í como a Génesis a la Gala Benéfica Anual Starlight, el ev
entí los ojos sobre mí. Los susurros m
que Génesis usó en C
usando los vestidos de se
o por perder el
tro palidecer, mis manos enfriarse. No me había dado cuenta. Me había dado este vest
húmedo y pegajoso me empa
. El líquido era espeso, rojo
e de
tura de una víctima de película de
ó alguien. "¡La basura
ón de arriba, un balde vacío en su mano, una sonrisa maliciosa en su rostro
éctor, una súplica desespe
ino con una mirada fría y clara de culpa. Como si yo misma me lo hubiera
simplemente se enfrió. Fue una muerte final y sil
ue una cuchilla retorci
dentro de mi cabeza. No hi
se atenuó. Se acabó. Ya no lo amaba. La revelación no trajo al
o miró y su rostro se contorsionó. Primero sorpresa, lue
y corrió hacia mí, su rostro
poniendo su teléfono en mi cara. "¡
se. "¡Desenterraste la tumba de mi madre! ¡Desent
demente, que ni siquiera pude proce
ra un video, oscuro y granulado. Una figura que se parecía vagamente a
idad te captaron!", gi
e cerró alrededor de mi muñeca como un tornillo d
gruñó. "Después de
beza frenéticamente. "Héctor,
mortal. Atrajo a Génesis a sus brazos, abandonando la fiesta c
ierta de sangre y s
menterio. El panteón
revuelta. Héctor no dijo una palabra. Fue al maletero de su coch
rio roto y trozoslana y desprovista de toda emoción. Señaló el montón. "A
e digo que no fui yo". Lo miré, realme
mplemente asinti
n, forzándo
o afilado. Un grito de pura ago
edad? ¿arrepentimiento? Estuvo allí por un segund
scaste es
rtió en un borrón de dolor insoportable, el olor a tierra húmeda
to, mis rodillas destrozadas. Me derrumbé en el su
ublándose, lo habría dejado morir al costado de es