lo de los comensales satisfechos era la música de fondo de mi éxito. Esa noche, nuestro pequeño restaura
real, sólido. Era la culminación de años de
tensa que apenas ocultaba la tormenta que se agitaba en su interior. Su sueño de ser futbolista profesional se había
feo brillaba sobre la repi
, dije, tratando de
ecorte de periódico amarillento en la pared, una foto
voz vacía. "Tú lo lograste, Luc
acia mí. Su sombra me
arato. "Si no fuera por ti, si no me hubieras empujado a seguir ese
solo te
se estrelló contra mi mejill
n sus ojos, la misma que había visto cuando rompía platos
itaste mi oportunidad con Sasha, me quitaste una
nfancia, el símbolo de la vida
ro su furia era más fuerte que mi voluntad de vivir. Mientras el aire se escapaba de mis
todo se vo
.
café recién hecho y a pan dulce llenaba el
endo desbocado. Mis manos volaron a mi cuello
e bandas de rock que ya no escuchaba y los libros de texto apilado
a mi carta de aceptación de la Fa
era de hac
a vu
a casa sonó. Mi madre contestó e
Sí, aquí está. ¡Lucia
eó como un puñeta
tro lado era la misma, pero c
uerétaro me ofreció una prueba, pero... Sasha quiere que vaya con ella a
ón. En mi vida anterior, lo convenc
a risa fría se fo
e diga, Iván?", pregu
go, su tono se volvió
rica. Y tú, Luciana, no te metas más en mi vida. No me vue
edé h
hicist
én había
El alivio me inundó, un alivio tan intenso que casi me h
ndo sorprendentemente calmada. "Como
no antes de que
Esta vez, no había nadie que me detuvi