a daba vueltas, tratando de procesar la magnitud de la traición. No era solo el hecho de que m
tó Mateo, su voz todavía temblo
n más fuerza que cualquier puñetaz
ce por el dinero, tonto. Lo hice para demostrar un punto. Para que El Chacal viera que soy yo quien ti
entos
había construido. Menos de lo que costaba una cena decente. La humillación era un
tención se agudizó de nuevo. "¿Qué hay de los otros
alto. Quiero que lo acosen, que lo persigan, que no tenga un momento de paz. Quiero que su reputación quede hecha pe
campaña de destrucción. Diseñada por l
teger sus intereses, por limpiar los desastres de Mateo. Una vieja cicatriz en mi costado, de una navaja que iba dirigida a su hermanastro,
e, Ricardo. M
Todo era
de mi viejo amigo y ent
icardo. Tiene ojos de ambición, n
ras, me distancié de él, el único hombre que siempre había sido leal. Y
ue sali
ción. Si me veían, Sofía improvisaría una nueva mentira, me enredaría e
staba. Me sentía viejo, cansado. El peleador invencible, la leyenda del
s pasos eran silenciosos sobre la alfombra. Y
ría un pe
salvaje. Uno que aprendería a sobrevivir en las calles y
iré hacia atrás. No tenía nada que mirar. Todo lo que creía mío, tod
la rabia que ardía en mi pecho e