éxico. Mi restaurante, "Corazón de México", era un éxito rotundo, y mi e
rada se fijaba en un viejo recorte de periódico. "Tú lo lograste, Luciana. Tú eres l
pido sueño de fútbol solo para después humillarme con tu éxito",
, la misma que había visto cuando rompía platos. "Tú me quitaste
ero su furia era más fuerte. Mientras el aire se escapaba, lo
desvanecía, ahogado por la envidia. ¿Por qué el
dulce llenaba el aire. Era mi antiguo dormitorio, diez años atrás.
Iván, es Iván para ti!". Él también hab