ntenté buscar el origen de la grieta en nuestro matrimonio. ¿Fue cuando Mateo abrió el restaurante y empezó a pasar más tiempo con Ximena? ¿O fue mucho antes,
ecer. Era Mateo de nuevo. Esta vez, su voz no
restauranteros. Alguien está esparciendo el rumor de que Ximena es
da lidiando con mi propio desastre como para orquestar uno para ella. "
as palabras correctas. "Sofo, sé que estás enojada por lo del collar. Pero eso no es engañar. Engañar es... otra
e a mí? ¿Crees que soy estúpida, Mateo? ¿Y qué hay de alimentar
argumentos. Podía oír su
epente, su tono cambiando drá
mi voz quebrándose un poco. El dol
ra suave, preocupada. "Descansa u
. Pero otra parte, la parte agotada y solitaria, anhelaba un mínimo de con
rrodilló a mi lado, su rostro lleno de una preocupación que parecía genuina. Me qui
. Dicen que le debo una disculpa a tu familia y a ti. Y que un hijo
y respetaba profundamente, estaban de mi lado
"Leo Herrera Rivas. Como debió ser desde el principio. Fui un idiota. Un
lgo en las manos. Eran las llaves de un coche. Un Mini Cooper convertible, de color azul cielo. El coche que
Considera esto el interés por el collar que perdí. Y una p
esto extravagante me desarmaron. No era la solución a nuestros prob
n bálsamo precario sobre una herida abierta. Decidí, en la oscuridad de la habitación, darle una última oportuni
llamada más de Ximena en medio de la noche, y todo se acabaría. Para siempre. Le estaba dando una tregua