turno tranquilamente, o intentando que no me diera una crisis en medio de toda la gente, antes de mi entró una

itación del psicólogo, admito que me dejé empujar por la curiosidad, esa chica me daba demasiada

pasara, el doctor estaba con Gina, ¿Cómo se atreve a venir? Me enojé tanto, era por eso que e

rá pagando lo que me hizo. Se lo tiene bien merecido, que sufra, p

nos mataría a las dos, o si alguna abría la boca, pero estoy desesperada, con este espanto

uenta de que mis amigas no me habían traicionado solo porque sí, era porque las tenían amenazadas. Al

r si al menos era mujer o hombre?— preguntó el do

ue por ahí nos hablaba a Marta y a mí, para que no lo identificáramos con la voz, luego le saco la batería el chip pero no la tarjeta de memoria y lo partió en 4 pe

Doctor, sin embargo Gina in

Jean Javier no estaba siendo engañado al decir que Gina era inocente, una inocencia que fue rota, al igual que mi vida, necesita ayuda al igual que yo, diría que m

abía que ustedes estaban ocupados— dije haciéndome la víctima. No debería hacerlo, debería soltar lo que acabo de escuchar ¡No podemos queda

tar lo sucedido a los cuatro vientos, el Doctor le dirigió la mirada a Gina para posteriormente dirigirle la palabra— Gina, debería

je, Marta, sobre eso— Aquí h

tanto de lo sucedido? En eso

*

ra pagar este precio tan caro, empecé a llorar sin control porque no tiene sentido alguno actuar como si no me im

os, ¿Entendiste?/ pero alguien más— Un primer grito de su parte se escuchó, uno agonizante, pude escuchar en el mismo el miedo— ¡Auxilio! — Un segundo grito se escuchó luego de pedir ayuda, un grito mucho más alargado que el primero— Lo

*

dí tanto de no haberme dado cuenta de un detalle, tan pequeño, pero a la vez tan grande como ese. Era aterrador para mí tener que

do! Dilo ahora, ¡Dilo, Ginata!— mi desespero era notable y de alguna manera vergonzoso, porque ya me había delata

?!— Preguntó, en un estado de

e llamarte a ti, discutí con ella, dijo: Pero alguien más de ahí le tapa

te a la policía en ese preciso momento?!

ijo la policía de la muerte de Marta? ¿Reconocieron al culpable?— En eso veo que Gina había orinado los pantalones de lo nerviosa que estaba, su rostro estaba ten

de su muerte, de que por intentar hacer justicia termine, o más bien: Terminem

— se justificó, ella tenía razón a decir verdad, pero quería atrapar al culpable de todo esto sí o sí,

s hizo esto o no? — Pregunté

iedo. Necesita carácter porq

quién es o no? —

i v

toridad que realmente no era mía. Estaba ciega de rabia, de impotenc

n notable arrepentimiento de lo que había dicho, yo, s

no niño, 9 de la mañana ¿Qué dices? ¿

ubeos me hacían

í, o

es tan estúpida

' de nuevo pero pa

esión, ella realmente deseaba que volviéramos

unté de nuevo, mir

a vez, pude ver fuego en ellos, determinación, valor, valentía, optimismo, vi muchas emoci

Gina estaba harta de mi c

ra

táculo de terror y lo peor es que es real, es tan triste, quiero volver a ser una niña, éramos tan felices en ese tiempo tan lejano y a la vez tan irreal, quiero que todo esto

et, es

in apiadarse de mí, ella llevaba tanto renco

prano— le dije, sonriéndole, n

udaré a saber quién es, y no se lo

lo prometo, o

s cariño, nos necesitábamos más que nunca, es en momentos así en los que la amistad se pone a prueba— Lo siento, no debería abrazart

ue no me hables del pasado— luego de aq

rees que hay

que seas tan indiscreta,

ente sorprendida. No e

la unión hace la fuerza, y cerca seremos

iedo de que hable, pero estando cerca las posibilidades de una reconciliación se volvían mayores— De acuerdo, me mudo a tu

Espérame, tendré mi cita, en una hora— me dijo, su tono era más suave, su mirada

que llegó el turno de Scarlet, cada segundo luego de que ella entrara se sentía eterno. Luego de la cita, fuimos a mi casa a recoger mis cosas más importantes tales como ropa, productos de aseo personal y de maquillaje, ya me es

a Sc

stí tanto, me limité a una panty y una franela rosada de tiras que cargaba. Gina sacó su celular y empe

ono más sereno que cuando nos reunimos al principio, Gina asiente como respuesta dándome una sonrisa, me parecía fabulosa, capa

e hizo caso, siguió escribiendo, hasta que en un

cuanto termine de escribirlo y me

gunté sabiendo que lo soy y que

mó su respuesta. No evité esbozar una pequeña sonri

rcó a mí y me pasó el celul

ue necesite una casa? Alquilo la mía, quince dólares, si cons

quién es este men

mente a varios amigos, p

ce dólares, si conoces a alguien que necesite una, por favor dale mi núme

necesito que me rep

de manera prolongada. Una vez que terminó de escribirla, me comentó que se la envió a 30 contactos, ¡

uchas que nos quedamos mirando por un breve lapso temporal antes de colocarlas en la caja donde las botaríamos, otras en cambio solo las tomábamos y botábamos.

o muy obvia— La cama se queda— tras es

ndió tan alegreme

melancólica, como producto de todos los recuerdos ella comienza a llorar.

aída, lo puedo ver por su forma de ser. No sé ni cuantas veces Gina ha llorado desde que nos encontramos, mejor dicho: La encontré llorando, cuando la llamé hacen 10 años estaba llora

lices, que nunca se nos quitaban esas sonrisas, que hacíamos de todo juntas ¡Quiero vol

de se sabe la verdad, donde quien mató a Marta, quien me intentó matar y que me dejó con ceguera, pague, al tiempo donde la justicia sea servida con nuestras propias manos— justo entonces, record

argo no sé con qué clase de suerte contaba que lo tumbé para luego salir corriendo, pensé que al empujarlo caería al fuego, pero no murió, si no que se levantó,

a mala o el malo en toda esta situación? Yo las juzgué sin conocer el 100% de las situaciones, ellas también cometieron el error de no decirme nada, o sea, todas nos equivocamos, ellas no fueron las culpables, yo tampoco lo fui, eso del bien y del mal, lo de

e haberme perdido en mis pensamientos, perpleja, con los labios entrea

a, la verdad que no está de más— Marta, tú, yo, el que iba

para buscar noticias de los siete días que estuve incon

intervino Gina, negué con la cabeza

e esos siete días— aseg

orras— sonreí al verla convencida, una vez

ero en la página 76 encontramos un link que decía: semana 25 de hacen 10 años

a An

s, Scarlet y Ginata, queriendo hacer justicia con sus propias manos, veo que buscan delatarme a mí, vengar tu mala vista, Scarlet, o vengar la muerte de tu primo Luis Miguel, Gina, pero lo que conseguirán

ndiscreto, pero Scarlet, Gracias a tu terquedad, las dos

os que tuvieran que morir ese día, porque quería darle a quienes me hicieron sufrir en donde más les doliera: En su familia. Lástima que te hayas metido, porque tu existencia nunca me interesó, Scarlet, si f

omo tu madre, sin embargo creo que estás amando a alguien, que en tu corazón comienza a fl

uien, le lancé un conjuro para hacer que sufra, sus gritos desgarradores hacían

tan lejos pueden llegar, pero tengan en cuenta, nunca me van a superar, ni en sueños me van a gana

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