rch", en San Francisco. Su amiga, siempre tan leal, no hizo preguntas y de inmediato comenzó a h
estión empresarial. Pasó horas en Internet, estudiando el trabajo de los mejores arquitectos. Otra vez estaba llena de esa energí
su suegra, quien no dejaba de preguntarle por qué no estaba al lado de su esposo
ke volvió a casa y la encontró en el estudio, rodeada de un montón
in levantar la vista de su mesa de dibujo. "Brid
. Estaba acostumbrado a que la vida de ella girara en torno a él. "Supo
Pero su mirada era fría, d
taba con un papel, la chica le vendaba la mano de una vez y lo cuidaba una semana. Sin duda,
aunque las palabras le sonaban vacías incluso
él seguía viendo la pasión de toda
aja. "Si te dijera que quiero
pudiera responder, sonó
ego se entró a su estu
que nunca usaba con ella. No necesitaba oír las palabras, pero sabía que
estudio. "Te voy a llevar a cenar para
un restaurante muy del centro. Cuando llegaron, el detuvo el auto j
enía un enorme ramo de gardenias blancas y una caja de regalo envuelta con cuidado. Por
cómo una vieja y estúpida esper
ció al lado de él, ag
fante. "Blake me dijo que vendrías con nosotros para celebrar el
areció notar la tensión de su esposa y le sonrió a Aria. "Esto es para ti", dij
. La cena, las flores, el regalo. Caroline solo era la
favoritas". Desenvolvió el regalo y descubrió el collar de diamantes que él tanto quería entregarle. "Y
respondió él con los ojos fijos en e
la mano y tomó el ramo de las manos de Aria, obligándose a
Gracias, Caroline. Eres
ó que Blake había usado su aniversario como una tapadera para celebra