", preguntó Javier, bloqueando el
me inundó. Era Javi
ue volver. ¡Los Sombras vienen! M
mirada era fría, llena d
o. Dijo que los celos te estaban volviendo loca, que
ta. "¿Crees que arriesgaría a mi hijo en este camino por una rabieta? ¡Con
e. Había servido bajo su mando antes de que Mateo tomara
orden. Dijo que si te encontraba, debía as
llo. Tenía una c
cinante retrocedía nerviosamente. "Tu madre, t
o que solo es un festiva
uelta, pero el camino era demasiado estrecho. Javier
demasiado fuerte. Me bajó de la mula a
a, me ató las manos a la espalda. L
Isabela. S
de vuelta al pueblo. La gente que me vio pasar desvió la mirada, confundida
a la farmacia. Mi farmacia. El
cerró la puerta con
que el capitán regrese
n la penumbra de mi propia tienda, rodeada de medic
zadas mujeres y niños hacia la iglesia. Sus miradas se encon
eblo. Un silencio pesado, expectant