a vieja mesa de madera. Era un número desconocido,
uen
aja, casi un susurro. "Halcón, soy
uchacho trabajador, siempre callado. "
ó su información. Su nombre completo, sus rutinas, las direcciones de su
que no tenía nada que ver con el aire aco
l pitazo. Dicen que es una oferta barata, casi un
mada s
. Traición. La palabra resonó en mi cabeza. ¿Quién podría odiarme tanto? Mi
ue tenía acceso a toda e
metida
posible. Sofía me amaba. M
blar con ella, aclarar esta locura. Caminé hacia nuestra
La de ella y la de su hermanastro, Mateo. Me detuve,
¿Y si se enteran de que fuimos nosotros?" La
hora sonaba fría y afilada. "Nadie se va a enterar. Le di la información a un
un líder de cártel sediento de sangre que me od
acerlo? Ricardo con
en mí como un perro confía en su amo. ¿Viste cómo te humilló ayer? ¿Haciénd
bres casi mueren. Le exigí que se disculpara con el equipo, que asumiera su responsabilid
uien tiene que enseñarle que no es más que un simple matón con suerte. Que sin mí, no es nada. Esta será una peq
sé, Sofía. El Chacal no
, la voz de Sofía, aú
ra de que yo tome las riendas. Ricardo fue un buen
ada palabra era un golpe directo al pech
a ciega que le había profesado, todo era
prometido. No
rramienta
per
aire se sentía como vidrio roto en mis pulmones. El mundo que había construido, el futuro que había soñado co
udas. Ya no h
le: la mujer que amaba me había