e un callejón oscuro, la lluvia
que consideré mi hermano, sosteniendo
, susurré,
eres un millonario ingenuo, Joaquín. Me di
, todo lo tuyo será mío. Tus padres me verán c
ró en mis últimos momentos, más d
a victoriosa resonó mientras me
flotaría en la nada, llevada por
na luz cegado
El dolor s
el auditorio de mi universidad, un lu
uro", vi a la directora sonriendo, y a su lado, con un t
tián que me ha
tián Rodríguez", decía la directora
. Lo miraban con admir
brillaban de adoración por Sebastián, la mi
a humildad. "Gracias, directora, solo quiero devo
ejó sin aliento. No era un sueño,
astián alcanzaba su punto más alto, el momento antes
e callejón oscuro. Lo que quedab
a los aplausos, saqué mi cel
del banco priva
filo de acero. "Quiero cancelar inmediatamente la tarjeta ad
reguntar
audulenta. Ca
Bloqueada y cancela
tián se sentaba en la mes
ios. El juego acababa de empezar, y e