ó unos minutos después, con
aratosamente al escritorio del Maestro Fernando. Llevaba una
entrenamiento me di un mal golpe en la muñeca, el doctor dice que es un esg
useabundo. Toda la dureza de su rostro se derritió, r
una delicadeza que jamás había mostrado a nadie. "No, no, ni se te ocurra forzar
de mártir. "Pero, p
arlos con una sonrisa cómplice, "mis amigos me invitaron a u
ión. La descarada mentira
es la mejor terapia. Te lo mereces, campeón. Ve, diviértete.
pia", pero una exposición de arte de nivel mundial era "irse de pinta". Un esguince
rabia se fusionaron en una sola energía
lió más fuerte de lo que esperaba, c
se giraron hacia ella. La son
ijiste,
era, me acusa de dramática y de inventar enfermedades. Y a él", señaló a Carlos con un dedo tembloroso, "que clarament
ra total. Todos los ojos
eció, adquiriendo un tono rojizo. Se acer
ita", siseó. "¿Me est
ogando el miedo. "Un misógino. Un injusto. Usted desprecia a todas l
res más que una niña malcriada y resentida porque no consigue lo que quiere. Carlos es un joven con futur
ontón". El dolor en su costado se convirtió en una garra de fuego que la do
isa cruel. "No soportas que te digan tus verdades y empiezas con el numer
endo, los bordes de su visión se oscurecían. El dolor
ordenó él, con desprecio. "No qu
r era todo lo que existía. Negó con la cabeza, un gesto
"No voy a traba
su punto máximo. Se inclinó hacia ella
r cada día. Voy a hacer que repruebes, que tu promedio se vaya al diablo. No vas a entrar a ninguna escuela de arte. T
ue la última gota. El suelo pareció desaparecer bajo l