tía pesado, asfixiante en el estudio del Maestro Fernando, donde su tal
ermiso para asistir a una exposición vital para su futuro, mientras condescendía a Carlos
Fernando fue brutal: delante de todos, la humilló, se mofó de su condición médica
encontró atrapada, bajo las órdenes del maestro de retenerla, mientras su
definiría. Esas palabras venenosas no quedarían impunes. Est