Bue
, profesional, pero cada palabr
neral, ¿usted es Ricard
de Ricard
Qué pasó? ¿Mi h
silencio cargado
nte grave. Necesitamos q
l hospital. Dejó caer el teléfono, las manos le temblaban sin control. Miguel. Su Miguel. Su niñ
ofía. Necesita
s. El tono de llamada sonaba y sonab
a
eración creciendo en su pe
ofía, por fav
pánico. ¿Dónde diablos estaba? Siempre que la necesitaba, nunca estaba. Siempre había un
ante más caro de la ciudad, S
ingreso a la universidad
a estaba llena de platillos que Ricardo solo había visto en revistas, langosta, cortes finos, postres con
i, esto no sería posible" , dijo Mateo
das del corazón" , respondió ella, mirando a Santiago co
jarse del dinero o de su cansancio. No iba a dejar que su negatividad arruinara este momento, el
la larga lista de llamadas perdidas de Rica
s, Ricardo? E
tro lado era un susurr
Tuvo un accidente. Est
miró a Mateo, su sonri
rave?" , preguntó, su tono
eron que fuera de inmed
á" , dijo ella, como si estuviera hablando de un co
ue Ricardo pudie
" . La frialdad de sus palabras lo golpeó más fuerte que cualquier otra cosa. S
ara siempre. El amor, la paciencia, la esperanza qu
Miguel siempre h