jaba, Luciana s
asa antes d
rato matrimonial. Una regla que ella había odiado, per
o eso? Ya estaba di
tud la invadió. Se sint
erpleja. No entendía nada. Luciana parecía odia
ró conduciendo hacia la bodega, hacia
se preguntó. "Debo de es
raseña para entrar. El cumpleaños de ella. León era tan pr
aba oscura
el salón, con una taza de té caliente. El aroma a tierr
casa estaba vacía. F
ecorrió la espa
Sus libros. Su cepillo de dientes. Todo
ido. De
irritación
si él pudiera oírla. "T
se sentía tan... molesta? Debería estar fe
en el pecho, una molest
erta de la casa s
seguida por la madre de León. Amb
e León, abalanzándose so
tan fuerte que la ca
to. Agarró a la mujer y la empujó. Empezar
ntentó s
on la voz quebrada por el llanto. "¡Es
vo en seco. Miró a Lucia
u culpa", sollozó, antes de darse la vuelta y
aralizada. El mund
le preguntó a Sylvia, co
ó con un desp
e veneno. "He dicho que León está muerto. Se
a se quedó en blan
Sylvia, con lágrimas corriendo por sus
ana, agarrando el brazo de
na sonrisa cruel
en la morgue. Esperánd