en su mente, una tortura sin fin. No era solo la muerte de Miguel, era el porqué. Su hijo no había muerto en un simpl
a su familia, una vida que Sofía había estado desmantelando en secreto, pieza por pieza. Sinti
olor compartido. Era una actriz brillante, tenía que admitirlo. Las lágrimas que a
uedo creerlo. Nuestro niño
si fueran dos almas unidas por la misma tragedi
piel, el olor a mentiras que parecía emanar de ella. No era el olor de
como si lo hubiera hecho a propósito para parecer más vulnerable, el brillo de sus aretes
do. El uno por el other" , susur
ntió como un c
tintivamente, como si hubiera tocado una serpiente. Se a
a y cargada de una repul
confundida y un
te pasa? Necesit
z sus ojos se clavaron en los de ella,
velando la irritación que había debajo. No entendía. Para ella, él solo es
e y desinfectante, su matrimonio también murió. Lo único que quedaba era la cáscara vací